(CNN) – Este párrafo, que pertenece a la exclusiva del diario The New York Times sobre la reunión entre Donald Trump Jr. y una abogada rusa, es completamente condenable e indignante:
“Antes de organizar una reunión con una abogada rusa conectada al Kremlin, sobre quien creía le podría entregar información comprometedora acerca de Hillary Clinton, Donald Trump Jr. supo a través de un correo electrónico que el material hacía parte de un esfuerzo del gobierno ruso para ayudar a la candidatura de su padre, según tres personas con conocimiento del email”.
Es importante recordar que Don Jr. ha cambiado la historia desde que el Times reportó este sábado una reunión con la abogada Natalia Veselnitskaya.
Versión 1: el encuentro fue principalmente sobre adopciones. El hijo del presidente de Estados Donald Trump no le mencionó nada al diario acerca del tema de las elecciones.
Versión 2: la reunión estuvo motivada por la promesa de información negativa sobre Hillary Clinton. Sin embargo, Don Jr. sostuvo en un pronunciamiento que él no sabía con quién se estaba reuniendo.
CNN no ha verificado el informe del Times y veremos si surge una tercera versión. Sin embargo, la segunda queda totalmente debilitada por la más reciente publicación del diario.
La idea de que Don Jr. no conocía la identidad de la persona con la que se iba a reunir mantenía viva la posibilidad de que hubiera llegado al encuentro totalmente a ciegas. Todo lo que sabía es que iba a verse con el amigo de un amigo, que tenía información sobre Clinton: la reunión fue negociada por alguien con quien Don Jr. concurrió durante un concurso de Miss Universo.
Sin embargo, de acuerdo al Times, Don Jr. recibió un correo electrónico de la misma persona que organizó el encuentro, en el que se aclaraba que el material hacía parte de un esfuerzo del gobierno de Rusia para para ayudar a la candidatura presidencial de su padre.
Así que si lee su email, incluso cuando no supiera el nombre o la identidad exacta de la abogada con quien se reuniría, él sí tenía conocimiento que cualquier cosa que le dijeran en el encuentro pertenecía a los esfuerzos de un gobierno extranjero para ayudar a elegir a su candidato preferido durante las elecciones de 2016.
Siéntate por un minuto con esa información: el hijo mayor del candidato presidencial republicano de facto se reunió con alguien que él sabía estaba vendiendo información, como parte de un esfuerzo del gobierno ruso para elegir a su papá.
Eso es impresionante. No hay otra palabra para ello.
Alan Futerfas, uno de los abogados de Trump Jr., sostuvo en un comunicado después de que se publicara la noticia que había “mucho lío por nada”.
Y estoy seguro de que habrá giros y explicaciones. ¡Todo el asunto resultó siendo insignificante! Don Jr. rápidamente olfateó que la información que le estaba proporcionando Veselnitskaya era inútil. ¿Así que a quién le importa?
Ese no es el punto, por supuesto. NO hay manera de que Don Jr. hubiera sabido con antelación que los datos en poder de Veselnitskaya resultaban de poca ayuda. Todo lo que sabía cuando fue a esa reunión era que un esfuerzo del gobierno ruso por ayudar a su equipo había producido información sobre Clinton que él quería ver.
La intención y la esperanza era que la información –independientemente de la fuente– fuera buena. Algo que resultó no ser, de nuevo, de acuerdo con Don Jr.. Pero eso está fuera de lugar.
¿A dónde irá la historia desde aquí? Quién sabe. Esta Casa Blanca se ha negado repetidamente a contestar preguntas que, francamente, necesitan respuestas, mientras grita “noticias falsas”. Pueden volver a hacerlo. Pero poner calificativos no resolverán este problema. Ni siquiera se acerca.