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Por Todd Leopold

(CNN) – En sus siete años de existencia, Twitter se ha convertido en un lugar para leer noticias, chistes, cuentos cortos, rivalidades políticas e incluso textos ingeniosos.

También se ha convertido en un espacio para expresar intolerancia.

La semana pasada, cuando la estadounidense de ascendencia india Nina Davuluri fue elegida como Miss America, hubo enojo en el universo tuitero.

“Esto es Miss America, no Miss Extranjera “, escribió @MeredithRoanell.

“Felicidades a al Qaeda. Nuestra Miss America es una de ustedes”, publicó @Blayne_MkItRain.

¿Qué pasa con Twitter? Sean hechos trascendentales o triviales, el sitio con más de 500 millones usuarios tiene algo que decir… y a menudo es con enojo.

La noticia de que Ben Affleck había sido elegido para representar Batman también despertó la ira de los usuarios; cuando el ciudadano George Zimmerman fue absuelto por el asesinato de un joven negro, tuiteros perdieron los estribos.

Si hay algo negativo qué decir sobre deportes, programas de televisión, política, o medios de comunicación, será dicho en Twitter (a veces con mala ortografía y en MAYÚSCULAS).

David Reiss, un psiquiatra de San Diego especialista en la dinámica de la personalidad, dice que la impulsividad de Twitter puede sacar lo mejor de las personas.

“Es muy fácil escribir algo y darle enviar, y puedes decir algo de manera impulsiva sin pensarlo bien”, dice Reiss. Es como la clásica carta de enojo que escribes y guardas en un cajón hasta que te calmas, explica.

“Con Twitter no necesitas hacer eso. Y si hay comentarios o réplicas, no necesariamente las ves”.

Hasta este viernes por la tarde, Twitter no había respondido a CNN una solicitud de comentarios.

“La ira es más influyente”

Esta ira no es exclusiva de Twitter. Puedes encontrarla en otras redes sociales, secciones de comentarios en los sitios de noticias y prácticamente en todo internet. YouTube, por ejemplo, también es conocido por atraer comentarios crueles.

Pero Twitter es un blanco fácil. Además de la impulsividad, Reiss afirma que esta plataforma tiene características que propician hablar mal: el anonimato, la percepción de que no hay consecuencias y el deseo troll de meter cizaña.

Quizá lo más intrigante es la revelación de un estudio publicado recientemente por investigadores de la Universidad de Beijing: tras el análisis de mensajes en Weibo (la versión china de Twitter), determinaron que la ira es la emoción más poderosa en el ciberespacio.

De las cuatro emociones básicas en las que se clasifican los tuits, la tristeza y el disgusto apenas destacan; a la alegría le va mejor, pero la ira es como un potente virus que se propaga más rápido que todos.

“Nuestros resultados muestran que la ira es más influyente que otras emociones como la alegría, lo que indica que los tuits con enojo pueden propagarse rápidamente y más ampliamente en internet”, escribieron los investigadores.

Monica Stephens, profesora de Geografía en la Universidad de Humboldt, en California, elaboró un mapa titulado La geografía del odio, inspirado en parte por los insultos en Twitter tras la reelección de Barack Obama.

El mapa destaca las zonas de Estados Unidos con discursos de odio recurrentes, basado en palabras clave, agrupadas por condado y ajustadas a la población. Los resultados favorecen a las áreas rurales, algo que Stephens atribuye al asilamiento y al miedo a los foráneos.

De hecho, un título más apropiado para el mapa sería “la geografía de la xenofobia”, dijo la analista.

“Mucha gente arremetió en mi contra con furia después de ver eso”, dijo. “Tengo cientos de seguidores muy enojados que comenzaron a mandarme correos electrónicos con el término ‘puta racista’”.

El anonimato y la distancia

Esto no suele ocurrir en Facebook. Según Tammy Vigil, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Boston, hay un par de razones:

Por una parte, Facebook es un gran sistema cerrado en el que por lo general te comunicas con personas que conoces, a diferencia de Twitter, donde tu mensaje va a todo el mundo.

Además, tus amigos de Facebook pueden reaccionar directamente a tus mensajes, borrándolo o sacándote de su lista. En mayo, el sitio fortaleció sus políticas para acabar con el discurso de odio.

“En Facebook hay más responsabilidad”, dice Vigil. “La mayoría de las cuentas de Facebook tienen múltiples fotos de sus dueños, que tienen conexiones como ‘estos son mis amigos’”. Hay menos anonimato, así que hay un poco menos de la desinhibición”.

Twitter también crea más distancia, añade Lesley Withers, profesora de comunicaciones en la Universidad Central de Michigan.

“Es asincrónico, no chateas en tiempo real con otra persona, así que la sensación de que hay otros ahí afuera es menor”, dice Withers. Una llamada telefónica e incluso ciertos tipos de diálogo en línea te dan la idea de que tratas con seres humanos reales.

Pero en Twitter, esa conexión no existe, lo que “nos permite expresarnos de una manera que no elegiríamos si tuviéramos enfrente a la persona”.

¿Consecuencias?

Los textos breves de Twitter rara vez generan consecuencias, aunque eso podría cambiar. Recientemente, la red social agregó el botón de ‘reportar abuso’ y ha puesto más atención al bullying.

Pero a los usuarios les cuesta entender las consecuencias, según Withers.

“Creo que la gente no piensa en las ramificaciones a largo plazo”, señala. “Cuando hablo con los estudiantes acerca de cómo utilizan las redes sociales y les digo que muchos de sus empleadores verán lo que publican en Facebook o Twitter, me sorprendo porque hay muchos que responden: ‘Si una empresa me espía en línea, no me gustaría trabajar para ella’”.

Sin embargo, también hay un número creciente de tuitero a quienes no les gustan las ideas negativas. Después de los comentarios sobre Miss America, muchos respondieron con felicitaciones a la modelo y algunos regañaron a los usuarios enojados, y recibieron disculpas.

“Lo siento mucho. No pensé antes de tuitear eso. Realmente no quise herir ni ofender a nadie. Otra vez, lo siento MUCHO”, tuiteó @ JAyres15.

Withers señaló que el sistema tiene muchas cosas que superar.

“La gente usa Twitter para obtener reacciones de los demás”, explica. “Es como un concurso de popularidad: Si puedes poner algo rápido y mordaz que sea retuiteado, esa es tu respuesta; así es como sabes que un tuit fue interesante o efectivo y si a la gente le pareció atractivo. Y la gente no parece estar preocupada de si la respuesta es positiva o negativa”.

¿Y qué funciona? Gritemos a todo pulmón: ¡El enojo!

“La ira es una emoción poderosa. Puedes publicar enfadado y hacer que otras personas sientan algo. Eso nos da la oportunidad de ser dramáticos”, dice Withers. “A un montón de gente le gusta el drama”.

Pero si lo tuyo no es la ira, lee estos consejos para que no te arrepientas