Por Jacque Wilson, CNN
(CNN) – Los fabricantes de sodas quieren disminuir la cantidad de calorías que tú bebes cada año. Los tres grandes –Coca-Cola, Pepsi y Dr. Pepper– se han comprometido a reducir la cantidad de calorías de las bebidas que los estadounidenses consumen en un 20% durante la próxima década.
Su plan no se presenta como una gran sorpresa; los fabricantes de sodas han sido criticados durante algún tiempo gracias a su contribución con la epidemia de obesidad de Estados Unidos. Y los motivos de las empresas probablemente no son altruistas en su totalidad. A medida que más personas comienzan a contar las calorías, la demanda de los consumidores por las bebidas de dieta ha aumentado.
“El consumo de bebidas con contenido calórico completo o regularmente endulzadas ha disminuido en los últimos años”, le dijo el portavoz de American Beverage Association, Christopher Gindlesperger, a CNN en junio. “Nuestras compañías continúan innovando para ofrecer opciones… y los consumidores están aprovechándolas”.
Las calorías en las bebidas provienen principalmente del azúcar, dijo Gindlesperger. Para reducir las calorías, pero mantener el sabor, los fabricantes de sodas en general, sustituyen el azúcar por edulcorantes naturales o artificiales.
LEE: 10 razones para dejar de tomar gaseosas dietéticas
El resultado es una opción con bajas calorías o sin calorías que satisface tu afición por lo dulce.
Pero, y este es un ‘gran pero’, la ciencia en realidad no ha terminado de probar el impacto que estos edulcorantes tienen en tu cuerpo. ¿De qué manera afectan tu metabolismo? ¿Acaso los productos químicos en los edulcorantes artificiales presentan algún riesgo? Aunque la mayoría de las agencias parecen estar de acuerdo en que podemos descartar el cáncer como un efecto adverso, la comunidad médica todavía está decidiendo si las bebidas de dieta en realidad te ayudarán a perder peso.
Empecemos con las buenas noticias: la reducción de calorías ha demostrado una y otra vez que es una estrategia efectiva para la pérdida de peso. Si solías beber tres botellas de Coca-Cola de 20 onzas todos los días y cambias a una bebida con cero calorías, te estás ahorrando 720 calorías al día. Si continúas haciéndolo durante cinco días, perderás una libra (o al menos evitarás subir una libra más).
Un estudio financiado por la American Beverage Association encontró que las personas que bebían sodas de dieta y que continuaron bebiendo sodas mientras hacían dieta, perdieron más peso que las personas que bebían sodas de dieta y dejaron de hacerlo. Los resultados no sorprendieron al Dr. Jim Hill, autor principal del estudio. Aquellos que tuvieron que dejar las sodas de dieta confiaban más en la fuerza de voluntad para mantenerse en la dieta que aquellos que se dieron ese pequeño gusto que no agregaba calorías, dice.
El consumo de bebidas sin azúcar también te ayuda a seguir la recomendación que hace la Organización Mundial de la Salud de reducir el consumo de azúcar. La OMS recomienda que menos del 5% del insumo de calorías diarias que las personas consumen, provengan del azúcar.
“Existe una creciente preocupación de que el consumo de azúcares libres, en especial si vienen de las bebidas endulzadas con azúcar, pueda provocar un… incremento en la ingesta calórica total, lo que puede conducir a una dieta poco saludable, aumento de peso y un mayor riesgo de padecer enfermedades no transmisibles”, dijo la OMS en un comunicado.
El papel que el azúcar juega como la causa de enfermedades dentales a nivel mundial es de particular interés, dijo la OMS.
Pero el uso de sustitutos del azúcar durante un largo período de tiempo también puede tener un efecto perjudicial sobre tu salud.
En 2013, los científicos encontraron que las personas que beben sodas de dieta presentan los mismos problemas de salud –aumento excesivo de peso, diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular– que las personas que beben sodas regulares. Este estudio se basó en investigaciones previas que habían encontrado que las personas que bebían sodas de dieta tenían un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2, comparadas con aquellas personas que no bebían sodas.
“Lo que los estudios futuros en realidad sugieren es que si dejas de hacerlo durante siete, diez, quince o veinte años, los grupos de personas que consumen sodas de dieta tienen resultados mucho peores en su salud”, le dijo a CNN la autora del estudio, Susan Swithers.
¿Por qué? Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero los científicos sospechan que los edulcorantes artificiales y naturales engañan al cuerpo haciéndole creer que está consumiendo azúcar cuando en realidad no lo hace. El cuerpo responde al igual que lo haría con el azúcar, lo cual hace que tu sistema metabólico quede fuera de control.
“Has arruinado el sistema completo, así que cuando consumes azúcar verdadera, tu cuerpo no sabe si debe intentar procesarla debido a que ha sido engañado en tantas ocasiones por el azúcar falsa”, explicó Swithers.
Un pequeño estudio publicado este año en la revista Nature encontró que muchos ratones y seres humanos se volvieron intolerantes a la glucosa después de comer o beber dosis regulares de edulcorantes artificiales comunes como aspartame, sacarina o sucralosa.
La intolerancia a la glucosa es una señal de condiciones metabólicas como la pre-diabetes y la diabetes tipo 2, dependiendo de la gravedad.
Los edulcorantes artificiales también pueden afectar a nuestras bacterias intestinales. En un estudio de 400 humanos, los científicos notaron que las bacterias intestinales de los participantes del estudio cambiaron después de que consumieron edulcorantes artificiales. Estas comunidades de bacterias en tu sistema gastrointestinal pueden desempeñar un papel crucial en la forma en que nuestro cuerpo procesa los alimentos.
¿En conclusión? El hecho de que veas más bebidas de dieta en los estantes de las tiendas de comestibles no significa que debas tenerlas en tu casa. Intenta tomar agua o té sin azúcar y guarda las sodas para las ocasiones especiales.