Por Matt Smith, CNN
(CNN) — El cardenal y arzobispo de la Iglesia Católica de Escocia Keith O’Brien enfrenta las acusaciones de “conducta inapropiada” con otros sacerdotes, mientras que se prepara para unirse al cónclave que escogerá un nuevo papa.
El periódico británico The Observer reportó el domingo que tres sacerdotes y un exsacerdote presentaron acusaciones contra O’Brien que datan de hace 30 años. The Observer no dio detalles de las acusaciones ni identificó ninguno de los acusadores de O’Brien, pero dijo que uno de los sacerdotes alegó que “el cardenal desarrolló una relación inapropiada con él”.
O’Brien no asistió a la misa en la Catedral de St. Mary en Edimburgo el domingo, pero la Oficina de Prensa Católica Escocesa le dijo a CNN que el cardenal “niega esas acusaciones y se asesorará legalmente”.
Sus acusadores le llevaron las quejas al representante del Vaticano en Reino Unido y exigieron la renuncia de O’Brien, reportó The Observer. En el Vaticano, el padre Federico Lombardi, un vocero de la Iglesia, le dijo a los periodistas que el papa Benedicto XVI ha sido informado de las acusaciones.
O’Brien, nacido en Irlanda, se retirará en el Día de San Patricio, su cumpleaños 75. Pero en un mensaje a la Arquidiócesis de St. Andrews en Edimburgo el domingo pasado, dijo que espera participar en la reunión del Colegio Cardenalicio en Roma para elegir al sucesor de Benedicto, cabeza de la Iglesia Católica desde 2005.
Las acusaciones contra O’Brien siguen a rumores en la prensa italiana de la posibilidad que sacerdotes homosexuales podrían ser susceptibles a extorsión de parte de prostitutos, lo que generó especulaciones de que un escándalo de ese tipo habría propiciado la renuncia de Benedicto.
El Vaticano negó con vehemencia las acusaciones.
El secretario de Estado del Vaticano Tarcisio Bartone dijo que era “deplorable” que con la cercanía del momento de elección de un nuevo papa de parte de los cardenales, haya aparecido una serie de “historias no verificadas, inverificables o completamente faltas” mientras los cardenales se preparan para el cónclave.
Benedicto anunció su renuncia el 11 de febrero, diciendo que a los 85 años está muy débil para continuar sus labores. Deja el papado el jueves, convirtiéndose en el primer papa en renunciar desde 1415.
Hada Messia y Per Nyberg colaboraron en este informe.