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Así están cambiando los aeropuertos...
06:39 - Fuente: CNN

(CNN) – Podrías meter a 14 países del tamaño de Mónaco dentro de las 2.900 hectáreas del Aeropuerto Internacional de Dubai. Pero entonces, ¿cómo hace un microestado como este diminuto principado del Mediterráneo para competir con grandes jugadores en el mundo de la aviación?

Aunque muchos de los países más pequeños del mundo tienen sus raíces en arreglos políticos de la era de los viajes a caballo, los aeropuertos necesitan saciarse constantemente de nuevas tierras por la creciente demanda de transporte aéreo.

¿De qué forma hacen frente estas pequeñas naciones a los requisitos de la aviación moderna, cuando incluso sus áreas combinadas son enanas al lado un aeropuerto regional promedio?

Le damos una mirada a cómo lo hacen algunos de los microestados de Europa.

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Ciudad del Vaticano

Con menos de medio kilómetro cuadrado, Ciudad del Vaticano es el Estado soberano más pequeño del mundo en área. Incluso si fuera un poco más grande, su ubicación en pleno centro de Roma haría inviable cualquier diseño de aeropuerto.

Pero eso no significa que El Vaticano no tenga conexiones aéreas. De hecho, uno de los bastiones de la antigua Ciudad Leonina actualmente es usado como helipuerto y, aunque el papa no tiene su avión propio, la Fuerza Aérea Italiana provee helicópteros para los viajes papales fuera y dentro del Vaticano.

Cuando se trata de hacer viajes al exterior, el papa y su comitiva suelen usar la aerolínea italiana Alitalia, al menos en el trayecto de ida. Se ha vuelto una especie de tradición que una aerolínea del país que recibe al papa lo devuelva a Roma en el viaje de regreso.

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Mónaco

El Aeropuerto de Niza-Costa Azul suele ser votado como una de las aproximaciones a un aeropuerto más espectaculares del mundo.

Los precios de prácticamente cualquier pulgada de este territorio están por los cielos, pero el segundo país más pequeño del mundo claramente no puede adaptarse a ninguna operación aérea.

Por suerte para las celebridades que frecuentan este principado lleno de glamour, el Aeropuerto Internacional de Niza-Costa Azul, una puerta de entrada muy conveniente para muchos destinos internacionales, está solo a un viaje en helicóptero en territorio francés. Desde allí parten helicópteros cada hora en cualquier dirección, muchos de ellos registrados en Mónaco, constituyendo así la propia flota aérea del principado.

No es precisamente barato (150 euros o 168 dólares), pero su precio no es muy distinto de las tarifas de taxi que se podrían pagar por una distancia similar. “Aunque algunos de nuestros clientes tienen sus propios jets privados, más del 90% del tráfico conecta con vuelos comerciales regulares. Tenemos acuerdos con varias aerolíneas como Air France y KLM… e incluso con EasyJet”, dice Gilbert Schweitzer, director ejecutivo de Monacair, una de las compañías que operan el servicio de transporte en helicóptero entre Mónaco y Niza.

Además, los helicópteros de Mónaco proveen servicios en otros territorios muy frecuentados por los ricos y famosos, como St. Tropez y, en el invierno, Courchevel. Incluso atienden muchos superyates que frecuentan las aguas cercanas. “Tenemos expilotos militares que están calificados para aterrizar en la plataforma de grandes embarcaciones de recreación”, explica Schweitzer.

San Marino

En San Marino prácticamente no hay ningún terreno plano.

Rodeada por todas partes de territorio italiano, la Serenísima República de San Marino alardea de ser el país de existencia continua más antiguo de la Tierra, con un origen que se remonta al siglo III.

La topografía de esta antigua república está concentrada en pendientes rocosas del Monte Titano y por eso no se presta muy fácilmente a actividades aeronáuticas. Sin embargo, eso no ha sido problema para las autoridades de San Marino.

El país tiene una matrícula activa de aeronaves, que usa el prefijo T7 y está abierta a operadores aéreos de todo el mundo. A pesar de no tener aeropuerto, el registro de San Marino ha generado mucho interés en la industria de la aviación e incluso ha atraído a algunos dueños ejecutivos de jets privados y de aviones comerciales.

Por otro lado, el Gobierno de esta república ha explorado la posibilidad de adquirir algunos derechos de uso en el Aeropuerto Federico Fellini de Rimini, que sirve a una ciudad turística de la costa adriática de Italia y, de facto, también lo convierte en el aeropuerto de San Marino.

Andorra

El Aeropuerto de Andorra-La Seu d'Urgell está en España, pero sirve a Andorra.

El Principado de Andorra comparte dos peculariedades con San Marino. Ambos tienen dos jefes de Estado activos –son los únicos países en hacerlo–. Y ambos dependen de aeropuertos que están cerca de sus fronteras, aunque más allá de ellas.

La ubicación de Andorra, enclavado en medio de la cadena montañosa de los Pirineos, significa que el turismo es fundamental para su economía. Cualquier cosa que ayude a llevar esquiadores a sus colinas es vista como algo estratégico.

Cuando se descartó la construcción de un altipuerto –aeródromo en un terreno montañoso– por asuntos técnicos, la alternativa obvia fue usar el Aeropuerto La Seu d’Urgell, justo cruzando la frontera con España, como puerta de entrada a Andorra. Este aeropuerto, que corona la parte superior plana de una colina, ha tenido poca acción desde que dejó los vuelos programados a Barcelona, a principios de los 80. Pero eso podría cambiar dentro de poco, cuando termine un plan de renovación.

Eso sí, no esperes encontrar allí grandes multitudes. Limitaciones operacionales, dadas por la topografía local y la longitud de la plataforma, restringen los vuelos a aeronaves turbopropulsoras ATR de 27 metros. Aunque eso bastaría para revivir el aeropuerto.

“Muchas personas vienen a esquiar aquí desde muy lejos. Y varias de ellas llegan en bus. En ese contexto, los vuelos chárter son una alternativa muy competitiva”, explica Jordi Candela, director de Aeropuertos de Cataluña, la entidad del Gobierno que administra el aeropuerto.

Dos aerolíneas distintas, ambas con nombres muy apropiados como Andorra Airlines y Air Andorra, tienen el objetivo de servir ese mercado, pero ninguna de ellas ha comenzado todavía sus operaciones. Queda por ver si el mercado es lo suficientemente grande como para sostener operaciones regulares y se puede dejar a las dos aerolíneas rivales.

El pasajero más famoso que ha usado el Aeropuerto Andorra-La Seu d’Urgell es Elton John, quien aterrizó aquí en el 2015 para dar un concierto en Andorra.

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Liechtenstein

El Aeropuerto de St.Gallen-Altenrhein está en Suiza, pero la aerolínea dueña del mismo y que lo opera es de Austria. Y así sirve al diminuto país de Liechtenstein.

Liechtenstein es otro pequeño principado europeo sin salida al mar que no tiene espacio para un aeropuerto apropiado. El aeropuerto más cercano, St. Gallen-Altenrhein, es en sí mismo protagonista de una situación internacional curiosa pues está localizado justo en la frontera entre Suiza y Austria, pocos metros adentro del territorio suizo, pero su dueña y administradora es una aerolínea austríaca: People’s Viennaline.

El Aeropuerto de St. Gallen-Altenrhein ocupó los titulares de prensa en noviembre de 2016 cuando se convirtió en la base del vuelo internacional más corto del mundo, un trayecto de ocho minutos a Friedrichshafen, en Alemania. Sin embargo, esa iniciativa ya no funciona más, por la falta de demanda. Su último vuelo fue en abril de este año.

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El tamaño no lo es todo

Algunos argumentan que el fácil acceso a transporte aéreo no solo se ha convertido en un requerimiento para una economía moderna y exitosa sino también en un poderoso símbolo de soberanía.

Pero como puedes ver, estos microestados europeos prueban, cada uno a su manera, que la falta de espacio o una población pequeña no son obstáculos para tener un escenario aeronáutico vibrante o, en el caso de San Marino, ser un jugador de la industria que se mueve a escala global.