(CNN) – La crisis política en España se profundizó este viernes cuando el Gobierno catalán aprobó finalmente una resolución para la declaración de la independencia, obligando al Gobierno central a tomar represalias interviniendo la autonomía de la región.
El duelo por Cataluña, la más rica de las 17 regiones españolas, ha sumergido a uno de los países más grandes de Europa en una de sus peores crisis políticas desde la restauración de la democracia en la década de 1970.
FOTOS: Así celebró Cataluña la resolución de declaración de independencia de España
¿Qué pasará ahora?
Poco después de la votación en el Parlamento catalán el viernes, el Senado español en Madrid votó a favor de imponer un mandato directo sobre Cataluña, bajo las provisiones del Artículo 155 de la Constitución española. Estas provisiones nunca se habían aplicado.
Estos poderes permiten a Madrid remover al presidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, y sus consejeros y ocupar las funciones del Gobierno regional en Barcelona y convocar elecciones.
No está claro cómo ocurrirá eso en la práctica: si el Gobierno catalán cederá voluntariamente sus poderes o si agentes de la Guardia Civil de España tendrán que sacarlos de sus oficinas por la fuerza.
El principal grupo de oposición en Cataluña llamó a los servidores públicos a resistir pacíficamente las órdenes desde Madrid.
El artículo 155 de la Constitución española, de 1978, nunca había sido utilizado. Este permite al Gobierno central recuperar el control de las regiones, como Cataluña y el País Vasco, a las que se les otorgó amplias libertades después del fin de la dictadura de Francisco Franco, en 1975, si actúan fuera de la ley o amenazan al interés nacional.
El Gobierno central dijo que avanzaba con la aplicación del artículo 155 para proteger los intereses de todo el pueblo español, incluyendo los catalanes.
“España es un país serio y una gran nación y no toleraremos que unos pocos intenten liquidar nuestra Constitución”, dijo el viernes a periodistas el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
La declaración unilateral de independencia parecía destinada a durar poco. La Unión Europea dejó en claro que no respaldaba el movimiento, temiendo actos similares en otros Estados miembros. En cualquier caso, bajo las reglas de la UE, Cataluña no sería miembro del grupo y tendría que solicitar la membresía fuera del bloque.