(CNN) – La prueba de un misil intercontinental de Corea del Norte está creando una división entre Estados Unidos y China sobre cómo tratar la nueva amenaza.
Mientras que China y Rusia llaman a que ambas partes hagan concesiones, EE.UU. no ha hecho hasta ahora ningún movimiento público para abrir las conversaciones, optando en su lugar por hacer nuevamente una demostración de fuerza con su aliado Corea del Sur.
Corea del Norte anunció el martes que había probado con éxito un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), que según los medios estatales había llegado a una altitud de 2.802 kilómetros, su nivel más alto logrado jamás en una prueba de misiles.
Los medios norcoreanos dijeron que ahora tenían el poder para atacar el continente americano con una cabeza nuclear.
En un comunicado de prensa conjunto de Rusia y China, los dos países reiteraron su llamado a Corea del Norte a detener sus programas de misiles y nucleares a cambio de que Corea del Sur y Estados Unidos se abstengan de participar en futuros ejercicios militares conjuntos.
Sin embargo, pocas horas después de la declaración, Corea del Sur y Estados Unidos anunciaron que habían sostenido un nuevo simulacro de misil balístico para contrarrestar las “acciones desestabilizadoras e ilegales de Corea del Norte”.
“Junto con la República de Corea, realizamos un ejercicio combinado para mostrar nuestra capacidad de fuego de precisión”, dijo la portavoz del Pentágono, Dana White, en un comunicado difundido el martes por la noche.
El contraste en las respuestas expone las divisiones diplomáticas sobre cómo hacer frente a una Corea del Norte cada vez más agresiva.
Hablando junto al presidente de China, Xi Jinping, en una conferencia de prensa el martes en Moscú, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que ambos líderes querían “paz y estabilidad” en la península coreana.
“Es muy importante para impulsar nuestra iniciativa conjunta en la solución del problema de Corea con el fin de congelar inmediatamente los ataques con misiles balísticos y también tratar con el despliegue de armas de Estados Unidos en Corea del Sur”, dijo.
El martes por la noche, el Pentágono confirmó que la prueba de Corea del Norte fue de un misil balístico intercontinental. “El lanzamiento sigue demostrando que Corea del Norte representa una amenaza para Estados Unidos y nuestros aliados”, se lee en el comunicado del Pentágono.
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, también emitió una declaración criticando duramente la prueba de misiles de Corea del Norte, agregando sería necesario “acción global” para dejar de Corea del Norte.
“La prueba de un ICBM representa una nueva escalada de la amenaza para Estados Unidos, nuestros aliados y socios, la región y el mundo”, dijo Tillerson.
“Hemos dejado claro que nunca vamos a aceptar una Corea del Norte con armas nucleares”, dijo.