(CNN Español) – Colombia está en vilo tras el anuncio de Iván Márquez, Romaña, Jesús Santrich y El Paisa de que un grupo insurgente retoma la lucha armada. Después de casi tres años de la firma del acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los problemas de implementación, la detención, liberación y desaparición de Jesús Santrich y la fractura dentro del partido político FARC, muchos se preguntan qué va a pasar y quién es responsable del surgimiento de esta nueva guerrilla.
Es notorio que el anuncio lo haya hecho Iván Márquez, quien fue líder de la guerrilla desmovilizada y negociador de los acuerdos de La Habana, considerado el número 2 del grupo insurgente, y marca un punto de inflexión en los proceso de paz.
Varios analistas consultados por CNN en Español coinciden en que la situación es grave y que podría haber escalamiento de la violencia. No obstante, el futuro del acuerdo firmado en 2016 y la responsabilidad sobre esta crisis son puntos de discusión.
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¿Es un fracaso?
David Huey, representante en Colombia del Instituto Kroc, un centro para el estudio de las causas de los conflictos violentos y de la paz sostenible, le dijo a CNN en Español que el anuncio de la disidencia está lejos de ser un fracaso.
“Para nada. Si miras los procesos de paz, suele ser común en los procesos de implementación que son muy complejos y tardan 10 o más años si son exitosos. Se suele ver también que los líderes de línea dura van a salir del proceso y buscarán seguir. Es casi lo que se espera”, afirma.
Desde la orilla de quienes se opusieron al proceso, el analista político y exsenador del Centro Democrático Alfredo Rangel, dijo en Twitter que “si Márquez, Santrich y El Paisa vuelven a la violencia es porque nunca desmovilizaron todos sus hombres, ni entregaron todas sus armas, ni la plata ni la coca. Lo advertimos: es el fracaso de la farsa de la paz de Santos”.
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Pero algunos opinan lo opuesto. Luis Ernesto Gómez, exviceministro del Interior y de Trabajo del Gobierno Santos, escribió en Facebook que “Iván Duque y Álvaro Uribe son los máximos responsables de la nueva guerrilla. Sus cálculos políticos y saboteo sistemático al Proceso de Paz nos robaron una oportunidad de oro para dejar de matarnos y empezar a progresar”.
En ese sentido se pronunció Humberto De la Calle, exjefe negociador del Gobierno en los acuerdos de paz.
“Una y otra vez le dijimos al Gobierno Nacional que sus ataques permanentes al proceso y los riesgos de desestabilización jurídica que conllevaban podrían llevar a varios comandantes a tomar decisiones equivocadas”.
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Situación “preocupante”
El analista político León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación y miembro del Centro de Pensamiento sobre el Conflicto Armado, Paz y Posconflicto, aseguró en CNN en Español que el anuncio de la disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de retomar las armas es una situación “muy preocupante y se lo tenemos que decir” al mundo.
Valencia explica que se sabía de la reunión de las FARC con otras guerrillas incluyendo el ELN y que se tienen alianzas. “Es una guerrilla menor a la que se desmovilizó, pero pueden hacer mucho daño a la gente y al país. Son gente con experiencia militar, y sobre todo con dinero, han escalado con la minería ilegal del oro y las drogas”.
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Valencia, quien fue guerrillero de una disidencia del ELN y se desmovilizó en 1994, dice que la situación es “agridulce”, asegura que parte de las FARC sigue por una vía legal pese al incumplimiento del Gobierno. “Lo agrio es el renacer de la violencia y podríamos tener una escalada”.
El analista también señaló que si esta disidencia “empieza a atacar y a matar a políticos ya es la degradación del conflicto, ya habían hecho una practica del secuestro y si ahora se dedican a matar políticos eso significa una desgracia enorme en el país”.
Imelda Daza Cotes, integrante del partido colombiano Unión Patriótica, calificó el anuncio de “preocupante”, “lamentable” y “triste”. La política pidió al Gobierno de Colombia “sentarse a dialogar de nuevo para culminar este proceso y lograr la paz total”.
¿Volverá la guerra?
Según el Instituto Kroc, en 34 casos de procesos de paz desde 1989 no hay en ninguna instancia un caso en el que se reinstaure la guerra.
“Digamos que lo peor que pasó es que surge un grupo disidente. La clave es que siempre y cuando el Gobierno continúe implementando el acuerdo, para el grupo disidente podría ser difícil tener apoyo”, explica Huey.
“Si el Gobierno llegara a decir que los va a atacar, si dijeran que se acaba el acuerdo de paz y que los va a atacar, los reclutamientos se dispararían por parte de estos grupos disidentes, porque la gente diría que no hay esperanza. No es el caso aquí; el Gobierno ha dicho que quiere apoyar el proceso e implementación”, dijo.
Huey dice que en esta situación es en la que se ven las verdaderas personalidades de los líderes de los grupos armados. “Los más moderados se quedan, no se rinden, saben que no hay resultados inmediatos. Los de línea dura se van a alienar y siempre y cuando la implementación siga como el Gobierno lo ha dicho, los disidentes se van a convertir en rebeldes”.