(CNN) — Los empleados de la Tienda Apple, vestidos con playeras azules aplaudieron, cantaron y lanzaron porras intermitentes mientras pasaban junto a John H., quien estaba en la fila de espera para comprar el iPhone 5 en Atlanta, Estados Unidos, el mes pasado.
El hombre de 29 años, quien nunca había esperado en una de las filas extensas que dicen “necesito el producto así que estoy dispuesto a esperar horas aquí” de Apple, no se veía divertido. Aproximadamente en el momento en que salía el sol, John se apoyó en una barandilla en el centro comercial Lenox Square y frunció el ceño a todo el alboroto.
“No tenía nada mejor que hacer”, dijo acerca de su decisión de ir al centro comercial y esperar en línea para comprar el smartphone más nuevo de Apple. John, quien pidió que su apellido no fuera utilizado, había salido de un turno en la noche con una aerolínea.
“Mi novia está fuera de la ciudad”, añadió. “Simplemente salía”.
Un año después de la muerte del cofundador de Apple, Steve Jobs, ese tipo de indiferencia parece casi un sacrilegio cuando es puesta contra la historia de fanáticos de Apple que rodea los lanzamientos de productos de la empresa. Y aunque es verdad que una mujer en Nueva York esperó en la fila durante ocho días, desafiando a la lluvia, la policía, los accidentes y todo lo demás que sería horrible por dormir fuera de Manhattan durante una semana, la emoción por el iPhone 5 parecía menos palpable que en el pasado, al menos entre las masas.
¿La causa? Esa es una incógnita. Quizá es que el teléfono parece menos emocionante que sus predecesores. Quizá es más difícil para los fanáticos reunir entusiasmo para Apple ahora que la alguna vez débil se volvió la empresa de tecnología más rica y más poderosa. O, más preocupante para los fieles a Apple, quizá algo de la chispa de la empresa se desvanece con los clientes ahora que Jobs, el perfeccionista del diseño, ya no está firmando los nuevos productos.
Obviamente, no hay falta de brillo en el precio de las acciones de Apple, que coquetean con 700 dólares la acción, y ha sido acusada por balancear tendencias para mercados enteros.
Y Apple vendió cinco millones de iPhone 5 en el primer fin de semana, aunque esa cifra fue menos de lo que los analistas habían esperado debido a la emoción de los asistentes y la demanda acumulada para el dispositivo.
Sin embargo, un cambio pareció evidente en el lanzamiento del nuevo teléfono, al menos con el muestreo aleatorio de clientes que hablaron con CNN esa mañana. No es que Apple no sea popular. Es que quizá los fanáticos no están tan emocionados como solían estarlo.
Para empezar, nadie afirmaría que Apple es un héroe de la contracultura estos días. Eso era evidente en el hecho de que algunos de los que estaban formados en Atlanta hablaban sobre el teléfono no como una bendición que alteraba la vida (el iPhone ha sido llamado “el teléfono de Jesús”, recordemos) sino en términos prácticos de consumidor.
Un hombre de 31 años, Nick Loner, quería una cámara mejor antes de que fuera de vacaciones con su familia. Ed Veillette, de 45 años, estaba en la fila para comprar el teléfono para su hijo adolescente, quien quería poder mostrárselo a sus amigos, en la sala de almuerzo de la escuela.
“Podría ser una piedra”, dijo Veillette. “Si todos tuvieran una piedra, él la querría”.
El cambio de ambiente era evidente también para los más fanáticos de Apple.
“La emoción se ha establecido”, dijo Justin Henderson, de 32 años, quien había esperado en la fila para el nuevo smartphone de Apple cada año desde que el iPhone fue lanzado. “La fila más grande que he visto en los últimos cinco años fue para el iPhone 4. Esa fila era ridícula”.
¿Esta fila? No tanto.
“Creo que las personas saben lo que obtienen, y solo quieren la actualización, contra obtener el teléfono por primera vez”, y estar súper emocionados por eso, dijo.
En un video de YouTube sobre la reciente apertura de una tienda Apple en Estocolmo, Suecia, algunos clientes se veían desconcertados, si no es que perturbados, por los aplausos y el canto de los empleados en playeras azules de Apple.
La empresa también tiene problemas para controlar a los expertos en tecnología.
En una publicación titulada Confessions of a former Apple fanboy (Confesiones de un exfanático de Apple), el bloguero Roy Choi escribe que pierde fe en la capacidad de Apple de emocionar el mismo nivel de fanatismo en la era después de Steve Jobs.
“No digo que esta repetición del iPhone sea un dispositivo horrible, pero cuestiono si Apple tiene la capacidad para mantener la innovación que lidera la industria”, escribe Choi en el sitio TechnoBuffalo. “Apple históricamente ha sido conocido por un diseño creativo y tecnología disruptiva, características emblemáticas, que sorpresivamente están perdiéndose esta vez. No es característico de Apple dar un producto promedio. Mis pensamientos son que estas especificaciones pueden ser encontradas en casi cada smartphone de media o alta gama en el mercado”.
John Gruber, leal a Apple y autor del blog influyente Daring Fireball, escribió favorablemente sobre la revelación de Amazon de su competidor de iPad más nuevo.
“Om Malik afirma que (el CEO de Amazon, Jeff) Bezos es el heredero de la corona de Steve Jobs. Estoy de acuerdo. No porque Bezos haya copiado todo lo que ha hecho Jobs, sino porque no lo ha hecho. Lo que ha hecho que es parecido a Jobs es que busca obstinadamente, año tras año, iteración tras iteración, una visión a diferencia de la de otra empresa; todo en nombre de hacer a los clientes felices”.
Forbes señala que el iPhone 5 supuestamente iba a cimentar el legado de Jobs.
“Los informes alrededor de la muerte de Steve Jobs hablaban sobre cómo estaba enfocado en el iPhone 5 durante sus últimos días y predijo que sería su ‘dispositivo legado’”, escribe el colaborador Chunka Mui.
“Eso parecía plausible, dada la reputación de Jobs y la naturaleza incremental del iPhone 4S que salió aproximadamente al mismo tiempo, y ayudó a aumentar la anticipación para el lanzamiento del iPhone 5 de esta semana.
“Sin embargo, el nuevo iPhone no reúne esas aspiraciones de ‘legado’. El iPhone 5 es más grande, más rápido, más delgado, etc.; definitivamente una oferta válida que reitera el diseño, ingeniería y comercialización de Apple. Aunque no hace nada para disminuir la reputación genial de diseño de Jobs, no hace nada para mejorarla tampoco”.
Apple ha estado bajo ataque por su nueva aplicación de mapas llena de errores, que remplaza a Google Maps en el iPhone 5 y en le iOS 6, el nuevo sistema operativo móvil de la empresa. En una extraña carta pública, el CEO de Apple, Tim Cook, se disculpó por la calidad de los mapas la semana pasada. Usuarios frustrados de iPhone 5 también se han quejado por un bicho que causa que sus teléfonos absorban datos celulares incluso cuando están conectados a una red Wi-Fi.
Por supuesto, siempre hay contrargumentos.
Aquí está uno de Kris Abarilla, quien respondió a mi pregunta sobre el estado cambiante de los fanáticos de Apple a Google+: “los fanáticos ciertamente no han cambiado mucho desde Jobs. Las personas son leales a la marca, no a la persona que la dirige.
“Incluso después de que las personas se percataron de cuán mala es la aplicación de Mapas en el nuevo iOS 6, esos mismos usuarios venden la grandeza de Apple”.
Es claro que los empleados de Apple y los leales fanáticos de la empresa continuarán no solo comprando productos Apple sino amándolos, y a la empresa detrás de ellos.
La pregunta es: ¿qué hay de los demás?
“Aunque Apple permanecerá como una empresa altamente rentable en los próximos años, estaría sorprendido si nos da otro producto tan transformador como el iPhone (original) o la iPad”, escribe Joe Nocera en la sección de opinión de The New York Times.
“Parte de la razón es obvia: Jobs ya no está aquí”, escribió. “Es extraño que una empresa sea completamente una extensión del cerebro de un hombre como Apple era una extensión de Jobs. Mientras estaba vivo, esa era una fuerza; ahora es una debilidad. El actual equipo ejecutivo de Apple sin duda intenta mantener la misma cultura demandante e innovadora, pero simplemente no es lo mismo sin el hombre viendo sobre el hombro de todos”.