(CNN) – Era la aterradora noticia que cualquier padre teme: horas después del nacimiento de su hijo, los médicos le informaron a Jimmy Kimmel y a su esposa que Billy sufría de una compleja enfermedad cardíaca. Necesitaba cirugía inmediatamente.
Ese momento decisivo en la vida del comediante estadounidense incentivó un acalorado debate nacional sobre la campaña republicana para revocar la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, más conocida como Obamacare.
En la noche de este martes, durante su programa de televisión, Kimmel criticó a un senador republicano en particular: Bill Cassidy, por haber “mentido en mi propia cara”.
Kimmel se refería al compromiso que había adquirido Cassidy a principios de este año de respaldar un nuevo proyecto de ley sobre salud únicamente cuando aprobara la “prueba de Jimmy Kimmel”. Es decir, que un niño nacido con una enfermedad cardíaca congénita, como Billy Kimmel, “podría obtener todo lo que él o ella necesite en ese primer año de vida”. Así lo sostuvo el congresista ante CNN durante mayo pasado.
Sin embargo, el comediante argumentó que la propuesta de los senadores Lindsey Graham y Bill Cassidy para revocar el Obamacare no se acerca ni siquiera a esa promesa de proteger a las personas con condiciones preexistentes.
“Bill Cassidy no sólo perdió la prueba de Jimmy Kimmel, también fracasó en el examen de Bill Cassidy”, insistió Kimmel durante un largo monólogo presentado este martes. “Él perdió su propia prueba”, remató.
Tanto Cassidy como Graham han respondido fuertemente a las críticas. “Lamento que él no pueda entenderlo”, aseguró el primero en CNN durante la mañana de este miércoles. También insistió que bajo su proyecto de ley “más personas tendrían seguro y protegeríamos aquellos con condiciones preexistentes”.
Para entender, esto es lo que está en juego para Billy Kimmel y las otras personas que padecen graves enfermedades si la propuesta republicana se convierte en ley.
La enfermedad cardíaca de Billy Kimmel
La tetralogía de Fallot con atresia pulmonar, la condición que padece Billy Kimmel, es un defecto congénito del corazón, en el que la pared entre las cavidades izquierda y derecha tiene un agujero. Sin una válvula que conecte el ventrículo derecho a los pulmones, no llegaría suficiente sangre a estos órganos.
Aquellos que nacen con esta enfermedad suelen diagnosticarse siendo niños, según la Asociación Estadounidense del Corazón. Parte de los síntomas visibles incluyen una piel de color azulada. (Kimmel relató que una enfermera se dio cuenta de que la piel de Billy parecía tener un tinte púrpura).
¿Cómo se trata y cuánto cuesta?
Típicamente, esta enfermedad de por vida requiere múltiples procedimientos, incluyendo cirugías a corazón abierto para reconstruir la conexión entre el corazón y los pulmones, así como y cateterismos para ayudar a ampliar las arterias. Incluso, cuando los niños crecen necesitarán una supervisión constante y en algunos casos operaciones de seguimiento cuando ya son adultos.
Sobra decir que es una condición muy costosa de tratar.
Según el doctor Roger Breitbart, jefe de la división de cardiología del Hospital de Niños de Boston, la cirugía a corazón abierto y la hospitalización pueden costar fácilmente miles y miles de dólares, lo mismo que cada procedimiento de cateterismo. El costo total durante toda la vida puede superar fácilmente el millón de dólares, informó.
Breitbart ha tratado a muchos niños que padecen esta enfermedad. Y aseguró que algunos de sus pacientes, que ahora son adolescentes, “no estarían vivos si no hubieran tenido los diferentes tratamientos. Es posible que hayan tenido tres o cuatro operaciones a corazón abierto y hasta una docena procedimientos de cateterismo cardíaco entre los primeros seis u ocho años de vida”.
¿Cuál es la situación para alguien como Billy Kimmel bajo el Obamacare?
Antes del Obamacare, a Billy Kimmel le habrían podido negar la posibilidad de tener un seguro de por vida.
Rutinariamente, las compañías de seguros rechazaban a las personas con enfermedades preexistentes o les cobraban altísimos precios si solicitaban la cobertura en el mercado individual. Más de la cuarta parte de los adultos que no son de la tercera edad sufren de condiciones de salud que los habrían hecho no aptos para obtener el seguro en dicho mercado, según la Fundación Kaiser Family.
Además, las empresas solían limitar la cantidad de lo que estarían dispuestos a asumir anualmente o sobre la vida de alguien. Los niños como Billy Kimmel superarían los topes bastante rápido.
Aquellas aseguradoras con políticas de empleadores ofrecían mejores opciones, pero incluso allí, era posible resultar golpeado. Las facturas de atención médica fueron una de las causas principales que las llevaron a la quiebra.
Pero la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio cambió todo eso. Las empresas de seguros ya no pueden rechazar a la gente ni cobrarles más dinero por padecer de enfermedades preexistentes. También deben ofrecer políticas integrales que cubran una amplia variedad de tratamientos y medicinas. Además, las aseguradoras no pueden imponer límites anuales o de por vida a la cobertura de esos beneficios esenciales para la salud.
¿Qué pasará entonces bajo el nuevo proyecto de ley que impulsan Graham y Cassidy?
Dependerá del lugar donde viva Billy Kimmel, pues el proyecto de ley plantea que los estados establecer sus propias reglas de cobertura médica. Una idea que, según los republicanos, resulta benéfica porque que cada territorio atienda sus necesidades únicas. Por ejemplo, un estado podría mantener muchas de las protecciones del Obamacare, mientras que otro podría atenuar las reglas considerablemente.
Ahora, la propuesta de Graham y Cassidy no aceptaría que las aseguradoras rechacen a quienes padecen de condiciones preexistentes. Sin embargo, los estados sí podrían optar por permitir que las empresas aumenten los cargos dependiendo de las historias médicas de los pacientes y que ofrezcan políticas mucho más económicas que no cubran los 10 beneficios de salud esenciales del Obamacare.
Las compañías de seguros también podrían limitar la cantidad que están dispuestas a cubrir por tratamientos externos a lo que cada estado considere un beneficio esencial de salud.
“Las familias con niños pequeños, que sufran de enfermedades como esta, probablemente se preocupan más en este momento por el problema de la condición preexistente”, explicó Breitbart sobre el proyecto republicana. En cuanto a los límites de vida, “uno tiene que preguntarse qué van a hacer esas familias después de que les hayamos salvado a los niños y entonces no les podamos seguir proporcionando atención continua”.
Todos estos cambios son particularmente preocupantes para aquellos que están en el régimen individual, ya que el mercado de empleadores ofrece generalmente una mejor cobertura. Dichas modificaciones son la razón por la que varios grupos de defensa al paciente, incluyendo a la Fundación Estadounidense del Corazón, han rechazado la propuesta republicana.
Kimmel: No todos son tan afortunados como él
El presentador de la cadena ABC dejó una cosa muy clara mientras hablaba sobre el disgnóstico de su hijo: su familia es increíblemente afortunada.
Él cuenta con seguro médico y los medios para cubrir el cuidado de su hijo. Por más de que haya utilizado la enfermedad –con el objetivo de llamar la atención sobre el impacto que tendrían varias de las propuestas de los republicanos que buscan revocar el Obamacare– Kimmel por lo menos puede descansar sabiendo que su familia tiene cómo pagar los tratamientos de Billy.
Es un lujo que muchas otras familias no tienen.
“Si tu bebé va a morir y tienes cómo salvarlo, no debería importar cuánto dinero ganas”, aseguró Kimmel en mayo. “Ningún padre debería tener que decidir si puede costear el lujo de salvar la vida de su hijo. Eso simplemente no debería suceder. No aquí”, insistió.