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WASHINGTON (CNN) — Tras dos años de protestas, boicots y demandas contra la ley migratoria de Arizona, la decisión tomada el lunes por la Corte Suprema dejó una eventual reforma migratoria sin cambios, con otras entidades en descontento y un Congreso que evita el debate.

“Diría que la Cámara de Representantes no va a tocar esto por nada del mundo hasta después de las elecciones”, dijo a CNN Charles H. Kuck, socio gerente en Atlanta del bufete de abogados en temas migratorios Kuck Immigration Partners.

El fallo de 5-3 de la Corte Suprema sobre la Ley SB1070 fue una decisión dividida, ratificó el aspecto más controvertido de la normativa, el “mostrar sus documentos” que permite a la policía verificar el estatus migratorio de una persona mientras aplica otras leyes, pero también desechó el derecho de Arizona para regular la inmigración a nivel estatal.

La opinión discrepante del magistrado Antonin Scalia, que simpatizó con Arizona como parte de la base de su legislación, hizo referencia a la inacción del gobierno federal en materia del control de la inmigración ilegal. “Los ciudadanos de Arizona se sienten asediados por una gran cantidad de inmigrantes ilegales que invaden su propiedad, abusan de sus servicios sociales e incluso ponen en peligro sus vidas”, escribió Scalia.

El magistrado agregó que era asestarle un golpe al gobierno de Obama, que a principios de este mes anunció que permitiría a algunos jóvenes inmigrantes ilegales permanecer en el país siempre y cuando cumplan ciertas condiciones.

“Las autoridades federales no han sido capaces de remediar el problema, y de hecho hace poco demostraron que no están dispuestos a hacerlo”, continuó Scalia. “Miles de los aproximadamente 400.000 inmigrantes ilegales en Arizona, incluyendo no solo a los niños sino también a los hombres y mujeres menores de 30 años, ahora se encuentran con inmunidad para que se les apliquen las leyes, y podrán competir abiertamente por un empleo con los ciudadanos de Arizona”.

Han pasado seis años desde el último intento del Congreso para reformar el sistema federal de inmigración y hacer frente a los, aproximadamente, 11 millones de inmigrantes ilegales en territorio estadounidense.

El entonces senador Arlen Specter presentó una iniciativa también apoyada por sus colegas republicanos Sam Brownback, Lindsey Graham, Chuck Hagel, Mel Martínez, John McCain y el demócrata Ted Kennedy, misma que contenía una disposición de amnistía para los inmigrantes ilegales que habían estado en el país durante un largo periodo. Pero la iniciativa no pasó en la Cámara, lugar en el que la disposición de amnistía no tenía la más mínima posibilidad.

Tras otro intento fallido al año siguiente, el entonces presidente George W. Bush expresó su desilusión por la situación. “El Congreso verdaderamente necesita mostrarle al pueblo estadounidense que puede llegar a un acuerdo en temas difíciles”, dijo Bush.

De forma más reciente, una versión del Senado de la Ley DREAM, la cual proporcionaría un camino a la ciudadanía para los estudiantes ilegales en el país, terminó estancada, y eso hizo que el presidente Barack Obama tomara cartas en el asunto a principios de este mes.

Su medida atrajo una ola de críticas por parte de los congresistas republicanos, quienes dijeron que el presidente usó su directiva para detener las acciones judiciales en contra de jóvenes inmigrantes ilegales y así esquivar el sistema.

“Los estadounidenses deberían estar indignados de que el presidente Obama tiene la intención de usurpar la autoridad constitucional del Congreso de los Estados Unidos y conceder amnistía a través de un decreto a un millón de inmigrantes ilegales”, dijo el representante Steve King, republicano por Iowa, a manera de respuesta al anuncio de Obama.

Con un Congreso tremendamente dividido, resulta poco probable que se tome alguna medida sobre la reforma migratoria antes de las elecciones. “Creo que sería difícil imaginar que las cosas cambiarían drásticamente y que podríamos ver medidas en materia por parte del Congreso”, dijo Arturo Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos. Sin embargo, “… entre más tiempo esperemos, peor será la situación”.

Pero ese podría ser el caso, dependiendo no sólo del resultado de la contienda presidencial, sino también las elecciones legislativas, las cuales determinarán qué partido controla la Cámara y el Senado. El último intento en materia migratoria se produjo en un contexto mucho menos partidista y aun así no se logró tras dos años de agotador trabajo legislativo.

La inmovilidad en el tema probablemente no sentará bien en los estadounidenses que apoyaron abrumadoramente la ley migratoria de Arizona. Un sondeo de CNN / ORC Internacional realizado en mayo mostró que más de la mitad de los republicanos, independientes y demócratas estaban a favor de la ley.

Los republicanos culparon a Obama por su falta de acción en materia migratoria durante sus dos primeros años en el puesto, época en que los demócratas controlaban ambas cámaras del Congreso.

“El presidente Obama tuvo dos años con un control total del Senado y la Cámara. ¿Por qué no planteó el asunto de la inmigración ilegal?”, dijo Rita Bonilla, integrante de Fronteras Seguras EU y activista de temas migratorios en la organización “¡Tú no hablas por mí!”, la cual apoya la ley migratoria de Arizona.

Mitt Romney, el supuesto rival presidencial de Obama, lo criticó una vez más por la misma razón tras el anuncio de la decisión de la Corte. “El presidente Obama no ha podido ofrecer liderazgo en materia de inmigración. Esto representa otra promesa incumplida por este presidente”, dijo Romney en un comunicado. “Como candidato, Obama se comprometió a presentar un plan migratorio durante su primer año en el puesto. Sin embargo, cuatro años después, seguimos esperando”.

Pero Obama a través de un comunicado del lunes, indicó que estaba dispuesto a trabajar en una reforma migratoria. “Voy a trabajar con cualquiera en el Congreso que está dispuesto a avanzar en una reforma migratoria integral que se ocupe de nuestras necesidades económicas y de seguridad, y que sostenga nuestra tradición de ser un país de leyes y una nación de inmigrantes”, dijo Obama.

El líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, dijo el lunes en una conferencia de prensa que el Congreso debería reanudar la reforma migratoria, refiriéndose a la ley migratoria de Arizona como una “la ley espantosa”.

“El fallo es un recordatorio de que la responsabilidad última de arreglar el descompuesto sistema nacional migratorio recae en el Congreso”, dijo Reid.

Vargas secundó: “Los estados no pueden crear cada uno distintos planes migratorios. La reforma migratoria no es una solución para los estados; es una solución para el gobierno federal. Por lo que nuestras autoridades federales tienen que unirse para apuntar a la reforma migratoria”, dijo.