Por Hilary Whiteman
(CNN) —- La cumbre del G-20 llegó a Brisbane, Australia, y con ella llegan las llamas sagradas, las restricciones de seguridad, los manifestantes y un retrato extraño de los líderes del mundo con poca ropa.Se dice que la ciudad australiana no había tenido tantas emociones desde que la Expo Mundial de 1988 transformó un trozo de tierra industrial en ruinas en una enorme tienda de recuerdos y más tarde en una playa urbana interior.
Los preparativos empezaron desde hace más de dos años, desde que el gobierno laborista de la ex primera ministra, Julia Gillard, propuso a Brisbane como sede de las mayores conversaciones económicas y las más influyentes del mundo.
El actual primer ministro, Tony Abbott, juró que esta cumbre del G-20 “no será solo discursos”. Sin embargo, durante los próximos días, los expertos en política analizarán las palabras, los actos y los gestos de al menos 25 líderes del mundo para descubrir las pistas sobre las políticas futuras.
Mientras tanto, estos son algunos de los datos menos conocidos sobre la cumbre del G-20 en Brisbane.
1. Hay una llama ceremonial sagrada
O al menos eso esperamos. La semana pasada, los bomberos respondieron a una llamada de emergencia para reportar un incendio en el parque Musgrave, cerca del centro en el que se celebrará la cumbre.
Los bomberos lo apagaron como era de esperarse, pero los ancianos aborígenes de la tribu Jagera señalaron que era una llama ceremonial que habían encendido para el G-20, por lo que los enfrentaron, de acuerdo con el reportero de la cadena estadounidense ABC, Michael James.
“Asaltaron a los bomberos, les gritaron, los insultaron un poco y los acusaron de extinguir el fuego deliberadamente porque sabían que era su fuego sagrado”, contó James a CNN.
Las brasas que se usaron para encender la llama provenían de la llama que arde en la Embajada Aborigen de Camberra, cuartel general de una vieja campaña que busca reconocimiento y compensación por el despojo de las tierras aborígenes.
Durante una marcha que recorrió la ciudad el lunes, los activistas se detuvieron en plena calle y empezaron una danza tradicional, contó James. Hay más protestas planeadas durante la cumbre.
2. Quedan prohibidos los huevos, las piedras y los insectos
Los residentes de Brisbane que pensaban sacar a su iguana a pasear por el centro de la ciudad esta semana tendrán que pensarlo dos veces.
“Están prohibidos los reptiles, insectos u otros animales capaces de provocar daño físico si se los libera cerca de una persona” en zonas clave de la ciudad, según la ley de seguridad para el G-20.
No pueden llevar huevos, piedras, latas de metal, de hojalata ni botellas de vidrio, particularmente si contienen orina o estiércol, que también están en la lista de artículos restringidos.
3. Lejos de la mayonesa
Los jefes de la policía podrían estar pensando en la amenaza del terrorismo; sin embargo, la secretaria de Salud dijo que le preocupa más la mayonesa hecha con huevo.
Los organizadores de banquetes esperan preparar unas 100.000 comidas para los delegados, los medios y la policía durante los dos días del evento, lo que podría ser terreno propicio para la salmonela.
“Hemos tenido una algunos brotes en Queensland en los últimos años, principalmente a causa de los huevos crudos”, dijo Jeannette Young al diario The Australian.
“En mi opinión, todos deberíamos de alejarnos siempre de la mayonesa hecha con huevo crudo”, dijo.
4. Queso, por favor
Se sabe que a Barack Obama, presidente de Estados Unidos, le encantan las hamburguesas con queso, lo que podría ser la razón por la que el restaurante Windmill & Co., en el aeropuerto de Brisbane, creara la hamburguesa Big Obama. O también podría ser para hacerse algo de publicidad gratuita.
La enorme hamburguesa tiene dos trozos de carne Angus, queso (desde luego), cebollas, aros de cebolla, espinacas, jitomate, pepinos y mostaza. Los aficionados a las exquisitas hamburguesas locales, los betabeles y la piña tendrán que buscar en otra parte.
5. Cuidado con los carteles
Ha surgido una polémica por los carteles del aeropuerto de Brisbane que podrían haber sido algunas de las primeras imágenes que los delegados habrían visto al pasar por la zona de llegadas.
Las consignas que se rechazaron, y que habían presentado las organizaciones Civil Society 20 (C20) y Transparencia Internacional, rezaban: “Si la corrupción fuera un negocio, sería el tercero más grande del mundo” y “el 70% de los pobres del mundo son mujeres”.
El aeropuerto de Brisbane tuiteó: “No aceptamos anuncios políticos, ya sea de los partidos, las organizaciones activistas o de los individuos, sin importar el tema o el mensaje”.
El portavoz de C20, John Lindsay, dijo: “es un día triste para Australia si se considera que es demasiado político hablar sobre la desigualdad, el cambio climático o la corrupción”.
El aeropuerto colocó un espectacular cartel de los líderes mundiales para satisfacer la demanda de selfies.
6. Y ya que estamos en el aeropuerto…
Es probable que quienes están más emocionados por la cumbre del G-20 sean los cerca de 120 observadores de aviones que se encuentran en el aeropuerto de Brisbane esperando la llegada de aeronaves nunca antes vistas en el país.
“El ánimo es excelente. La gente está emocionada de que estas aeronaves nos visiten y pongan a Brisbane en el mapa en el sentido mundial”, dijo a CNN Beau Chenery, del sitio PlaneImages.net.
“Es probable que algunas de estas aeronaves nunca vuelvan a venir a Brisbane, así que es realmente una oportunidad única para los fotógrafos de aviación”.
Los aterrizajes más esperados son el del Ilyushin Il-96 de Putin y del Air Force One de Obama.
“Todos esperan al Air Force One, pero probablemente no lo veamos”, dijo el observador de aviones Daniel Vorbach a ABC. “Quedaría extasiado. Ese sería el pináculo de todo”.