(CNN) – Cuando piensas en escapadas llenas de imágenes bellas y de lujo, lo primero que suele llegar a tu mente son islas y playas.
Pero los paisajes desérticos también ofrecen vistas deslumbrantes, un gran sentido de la aventura y, claramente, una experiencia mucho menos cliché y estereotipada.
Desde palacios en Medio Oriente hasta lujosas carpas en África, escogimos 10 oasis de la vida real en los que puedes vivir tus fantasías de Lawrence de Arabia.
Amangiri (Utah, Estados Unidos)
Con su accidentado atractivo exterior y mucho lujo, el icónico Hotel Amangiri de Utah es una referencia mundial cuando se habla de hoteles en el desierto. Nada más su ubicación, pues está escondido entre un valle flanqueado por dunas y cañones, hace que visitarlo valga la pena.
Adentro, encontrarás paredes de concreto, muebles de madera y una paleta de colores marrón que se adhiere y celebra el lugar árido que lo rodea. Y el lujo no falta. Al contrario, las lujosas suites del Amangiri tienen patios privados con chimeneas exteriores y ofrecen extensas vistas del desierto.
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Longitude 131 (Territorio del Norte, Australia)
Localizado en el árido Red Centre de Australia, frente al Uluru, el más impresionante paisaje natural de ese país, el Longitude 131 es un hotel que no olvidarás rápidamente.
Consiste en 16 pabellones de carpas, grandes y lujosos, cubiertos con vaporosos tejidos blancos y bellamente decorados con dibujos indígenas y variados objetos. Cada pabellón tiene un enorme balcón privado equipado con chimenea y camas de reposo, para que si quieres puedas dormir bajo las estrellas.
¿Pero realmente por qué venir a este lugar? Por la vista perfecta que ofrece, de postal. Este es el único sitio desde donde puedes admirar el Uluru sin levantar tu cabeza de la almohada.
Korakia Pensione, California (Estados Unidos)
Aunque está escondido en una tranquila esquina del desierto de Palm Springs, este mágico hotel boutique tiene un aire al Mediterráneo.
Sus cabañas blancas, de ensueño, están rodeadas de palmeras y adornadas por buganvillas de color rosado brillante, que evocan a los hogares de Marruecos y de las islas griegas.
Las habitaciones tienen nombre y no números y fueron diseñadas de manera individual con muebles rústicos y eclécticos (no hay dos cabañas que se parezcan). El hotel tiene dos hermosas piscinas y espacios exteriores con espacio para fogatas, fuentes y tumbonas afelpadas.
Qasr Al Sarab by Anantara (Abu Dhabi)
Ubicado en el borde del desierto de Rub al-Jali (conocido en inglés como Empty Quarter), el desierto de arena más grande del mundo, el Hotel Qasr Al Sarab es realmente remoto y lejano.
Elevándose como un espejismo, solo está rodeado de dunas de arena y de 648.000 kilómetros cuadrados de desierto.
El hotel es tan impresionante e inolvidable como su telón de fondo y se parece a los palacios de los sultanes, sobre todo cuando se ilumina en el atardecer. Tiene cuatro restaurantes, un suntuoso spa y una piscina rodeada de palmeras que da la impresión de ser un verdadero oasis en el desierto.
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Little Kulala (Sossusvlei, Namibia)
Ubicada entre árboles de camellos en las 67 mil hectáreas de la Reserva Natural Kulala, esta encantadora hostería es un refugio perfecto en el desierto.
Solo ofrece 11 kulalas de paja (kulala significa dormir en Swahili), climáticamente controladas, cada una equipada con su propia piscina privada y una azotea con cama.
Si eres capaz de salir, hay muchos planes posibles alrededor: globos aerostáticos, safaris y recorridos guiados por el desierto de Sossusvlei.
Tierra Atacama Hotel & Spa (Chile)
Este exclusivo hotel boutique impresiona con su arquitectura impecable y elegante y las vistas panorámicas que ofrece sobre el Desierto de Atacama. Pero no es solo una cara bonita. Sus habitaciones fueron construidas con materiales orgánicos y locales y están equipadas con servicios ultralujosos como terrazas privadas y duchas exteriores.
También ofrece innumerables diversiones, desde caminatas de tres horas a través de la Quebrada del Diablo hasta viajes a las cercanas fuentes termales de Puritama.
O tal vez decidas simplemente quedarte allí, con una copa de vino Carménère, en la hermosa piscina infinita del hotel, que da sobre el majestuoso volcán Licancabur.
Enchantment Resort (Arizona, Estados Unidos)
Rodeado por pinos y sorprendentes formaciones rocosas rojas, el Enchantment Resort da la impresión de estar totalmente aislado, aunque solo está a un rápido viaje desde el centro de Sedona. Sus casitas de adobe rústico le dan un toque más de tranquilidad a su encantadora decoración.
Aunque cada casita tiene su terraza privada con vista al Cañón Boynton, las mejores panorámicas son las del restaurante Che Ah Chi, desde donde podrás apreciar la majestuosidad de la región de roca roja de Arizona (y disfrutar de platos exquisitos).
Scarabeo Camp (Desierto de Agafay, Marruecos)
Desde la distancia, el Scarabeo parece solo una mezcla de carpas blancas puestas por error en medio del pedregoso Desierto de Agafay. Pero al entrar, te darás cuenta que tiene tanto estilo y tanto lujo como cualquier hotel de Marrakech o del Alto Atlas.
Detrás de cada carpa de estilo beduino hay una estética retro-safari (piensa en faroles de hierro, maletas viajes y esteras), acompañada de impecables y modernos servicios.
Podrás ver las impresionantes montañas Atlas prácticamente desde cualquier ángulo y desde una de las carpas más glamurosas y bellas de Marruecos.
Ventaja adicional: es sorprendentemente accesible, pues está localizado solo a unas horas de camino desde los ruidosos souks de Marrakech.
Marquis Los Cabos (Baja California, México)
¿Por qué escoger entre un escape en el desierto más rudo y un escape en la playa, acompañado de la brisa, si puedes tener ambas cosas? El Hotel Marquis Los Cabos está estratégicamente ubicado en el Desierto de Sonora y en el Mar de Cortés (“donde el desierto se encuentra con el mar”, así se describe), por eso, este resort exclusivo para adultos ofrece a los viajeros lo mejor de ambos mundos.
Los huéspedes pueden montar en camello por las dunas del desierto o bucear (así como disparar rifles y aprender a bailar salsa), todo en un mismo día, si es lo que quieren.
Y si esto no fuera suficiente, la reciente remodelación de 10 millones de dólares hizo de este hotel un lugar mucho más hermoso y lujoso. Muchas de sus habitaciones, por ejemplo, tienen bañeras de hidromasajes y terrazas exteriores.
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The Saguaro (Palm Springs, Estados Unidos)
Con su brillante fachada inspirada en las flores silvestres del desierto y en el arte pop de los años 60, The Saguaro es, sin ninguna duda, el hotel desértico más colorido del mundo. Y seguramente también es el más cool, gracias a su animada y concurrida piscina rodeada de palmeras, con todo el glamour de Hollywood.
Sus áreas comunes y sus 245 habitaciones son psicodélicas, con alfombras de neón y cortinas con los colores del arcoiris. Pero lo más impresionante del hotel es el entorno natural que ofrece; a pesar de todas las distracciones de colores, las montañas de San Jacinto siempre se verán igual de imponentes.
Krisanne Fordham ha escrito para Conde Nast Traveler, Fodor’s Travel, Departures y Travel + Leisure. Creció en Sydney y ahora vive entre Umbria (Italia) y Nueva York.