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Por Ben Brumfield, CNN

(CNN) — Un crucero surcó las aguas de un puerto de Texas este domingo para acabar con la historia de un pequeño miedo al ébola: una pasajera vinculada con el único paciente que ha muerto por la enfermedad en Estados Unidos, quedó descartada de padecer el virus.

La mujer, que quedó en aislamiento voluntario en su cabinete, siguió sin síntomas y sus pruebas de laboratorio salieron negativas, informó la autoridad de salud del condado de Galveston. Ella y su compañero de viaje pudieron desembarcar.

El crucero se dirigía a Belice. Un médico a bordo la observó para asegurar que ella estaba libre de síntomas cuando el periodo de incubación con el que el virus se puede manifestar se acercaba a su fin.

El departamento de Estado de EU decidió trasladarla de vuelta a su país por precaución, desde el aeropuerto de Belice, pero el gobierno de la nación centroamericana no permitió el desembarco del crucero.

Las autoridades mexicanas tampoco dejaron que la embarcación atracara en el puerto de Cozumel, alegando preocupaciones de seguridad sanitaria.

El drama se remonta a su trabajo como supervisora de laboratorio en el hospital Presbiteriano de Texas, el centro del remolino de miedo por el ébola en Estados Unidos.

Fue ahí donde el paciente liberiano Thomas Eric Duncan fue diagnosticado y después murió, y donde dos enfermeras se convirtieron en las primeras personas en contraer la enfermedad en Estados Unidos.

Los directivos del hospital Presbiteriano volvieron a disculparse por “fallar” en sus diagnósticos y procesos. A finales de septiembre, Duncan acudió al sitio tras presentar síntomas, sin embargo los trabajadores de la salud lo regresaron a casa con medicamentos.

“Como una institución, cometimos errores al manejar éste muy difícil reto”, escribió el presidente de Texas Health, Barclay Berdan, en una carta abierta publicada en la edición dominical de Dallas Morning News y Fort Worth Star-Telegram.

En un comunicado, la Casa Blanca apuntó su intención por “asegurar que Dallas tenga todo los recursos apropiados y necesarios para diagnosticar cualquier caso adicional de manera segura y efectiva”.

En una abundante precaución para evitar una posible propagación del virus del Ébola, cerca de 50 personas asociadas al Texas Health Presbyterian han firmado un documento legal restringiendo dónde ir hasta que estén descartados de ébola.

Pero antes de que existiera esa prohibición voluntaria de viaje, la supervisora de laboratorio y una enfermera, quien después bajó con ébola, vinieron de viajes y dispararon reacciones duras.

El crucero que llevaba a la supervisora de laboratorio se dirigía a Belice. Ella no tuvo contacto directo con Duncan pero quizá manejó una de sus muestras de laboratorio.

El barco llevó de vuelta a Texas a la trabajadora de laboratorio este sábado, un día antes de su tiempo estimado de arribo, y la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) envió un helicóptero para recoger muestras de sangre para pruebas. Bajó una cesta para recogerlos.

“Las muestras están en un contenedor, por lo que los miembros de la USCG no están expuestos, fueron tomadas por el médico de a bordo del Carnival”, dijo el suboficial Andy Kendrick, portavoz de la Guardia Costera de EU.

Además hay indicios de esperanza para algunos casos que podrían descartarse. De los cuatro pacientes en tratamiento, al menos dos parecen estar en recuperación.

Y el seguimiento de 48 personas que entraron en contacto con Duncan debería llegar pronto a su fin.