El bajo deseo sexual en mujeres no es necesariamente un problema de la menopausia.

Por Elizabeth Landau, CNN

(CNN) — Durante aproximadamente un mes, Barbara Gattuso se sintió al menos 40 años más joven.

Gattuso, de 65 años, se inscribió a una prueba clínica para un medicamento dirigido a las mujeres con bajo deseo sexual.

No hay un tratamiento médico como el Viagra disponible para impulsar el deseo sexual femenino, pero las mujeres como Gattuso esperaban que eso cambiara con este fármaco experimental, llamado flibanserin.

“Era increíble, absolutamente increíble, y simplemente te hace sentir completa”, dijo Gattuso, al recordar su sensación al tomar este medicamento. “Te hace sentir como una mujer completa de nuevo”.

Fuera de esos escenarios experimentales, no hay medicamentos disponibles para el trastorno de deseo sexual hipoactivo femenino. Ese es el término técnico para cuando las mujeres tienen una falta o una ausencia angustiante de deseo o fantasía sexual. Hasta un tercio de las mujeres adultas pueden experimentarlo, según un estudio de 2002 y es una de los tres principales disfunciones de la vida erótica de las mujeres en México, según especialistas.

Flibanserin parecía una respuesta potencial para muchas. Pero en octubre la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) rechazó solicitudes para dar luz verde al medicamento y pidió más investigación.

Sprout Pharmaceuticals, que busca la aprobación del medicamento, apeló la decisión de la FDA, dijo la presidenta y directora de operaciones de la empresa, Cindy Whitehead.

Si no hay acción positiva sobre el medicamento, podría significar el fin para los esfuerzos farmacéuticos para manejar el deseo sexual femenino, dijo el médico Irwin Goldstein, director de medicina sexual en el Hospital Alvarado en San Diego, California, Estados Unidos, quien colaboró en pruebas clínicas para flibanserin. “Se volverá a las épocas oscuras de decir: ‘Todo esto es un problema de relaciones’, aunque sepamos que no lo es”, advirtió.

La FDA se negó a responder preguntas específicas respecto al asunto. La vocera de la FDA, Andrea Fischer, dijo en un comunicado: “La FDA solo puede proveer información sobre aplicaciones aprobadas de productos farmacéuticos. Cualquier información sobre una solicitud que todavía tiene que recibir una aprobación o a la que se le negó una aprobación pertenece al fabricante/patrocinador que desarrolla el medicamento”.

Generando un medicamento

Flibanserin fue desarrollado inicialmente por el gigante farmacéutico Boehringer Ingelheim, pero la empresa lo abandonó en 2010 después de que la FDA se negó a aprobar su solicitud de nuevo medicamento, al pedir más investigación, dijo Goldstein.

Una operación más pequeña, Sprout Pharmaceuticals, asumió el proyecto en 2011 y volvió a presentar una solicitud con 14 nuevos estudios clínicos, que incluían datos sobre más de 3,000 pacientes nuevos, según la empresa.

En total, más de 11,000 personas participaron en pruebas clínicas para flibanserin, dijo Whitehead.

La FDA indicó en su carta de respuesta que el medicamento tiene un efecto “modesto”, dijo Whitehead. Pero los resultados de la prueba clínica muestran mejora estadísticamente significativa en las mujeres que tomaron el medicamento, en comparación con las que tomaron un placebo, dijo.

Las mujeres que tomaron el medicamento reportaron un aumento promedio de 2.5 eventos sexuales satisfactorios en cuatro semanas, comparado con un aumento de 1.5 entre mujeres que usaron un placebo, según un estudio publicado en 2013 en el Journal of Sexual Medicine.

Flibanserin no es un tratamiento hormonal y no parece afectar la fertilidad o interactuar con medicamentos anticonceptivos, dijo Whitehead.

El medicamento funciona al incrementar el flujo de sangre en el cerebro en ciertas formas en particular, dijo Goldstein. Aumenta los niveles de los neurotransmisores dopamina y noradrenalina, y reduce los niveles de serotonina.

Los efectos secundarios del flibanserin incluyen mareos, náusea, cansancio y somnolencia. A diferencia de algunos tratamientos para hombres, el flibanserin necesita tomarse una vez al día, diariamente.

Otras opciones

Hay otros tratamientos experimentales para el bajo deseo sexual femenil en proceso.

Los medicamentos llamados Lybrido y Lybridos, desarrollados por una empresa llamada Emotional Brain, se sometieron a varios estudios al azar con resultados que son “muy prometedores y serán publicados pronto”, según el sitio web de la empresa.

Un medicamento llamado Bremelanotide es investigado por Palatin Technologies para hombres y mujeres.

“Muchas veces, la comunidad médica realmente pone primero las necesidades de los hombres y no aborda las necesidades sexuales de las mujeres”, dijo la terapeuta sexual Jennifer Foust, quien no está relacionada con el flibanserin.

Debido a que los médicos no tienen soluciones, las mujeres prueban tratamientos menos probados para su bajo deseo sexual, como dietas y hierbas.

“Algunas mujeres se quejan conmigo: ‘¿Por qué no hay un Viagra femenino?’”, dijo Foust.

Deseo sexual: es complicado

El deseo sexual es más complicado para las mujeres que para los hombres, dijo Foust. Hay muchos factores que podrían explicar el bajo deseo de una mujer y no todos son médicos, dijo. El estilo de vida y los problemas de relaciones pueden entrar en juego.

Tener un hijo por primera vez puede ser un factor problemático para algunas mujeres; el ajuste y descifrar cómo reestructurar su vida sexual puede apagar el deseo. Foust habló con algunas madres primerizas que sienten que constantemente se les pide algo de su cuerpo, como si fueran “demasiado tocadas”, pero consideran su falta de deseo como algo problemático.

Algunas parejas mantienen vidas sexuales satisfactorias durante muchos años, pero otras, con el tiempo, entran en piloto automático y tienen cada vez menos sexo.

“Tienes que continuar con la alimentación de tu relación sexual y con la alimentación de tu relación en general”, dijo Foust. “Mucho depende de cuánta importancia y energía pongas en tu vida sexual”.

A veces el estrés también es el problema, dijo.

Foust ofrece ejercicios enfocados de terapia cognitiva conductual para ayudar a las mujeres que están angustiadas por su bajo deseo sexual.

El bajo deseo sexual en las mujeres no es necesariamente un problema que ocurra en la menopausia o después. Foust trabaja con muchas mujeres que se quejan de bajo deseo sexual que tienen entre 30 y 50 años. La edad promedio de las participantes en las pruebas de flibanserin fue de 36 años, dijo Whitehead.

La hija de Gattuso tiene entre 35 y 40 años, y ella y sus amigas tienen problemas similares, dijo Gattuso.

Sus amigas médicos también quieren una solución para el bajo deseo sexual, dijo; quieren poder ofrecer a las pacientes algo además de un “lo siento”.