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Representante español de Pyongyang: Corea del Norte está en guerra con EE.UU.
00:39 - Fuente: CNN

(CNN) – La paciencia de Estados Unidos con el régimen de Corea del Norte “se acabó”: así lo declaró el presidente Donald Trump este viernes, mientras tenía a su lado al mandatario surcoreano Moon Jae-in.

“La era de paciencia estratégica con el régimen norcoreano fracasó”, sostuvo Trump durante una conferencia de prensa en Rose Garden. “Y, francamente, esa paciencia se acabó”, insistió.

Estas declaraciones son la más reciente señal de que Trump cada vez está más frustrado con la falta de avances para contener los programas nucleares y de misiles balísticos de Corea del Norte, una situación que los altos funcionarios estadounidenses han observado con creciente preocupación en los últimos meses.

La visita del presidente surcoreano a la Casa Blanca se produce después de que Trump aprobara una serie de medidas diseñadas para aumentar la presión sobre Corea del Norte, que, además, le envían el mensaje a China de que la paciencia estadounidense se está terminando.

Este jueves, el Departamento del Tesoro impuso nuevas sanciones contra un banco y varios ciudadanos chinos, mientras que el Departamento de Estado aprobó un acuerdo de 1.000 millones de dólares con Taiwán. Las dos decisiones parecieron estar dirigidas a inquietar a China, un país al que Estados Unidos, con poco éxito, ha urgido repetidamente para que presione a Corea del Norte a cambiar su comportamiento nuclear.

Además, Trump advirtió este viernes que su país está enfrentando “la amenaza del régimen insensato y brutal en Corea del Norte”, que “no tiene ninguna consideración por la seguridad de sus ciudadanos ni por la de sus vecinos”. El presidente también prometió que Estados Unidos continuará actuando para defender sus intereses y los de sus aliados en la región.

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Moon, quien fue elegido con un programa que plantea un fuerte posición contra Corea del Norte, también aseveró que “las amenazas y provocaciones del Norte serán enfrentadas con una respuesta severa”. Y prometió que Corea del Sur y Estados Unidos “fortalecerán” sus capacidades conjuntas de disuasión.

Pero también instó al régimen norcoreano a “regresar rápidamente a la mesa de negociaciones” para alcanzar una salida pacífica de su programa nuclear.

Más allá de la actual actividad nuclear y de misiles balísticos de Corea del Norte, la sensación de alarma en Estados Unidos también ha crecido por el caso del estudiante Otto Warmbier, quien cayó en coma cuando estuvo detenido por el régimen y murió días después de que fuera liberado y regresara a EE.UU..

Ni Trump ni Moon aceptaron contestar preguntas, marcando así la segunda visita extranjera consecutiva en la que el presidente estadounidense se niega a responderle preguntas a la prensa junto al líder mundial que recibe en la Casa Blanca.

Moon llegó en la noche de este jueves a la Casa Blanca, donde él y su esposa cenaron con Trump y la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump. Al otro día, el presidente surcoreano regresó a ese mismo lugar para una serie de reuniones. Horas antes puso una corona de flores en el monumento a la Guerra de Corea con el vicepresidente Mike Pence.

Las conversaciones que mantuvieron Trump y Moon fueron más allá de las estrategias para enfrentarse al régimen de Corea del Norte, centrándose también en las relaciones comerciales entre sus dos países, luego de que Trump criticara el tratado de libre comercio llamándolo un mal acuerdo para Estados Unidos.

“Estamos renegociando un acuerdo comercial con Corea del Sur ahora mismo, mientras hablamos con Corea del Sur. Espero que sea un acuerdo equitativo, un trato justo para ambas partes”, sostuvo Trump mientras saludaba a Moon en la Oficina Oval, este viernes por la mañana. “Ha sido un duro acuerdo para Estados Unidos, pero creo que será muy diferente”, añadió.

En Rose Garden, el mandatario estadounidense añadió que estaba “contento por las garantías del presidente Moon de que trabajará por crear un campo de juego nivelado para que los trabajadores y las empresas estadounidenses, y especialmente los fabricantes de automóviles, puedan tener una sacudida justa en el trato con Corea del Sur”.

Pero incluso en el comercio, China parecía estar en la mente del gobierno de Trump.

Durante sus comentarios en las reuniones bilaterales entre los equipos de Estados Unidos y Corea del Sur, el director económico nacional Gary Cohn criticó las “prácticas depredadoras” de China en el comercio y señaló que el gobierno de Trump espera asociarse con los surcoreanos para enfrentar de manera conjunta los abusos comerciales de China, que afectan a ambos países.