(CNN) – Fue un momento que captó la atención nacional y reveló una importante lección sobre la reforma policial.

Un policía de Fort Lauderdale, Florida, encara a una fila de manifestantes que gritaban. Apunta y agita su dedo en en la cara de un manifestante. Luego, se vuelve hacia una mujer arrodillada, que tiene las manos levantadas en señal de protesta. El agente de repente se lanza y la empuja.

Luego, aparece una mujer policía. Ella empuja a su colega hacia una fila de patrullas, agita su brazo y parece reprenderlo por lo que hizo.

“¡Gracias!”, le grita un manifestante a la agente Krystle Smith, quien ganó elogios en las redes sociales por sus acciones por parte de los líderes policiales de todo el país.

Ni Smith ni el agente Steven Pohorence, quien está suspendido en espera de una investigación externa, pudieron comentar sobre el incidente.

“Estaba orgullosa de ella”, dijo Ivonne Roman, la exjefa de la Policía en Newark, Nueva Jersey, que ha estado luchando durante años para impulsar su profesión a contratar más mujeres. “Es por eso que necesitamos más mujeres en la policía. Estadísticamente, no hay más; se reducen”.

Dado que las protestas por el homicidio policial de George Floyd han reenfocado la atención nacional sobre los abusos policiales y el uso de la fuerza, los expertos y líderes de las fuerzas del orden público dicen que una reforma poderosa sería simple: contratar más mujeres.

Las mujeres representan solo uno de cada ocho agentes de policía juramentados en todo el país, según las estadísticas federales.

Una policía patrulla las calles en medio de las protestas por la muerte de George Floyd en Brooklyn, Nueva York, el 6 de junio de 2020.

Las agencias de aplicación de la ley no reclutan, retienen ni promueven a las mujeres al mismo ritmo que los hombres, a pesar de que las investigaciones sugieren que si lo hicieran, la nación vería muchas menos tragedias como las muertes de Floyd, Laquan McDonald o Eric Garner.

Investigaciones han demostrado que las mujeres policías tienen menos probabilidades de enfrentar acusaciones sostenidas de fuerza excesiva que sus colegas varones, y que las mujeres policías cuestan menos a las ciudades en los acuerdos de demandas civiles por tales incidentes y son objeto de menos quejas ciudadanas. Otro estudio encontró que las mujeres policías hieren menos a los sospechosos.

Cuando se trata del uso rutinario de la fuerza, los estudios han llegado a diferentes conclusiones sobre si el género es un factor. CNN analizó datos de cuatro de los pocos Departamentos de Policía metropolitana que publican datos sobre el género de los agentes involucrados en el uso de incidentes de fuerza. En las cuatro ciudades —Cincinnati, Indianapolis, Nueva Orleans y Orlando— las agentes mujeres estuvieron involucradas en un porcentaje menor de incidentes que su proporción en el Departamento.

Pero más de una docena de policías experimentados, profesionales de la ley e investigadores le dijeron a CNN que las mujeres en los Departamentos de Policía enfrentan obstáculos, desde pruebas de aptitud que enfatizan las habilidades de las personas hasta el hostigamiento generalizado de algunos colegas varones.

Una agente de policía utiliza cinta  para acordonar un área fuera de un restaurante en Hollywood, California, en enero de 2017.

“La vigilancia —la vigilancia policial cotidiana— se trata de servicios sociales: casos de violencia doméstica, lidiar con los problemas de salud mental de las personas, lograr que las víctimas se abran, negociar”, dijo Maureen McGough, jefa de Personal del Proyecto de Policía de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York. “Pero los anuncios de reclutamiento que ves para la policía todavía están usando a ese tipo macho con una pistola. Y las pruebas de aptitud física para ingresar a la academia de policía aún favorecen la fuerza de la parte superior del cuerpo, algo que no tiene nada que ver con lo bueno que vas a ser como policía”.

Si Estados Unidos se toma en serio la reforma policial, dijeron los expertos, entonces las fuerzas del orden público finalmente tienen que dar igualdad de oportunidades a las mujeres.

“La policía como institución fue construida y dirigida por hombres, por lo que el sistema en el que todavía estamos operando, lo que valoramos, las personas que reclutamos, aún refleja esa cultura masculina”, dijo McGough. “No creo que la mayoría de los estadounidenses entienda eso”.

¿Cuál es el papel de las mujeres en la policía?

Durante al menos dos décadas, el porcentaje de mujeres que sirven como agentes en los Departamentos de Policía locales ha aumentado ligeramente a alrededor del 12%. Incluso hay menos mujeres en el liderazgo policial: en 2016, el año más reciente para el que hay datos nacionales disponibles, menos del 3% de los jefes y el 10% de los supervisores de primera línea eran mujeres, según la Administración de Cumplimiento de la Ley administrada por el Gobierno federal y la encuesta de estadísticas administrativas.

Entre 20 de los 25 departamentos de policía más grandes del país que proporcionaron datos a CNN, el porcentaje de mujeres agentes juramentadas varía del 10,6%, en San Antonio, al 25,2%, en Detroit. Las grandes agencias de aplicación de la ley de áreas metropolitanas tienden a tener tasas más altas de mujeres agentes que los departamentos locales pequeños, muchos de los cuales no emplean mujeres, según datos federales.

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En varias democracias occidentales, los agentes tienen muchas más probabilidades de ser mujeres que en Estados Unidos. Cifras recientes muestran que las mujeres representan más de un tercio de la policía en Lituania, Letonia y Estonia. En Inglaterra, Gales y Australia, las mujeres representan más del 30% de la policía; en Canadá, el 22%.

Treinta años de investigación sugieren que la escasez de mujeres estadounidenses con una insignia podría estar exacerbando el uso excesivo de la fuerza policial.

Las mujeres agentes son objeto de menos quejas ciudadanas y denuncias sostenidas de fuerza excesiva que sus colegas masculinos, según un estudio realizado en 2002. Esa investigación, considerada por expertos como una mirada histórica a las diferencias entre géneros en la policía, también muestra que las mujeres le cuestan menos dinero a los municipios y las agencias en pagos de responsabilidad civil en comparación con los hombres. El último hallazgo ha sido respaldado por investigaciones adicionales que muestran que las mujeres usan menos fuerza y son objeto de menos investigaciones locales y demandas. En Minneapolis, por ejemplo, solo tres de más de 50 demandas resueltas por comportamiento entre 2010 y 2014 involucraron a mujeres acusadas de fuerza excesiva, según una investigación de la Radio Pública de Minnesota.

La investigación también indica que cuando los policías varones se combinan con agentes mujeres, usan menos fuerza, y las mujeres que tienen a otra policía como compañera son las menos propensas a usar fuerza extrema. Mientras que el 30% de los agentes hombres dispararon sus armas mientras estaban de servicio, solo el 11% de las mujeres policías lo hicieron, según una encuesta del Pew Research Center, de 2017.

Si bien cada persona es diferente, las mujeres generalmente tienden a socializar y hablar en lugar de gritar, negociar en lugar de intimidar y empatizar en lugar de ordenar, dijeron los líderes policiales e investigadores.

Una agente de policía y otros procesan la escena de un tiroteo en Grand Forks, Dakota del Norte, el 27 de mayo de 2020.

“Estuve en la calle durante muchos años, involucrada en todo tipo de incidentes críticos, y la fuerza nunca fue mi primera respuesta”, dijo Janeé Harteau, quien se desempeñó como jefa de la Policía de Minneapolis, entre 2012 y 2017. “Preferiría no pelear para salir de una situación. Lo haré si tengo que hacerlo, pero si puedo poner las esposas y con eso terminamos, es genial”.

“Las mujeres inventaron la desescalada”, dijo Harteau. “Se llama comunicación”.

En la larga lista de asesinatos policiales de alto perfil que han provocado protestas en todo el país, la gran mayoría de los agentes acusados son hombres, desde Derek Chauvin, en Minneapolis, hasta Darren Wilson, en Ferguson, y Daniel Pantaleo, en Nueva York.

Uno de los pocos incidentes fatales que involucraron a una mujer policía, que recibió atención nacional en los últimos años, fue el asesinato, en 2018, de Botham Jean, un hombre negro que recibió un disparo en su apartamento, en Dallas, por la agente Amber Guyger, quien dijo que pensaba que estaba entrando en su propia casa. Guyger cumple una condena de 10 años de prisión después de ser declarada culpable del homicidio de Jean en 2019.

Lo que revelan los datos

El análisis de datos de CNN de cuatro ciudades respalda la idea de que las mujeres usan menos fuerza. Las mujeres agentes en Orlando llevaron a cabo el 8% de los usos de la fuerza, entre 2009 y mayo de 2019, mientras que representan el 17% del Departamento. En Cincinnati, las mujeres agentes llevaron a cabo el 13% de los episodios de uso de la fuerza, desde 2000 hasta septiembre de 2018, mientras que actualmente representan el 23% del total de los policías.

En Indianapolis, las mujeres policías realizaron el 9% de los usos de la fuerza, desde 2014 hasta el mes pasado, mientras que actualmente representan el 13% de los agentes. Y en Nueva Orleans, las mujeres policías llevaron a cabo el 10% de los usos de la fuerza, desde 2016 hasta noviembre de 2019. Formaron el 22,5% del Departamento en 2016, el último año para el que hay datos federales disponibles.

La jefa de policía de Honolulu, Susan Ballard, en el centro, mira hacia arriba mientras el Departamento de Bomberos de Honolulu y los helicópteros la Policía dejan caer flores en una procesión para la agente de policía Tiffany-Victoria Enríquez, el 30 de enero de 2020.

También hay alguna evidencia de que las mujeres agentes usaron fuerza más seria en niveles más bajos que sus colegas varones. Por ejemplo, en Nueva Orleans, que clasifica el uso de la fuerza en cuatro niveles por seriedad, las mujeres llevaron a cabo solo el 7,5% de los usos policiales de la fuerza al más alto nivel, que incluyen descargar su arma de fuego, someter a alguien por el cuello o golpear a un sospechoso con esposas.

Las mujeres en la actividad policial tienden a tener diferentes habilidades, dijo Liana Pérez, directora de Operaciones de NACOLE, un grupo nacional de agencias de supervisión de la policía civil.

“A veces se benefician de las habilidades de desescalada o la capacidad con la gente”, dijo Pérez, quien anteriormente trabajó como auditora de policía independiente para la ciudad de Tucson. “Y por otro lado, en su mayor parte, los sospechosos o individuos con los que se encuentran tienen menos probabilidades de tener una confrontación física con una mujer que con un hombre”.

¿Dónde están las mujeres?

Los Departamentos de Policía enfrentan dos problemas para aumentar el número de mujeres con una insignia: reclutarlas y mantenerlas en la fuerza.

Eso comienza, dijeron los expertos, con la forma en que algunos Departamentos anuncian nuevos reclutas, con comerciales que presentan principalmente hombres y ofrecen una imagen de policía más del tipo “Duro de Matar” que “Officer Friendly”: armas disparando, hombres bajando por las fachadas de los edificios, y persecuciones de autos de alto octanaje.

Los anuncios que destacan las armas grandes y los enfrentamientos militaristas se han utilizado para reclutar nuevos agentes en ciudades desde Alejandria, Louisiana hasta Brunswick, Georgia, y Melbourne, Florida, e incluso en lugares como Palo Alto, California, un suburbio rico de Silicon Valley, que tuvo 90 incidentes de crímenes violentos en 2017, el año en que se lanzó el anuncio.

En Gainesville, Florida, el jefe de la Policía dejó de usar un anuncio de reclutamiento, en 2014, que mostraba escena tras escena de hombres disparando armas con música heavy metal, dijo un portavoz, porque decidió que no representaba el trabajo policial cotidiano. Aunque el Departamento dejó de vincularlo en su sitio web y lo transmitió localmente, en el otoño de 2015, permaneció en el canal de YouTube de la agencia hasta que un reportero de CNN le preguntó al Departamento al respecto, la semana pasada.

Las mujeres reclutadas también enfrentan barreras para aprobar las pruebas de aptitud que aún se requieren para muchos Departamentos de Policía en todo el país.

En Nueva Jersey, aproximadamente un tercio de las reclutas (31%) reprobaron la prueba de aptitud de la academia de policía estatal en 2017, mientras que solo el 2% de los reclutas masculinos lo hicieron, según una investigación realizada por Asbury Park Press y USA Today Network. En Colorado Springs, un juez federal dictaminó, en 2017, que la prueba de aptitud del Departamento de Policía local discriminó a las mujeres, lo que llevó al Departamento a dejar de usar la prueba y otorgó a los 12 demandantes un acuerdo de más de US$ 2,4 millones. Según la decisión del juez, la mitad de las reclutas mujeres no pasaron esa prueba, mientras que solo el 6% de los reclutas masculinos lo hicieron.

Pero los expertos dicen que la mayoría del trabajo policial se basa más en habilidades interpersonales que en la fuerza de la parte superior del cuerpo, y que esas pruebas pueden dificultar arbitrariamente el éxito de las mujeres.

Algunos Departamentos ya han comenzado a reformar las pruebas de aptitud. En Texas, el Departamento de Seguridad Pública del estado lanzó una política modelo que reemplaza las pruebas que involucran flexiones, correr o flexiones de pecho con una única prueba de remo que tiene diferentes requisitos en función de la edad, el sexo y el peso. Varias ciudades como Austin lo han adoptado.

Sin embargo, incluso las ciudades que han reformado sus pruebas aún pueden tener procesos de reclutamiento sesgados. Cuando la teniente Eve Stephens comenzó un nuevo cargo en el Departamento de Recursos Humanos de Austin, se dio cuenta de que pocas mujeres se graduaban de la academia de policía. Solo el 11% de los agentes en Austin son mujeres, uno de los porcentajes más bajos entre los departamentos metropolitanos más grandes.

Stephens descubrió que varios instructores masculinos de la academia las cuestionaron cuando intentaron usar tácticas de desescalada en sus ejercicios de juego de roles, dijo. Stephens le dijo a CNN que un recluta informó que un instructor le dijo que iba a hacer “su trabajo” para que ella no se graduara. Otro recluta, una madre ama de casa, le dijo a Stephens que un instructor masculino le dijo: “¿si quiera estás lista para esto?”.

Stephens dijo que presionó exitosamente para que ambos instructores fueran transferidos de la academia.

“Solo pensé, ‘¿Dónde demonios están todas las mujeres?’”, dijo Stephens, quien comenzó un programa de tutoría para reclutas mujeres, en 2018. “Estábamos reclutando a muchas mujeres y muchas mujeres comenzaron en la academia, pero el desgaste fue el doble que el de los hombres”.

El Departamento de Policía de Austin no respondió a las instancias descritas por Stephens sobre instructores de la academia, pero en un comunicado dijo que lleva a cabo sesiones de reclutamiento enfocadas en mujeres donde las solicitantes pueden hablar con mujeres policías. Se prohíbe cualquier incidente de comentarios o comportamiento inapropiado, dijo el Departamento, y si se corroboran, la persona infractora será reprendida y podría ser despedida.

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Por qué el decreto de Trump para reformar la policía es insuficiente
01:45 - Fuente: CNN

“Aquí, gatito, gatito”: cómo se siente subir de rango

Una vez que las mujeres se convierten en agentes de policía, otra barrera enorme para mantenerlas en la profesión es el trato que enfrentan de algunos colegas masculinos.

Cuando Harteau comenzó su carrera policial en Minneapolis, en la década de 1990, dijo, sus compañeros regularmente le hacían comentarios sexualmente sugestivos. “Podría manejar eso”, dijo.

Pero el acoso que enfrentaron Harteau y su compañera se intensificó. Su patrulla fue destrozada, dijo, y la propiedad que debería haber ido a la sala de pruebas terminó misteriosamente en su automóvil. Los agentes “consistentemente” no respondieron a sus llamadas de refuerzos, dijo.

“Una vez tuvimos una persecución con un auto robado y el tipo se va, y estoy tratando de transmitir una descripción, y uno de los tipos toma la radio y comienza a decir, ‘Aquí, gatito, gatito’”, recordó Harteau. “Fue degradante”.

El Departamento de Asuntos Internos no tomó en serio sus quejas, dijo Harteau, por lo que ella y su compañera presentaron una queja de discriminación y ambiente hostil de trabajo ante el Departamento de Derechos Humanos del estado, que ganaron. El Departamento de Policía remitió una solicitud para hacer un comentario sobre el caso a la Oficina del Fiscal de la Ciudad, que declinó hacer comentarios, y el Departamento de Estado no respondió a una solicitud de comentarios.

Harteau tenía una opción: renunciar o conservar su insignia y seguir adelante. Fue ascendida a jefe “porque nunca me fui”, dijo. E incluso como jefa, se enfrentó a dudas del Departamento dominado por hombres cuando trató de promover a más mujeres, dijo.

Harteau renunció a pedido del alcalde en 2017 después de que un agente disparó y mató a una mujer que había llamado al 911 para denunciar una violación. El agente fue condenado por asesinato y homicidio involuntario. Hubo otro tiroteo policial controvertido durante su mandato.

Pero Harteau también trató de mejorar el Departamento. Dos veces trajo al Departamento de Justicia de Estados Unidos para revisar las prácticas policiales. Esos esfuerzos, dijo, resultaron en que la Policía creó un mejor sistema para rastrear las quejas de los agentes y el personal que recibió capacitación sobre cómo interactuar con los manifestantes.

“A lo largo de mi carrera siempre he realizado una considerable reflexión personal, evaluando lo que hago”, dijo. “¿Todos los días hice lo mejor que pude? Probablemente no. Algunos días eres más fuerte y puedes lograr más, pero ¿hice las cosas mejor que cuando empecé? Creo que sí”.

Alrededor del 14% de los agentes de Minneapolis son mujeres, según el Departamento.

Más de 30 mujeres agentes de todo el país compartieron historias similares con Natalie Todak, profesora asistente de Criminología de la Universidad de Alabama. Ella entrevistó a mujeres que han sido promovidas a unidades policiales de élite como escuadrones de bombas o equipos SWAT. Sus colegas varones les dijeron cosas como que la unidad había vuelto “afeminada” desde que se unieron, dijo Todak.

A las mujeres en el estudio se les prometió el anonimato, dijo Todak, porque hablar públicamente sobre su acoso “convertiría a una mujer en un paria” y amenazaría su carrera.

En cambio, dijo, encuentran formas de hacer frente. Ellos usan el humor. Mantienen la cabeza baja.

Eso es lo que Wendy Stiver intentó hacer. En el Departamento de Policía de Dayton, donde trabajó durante más de dos décadas, alguien dejó una vez un producto de higiene femenina adherido a una evidencia en el parabrisas del auto que compartía con otra mujer, dijo.

Incluso después de llegar a la especialidad, las payasadas sexistas continuaron: una placa con el nombre de un sargento masculino fue colocada en la puerta del baño de la mujer, dijo, y un producto de higiene femenina estaba pegado en la puerta de otro sargento.

“Están haciendo estos chistes de vestuario”, dijo Stiver, quien ahora trabaja como ejecutivo en el Departamento de Policía de Charleston, Carolina del Sur. “Esa era la cultura del vestuario”.

Stiver dijo que nunca denunció estos incidentes porque no creía que resultaría en un cambio. Una portavoz de la Policía de Dayton dijo que la agencia no puede verificar esos presuntos incidentes ocurridos ya que no fueron denunciados, y agregó que el Departamento está tratando de crear una cultura “inclusiva para todas las personas”.

Cómo pueden mejorar los Departamentos de Policía

Los líderes policiales dicen que los Departamentos están haciendo un mayor esfuerzo para aumentar el número de mujeres en sus filas ahora más que antes, y las protestas por la muerte de Floyd muestran cuán importante es ese trabajo.

Roman, la exjefe de Newark, dijo que ella y otros profesionales de la ley están luchando por lo que ella llama “Iniciativa 30 por 30”, el ambicioso objetivo de elevar el porcentaje de representación femenina en la aplicación de la ley al 30% para 2030.

Y es no solo mujeres jefas de policía que toman en serio las disparidades de género. Luther Reynolds, la jefa de la Policía en Charleston, Carolina del Sur, dijo que reclutar mujeres es una de sus principales prioridades, y recientemente retiró o reasignó agentes que habían cuestionado su decisión de promover a una joven teniente.

“Me sentí más segura con algunas de las mujeres con las que trabajaba porque tenían paciencia, empatía … sabían cómo hablar con la gente”, dijo Reynolds. “Tal vez no hicieron levantamiento de pesas de 150 kg, pero tenían otras habilidades para navegar en situaciones realmente complicadas”.

En Houston, el jefe de la Policía, Art Acevedo, dijo que se ha esforzado por promover a más mujeres. Ahora, poco más de la mitad de los jefes asistentes y comandantes de división del Departamento son mujeres.

Esas líderes “no están ubicadas allí solo porque son mujeres, sino porque son muy buenas”, dijo Acevedo. “No se requiere testosterona para hacer el trabajo”.

¿Cómo reportamos esta historia?

Para estudiar el uso de la fuerza por parte de las mujeres policías, CNN analizó el uso público de los datos de fuerza de cuatro Departamentos que incluyen el género de los agentes de policía en sus bases de datos: Cincinnati, Indianapolis, Nueva Orleans y Orlando.

Ninguna de las bases de datos parece incluir usos fatales de la fuerza. Los datos de Cincinnati, Indianapolis y Nueva Orleans incluían cada uso individual de la fuerza por parte de un agente contra cada sospechoso individual, por lo que si un policía apuntaba con su arma a tres sospechosos en un incidente, eso podría contarse como tres usos de la fuerza. Para los datos de Orlando, los incidentes se contaron por separado, por lo que cada agente contado pudo haber usado la fuerza contra varias personas.