(CNN Español) – Altagracia Tejeda, de origen dominicano, vive en la avenida Seymour de Cleveland desde hace 8 años. Su casa queda justo frente a la de Ariel Castro. En ese tiempo, jamás imaginó que su vecino guardaba tan macabro secreto. Para ella, Castro era un hombre amable aunque un poco distante y, según Tejeda, con pocos amigos.
Nadie solia entrar y salir de esa casa, dice. Sin embargo, tres mujeres y una niña de 6 años permanecían encadenadas dentro de ese hogar donde eran abusadas física, emocional y sexualmente.
Cuando Amanda Berry logró escapar de la casa junto a su hija de 6 años con la ayuda de sus vecinos, Altagracia le prestó su teléfono y desde ahí se produjo la dramática llamada al 911, o número de emergencias, que terminó con el cautiverio de Amanda, su hija, Gina Dejesus y Michelle Knight. “Ella gritaba: yo soy Amanda Berry, he estado secuestrada 10 años”, recuerda Tejeda.