Por Shimon Prokupecz y Catherine E. Shoichet, CNN
(CNN) — El médico Craig Spencer, quien fue diagnosticado con ébola en la Ciudad de Nueva York en octubre pasado, tras regresar de atender pacientes en Guinea, está libre del virus y será dado de alta del hospital el martes, informó este lunes una autoridad de la ciudad que está familiarizada con el tratamiento del doctor.
Spencer, integrante de la organización Médicos Sin Fronteras, se convirtió en la primera persona en dar positivo del virus mortal en Nueva York.
Las autoridades informaron que Spencer, de 33 años de edad, fue hospitalizado tras desarrollar fiebre, náuseas y dolores musculares y fatiga.
El hombre estuvo aislado en el Hospital Bellevue de Nueva York, donde estaba siendo atendido.
Los rumores de que Spencer realizó ejercicio, viajó por el sistema del metro de la ciudad y fue a jugar boliche antes de ser diagnosticado, levantó el medio de que un número de casos de ébola pudiera crecer en la ciudad,pero las autoridades enfatizaron la poca probabilidad de que el virus se propagara.
Luego de que sea dado de alta, se espera que Spencer acuda a su departamento en el vecindario neoyorquino de Hamilton Heights.
El médico, que trabaja en el Hospital Presbiteriano de Columbia en Nueva York, comenzó a trabajar en una serie de proyectos en África en años recientes, incluyendo una estancia en Ruanda, donde trabajó para desarrollarse profesionalmente, enseñando cuidados de emergencia.
Spencer completó su trabajo tratando a pacientes del ébola en Guinea el pasado 12 de octubre, y abandonó África dos días después a través de Europa, llegando al Aeropuerto Internacional de Nueva York John F. Kennedy el pasado 17 de octubre. Fue diagnosticado con el virus mortal el pasado 23 de octubre, el mismo día en el que contactó a Médicos Sin Fronteras para reportar que tenía fiebre.
El hombre es uno de los estadounidenses que ha sido diagnosticado con ébola, siendo atendido satisfactoriamente en Estados Unidos.
El brote de ébola ha provocado ya la muerte de unas 5.000 personas en África Occidental, y en Estados Unidos han sido tratados nueve casos desde agosto.