Cerca del 70% de todas las mujeres estadounidenses usan tampones, que son típicamente hechos de algodón, seda artificial y otras fibras, y se insertan en la vagina. Muchos pueden durara por hasta ocho horas.

(CNN) – La historia de la modelo Lauren Wasser es la peor pesadilla de cualquier mujer: en 2015, despertó en un hospital y descubrió que tenía programada la amputación de su pierna después de que un tampón le causara síndrome de shock tóxico.

Esta semana, la experiencia de Wasser la puso de nuevo en las noticias cuando The Washington Post reportó que muy pronto sería sometida a la amputación de su otra pierna. Esto es suficiente para hacerte despreciar los tampones para siempre.

El síndrome de shock tóxico, o TSS por sus siglas en inglés, es una complicación por ciertas infecciones bacterianas. Usualmente está asociada con los tampones porque la sangre que se acumula en un tampón puede servir como un medio de cultivo para las bacterias.

Pero antes de que saques de todos tus cajones hasta el último tampón, hay algo que deberías entender sobre el TSS: es algo increíblemente raro, afecta a menos de una de cada 100.000 personas en Estados Unidos. Y si los empleas apropiadamente, el riesgo que tienes de desarrollar el TSS no es más alto que el de un hombre que jamás ha tenido el periodo o de quien no haya usado un tampón para otra cosa no sea una hemorragia nasal.

Cerca del 70% de todas las mujeres estadounidenses usan tampones, que son típicamente hechos de algodón, seda artificial y otras fibras, y se insertan en la vagina. Muchos pueden durara por hasta ocho horas.

Pero cualquiera que haya caído en la página WebMD y haya terminado diagnosticándose a sí mismo sabe que las estadísticas no son necesariamente tranquilizadoras.

Así que para calmar tu mente, te contamos algunos signos del TSS:

Los signos de alerta más tempranos de esta condición son síntomas parecidos a los de un resfriado—vómito, fiebre alta, diarrea y debilidad muscular— junto con un salpullido plano, rojo como una quemadura del sol en las palmas de las manos o en las plantas de los pies.

Si tienes uno o dos síntomas de resfriado y pasa que estás en tu periodo, no hay razón de entrar en pánico, dice Gillian Dean, directora de servicios médicos de la Federación Planned Parenthood de Estados Unidos. Es el salpullido el que es clave.

“Si tienes un tampón y tienes vómito, no hay hay razón para creer que tengas TSS”, dice ella. “La mayoría del tiempo cuando las mujeres están enfermas durante el periodo, es también por su periodo, o por un resfriado. Pero si estás usando un tampón y te sientes muy enferma y notas un salpullido, necesitas ir a urgencias inmediatamente”.

Otro dato para calmar tu ansiedad: los médicos se han vuelto muy buenos diagnosticando y tratando el TSS; la recuperación total es posible.

Esto no quiere decir que el TSS no sea una afección que ponga en riesgo la vida, como lo demuestra la experiencia de pérdida de miembros de Lauren Wasser.

“Puedes tener una falla orgánica multisistémica y una circulación disminuida en tus extremidades, que puede causar cianosis o muerte de miembros, y generar una amputación. En algunos casos puede ser realmente grave”, dice Dean. Pero “la mayoría de los casos tienen una recuperación total”.

El TSS no se ocasiona solamente como consecuencia de los tampones: cerca de la mitad de los casos de TSS que ocurren cada año no tienen nada que ver con periodos. Más de la mitad de las personas de Estados Unidos son “inminentes portadores” de la estepa específica de estafilococos (Staphylococcus aureus) que causa el TSS, y cerca del 20% las tiene en sus cuerpos todo el tiempo.

Un uso correcto

La manera más simple de evitar un síndrome de shock tóxico no es dejar de usar tampones, sino simplemente usarlos correctamente: Evitar tampones superabsorbentes si es posible, y usar la absorbencia que se ajuste a tus necesidades.

Además, asegúrate de cambiar tus tampones cada cuatro a ocho horas como mínimo y trata de darle un descanso a tu cuerpo (lo mismo aplica para cualquier producto que vaya dentro de la vagina por un periodo de tiempo significativo, como por ejemplo las copas menstruales).

“Especialmente en los días más ligeros, recomiendo usar una toalla en la noche en vez de un tampón, así no estás insertándolos constantemente durante todo tu periodo”, refiere Dean. “Pero no creo que las mujeres deban estar asustadas de usar tampones, especialmente si lo prefieren como método para lidiar con su periodo”, agrega.

“Los tampones tienen un lugar importante en la salud de las mujeres y en su bienestar”, recuerda.