Por Juan Carlos Lopez, CNN
Washington (CNN) – El aspirante presidencial republicano Newt Gingrich ha reiterado en la última semana que no está a favor de una amnistía inmigratoria, que de ser elegido terminará la cerca fronteriza durante su primer año como presidente y que el inglés será el idioma oficial de Estados Unidos, aunque él estudia español.
Pero propone no deportar a quienes lleven más de 25 años en el país como indocumentados, sino darles la opción de legalizarse sin optar a la ciudadanía estadounidense.
¿Pero qué implica eso en cifras? Un nuevo estudio del Centro Hispano Pew basado en cifras del la oficina del Censo, calcula que en estos momentos hay 10,2 millones de indocumentados en Estados Unidos; dos terceras partes de ellos llevan por lo menos 10 años en el país, unos 6,8 millones de personas; 3,5 millones llevan más de 15 años y unos 2,8 millones entre 10 y 14 años.
El informe realizado por Mark Hugo López, director asociado del centro Hispano Pew, y sus colegas Jeffrey Passel y Seth Motel también dice que el 22% de los indocumentados llevan entre 5 y 9 años en el país y un 15%, el porcentaje más bajo, de quienes llegaron en los últimos 5 años. ¿Por qué?
Según el análisis del centro hispano Pew, los datos demuestran que el mayor crecimiento de la inmigración ilegal se dio en las décadas de los 80 y 90, y se reduje desde entonces, una tendencia que se aceleró con la recesión económica de 2008
En el más reciente debate de CNN, Gingrich dijo que “si una persona lleva 25 años en el pais, tiene tres hijos y dos nietos, ha pagado impuestos y respetado la ley, y pertenece a una iglesia, no creo que lo vamos a separar de su familia, a desarraigarlo y expulsarlo”.
Sigamos con más cifras. Según el estudio, la mitad de los inmigrantes indocumentados, casi 4,7 millones de personas, tiene hijos menores, un fuerte contraste con el 38% de los residentes legales y un 29% de los nacidos en Estados Unidos. Los indocumentados son, en promedio, más jóvenes que el resto de la población y por eso tienen más hijos que los demás, por lo que es alto el potencial de separar familias con las deportaciones.
Las preguntas que quedan son: ¿cuántos de los más de 10 millones de indocumentados se beneficiarían de la propuesta de campaña de Gingrich, que ha sido rechazada por sus rivales por considerarla una amnistía? Está claro que serían muchos, lo que agrega un elemento más a una ya volátil discusión. Y la otra interrogante, con estas cifra cifras ¿seguirá en pie la propuesta de Gingrich?
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