Los inversionistas tienen temor de que la actual turbulencia económica sea el inicio de otro periodo de crisis como el vivido en 2008.

(CNN) – Los precios del petróleo en caída. Mercados a la baja. Las comparaciones con el 2008 –el preludio de la depresión global– se acumulan.

En Occidente, la confusión se está experimentando en gran medida como miedo. Pero en los mercados emergentes tales como Rusia, China y Brasil, las economías están siendo golpeadas mientras que las monedas se devalúan.

¿Nos dirigimos entonces hacia otro colapso y qué le depara el futuro a la economía mundial?

¿Qué tan malo está esto?

Los mercados de todo el mundo están hundidos en números rojos este año: los dos principales índices de Estados Unidos han caído más del 6% desde el inicio del año. Los precios del petróleo también se sostienen cerca de sus niveles más bajos en más de una década.

El Fear & Greed Index (índice de miedo y avaricia) de CNNMoney indica “miedo extremo” en los mercados puesto que los inversionistas se dan cuenta de que los bancos centrales alrededor del mundo –especialmente en China– son impotentes para rescatarlos. Otros síntomas de pánico incluyen los mercados en auge para los bonos estadounidenses… ambos refugios tradicionales seguros en una crisis.

Y ninguno de ellos es el “comprador de gangas” habitual que tiene objetivos a más largo plazo y que se lanza a sostener acciones durante las grandes liquidaciones. En parte, esto es porque las inversiones estatales, conocidas como fondos soberanos y que han sido construidas sobre fortunas petroleras, ahora mantienen sus manos en sus bolsillos.

¿Acaso es este el comienzo de una nueva recesión?

Es algo difícil de decir. El pesimismo estuvo en modo turbo la semana pasada, cuando un economista advirtió de un “año catastrófico” por delante para los mercados y le aconsejó a los inversionistas que “vendieran todo”.

El economista Andrew Roberts del Banco Real de Escocia (RBS, por sus siglas en inglés) dijo que el mundo ahora estaba en una recesión global y comparó el clima del mercado con el del 2008 antes del colapso de Lehman Brothers.

La gran diferencia en aquel entonces fue que los mercados emergentes, tales como Rusia, China y Brasil, salvaron al mundo del colapso; ahora ellos no pueden ayudar debido a las debilidades en sus propias economías. En el mercado de China, el mayor de estos, los inversionistas extranjeros abandonaron el país con 676.000 millones de dólares el año pasado.

¿Qué causó el caos?

La economía china creció un 6,9% el año pasado, pero su repentina desaceleración ha destacado lo mucho que el mundo había estado confiando en su ascenso aparentemente interminable. Los inversionistas en los principales países exportadores como Alemania ahora se preocupan de que el país asiático comprará menos mercancías en el futuro. Las preocupaciones sobre la transparencia y la competencia en China también están creciendo, sobre todo después de que el régimen comunista detuvo la negociación en el mercado de valores el 7 de enero, en un intento fallido de vencer la volatilidad del mercado.

Asociado con la desaceleración de China va el costo del petróleo en picada, aunque el tema de cuál de ellos fue primero está abierto a discusión. El colapso en los precios del petróleo continúa empeorando –o mejorando dependiendo de tu punto de vista– y ahora está en su nivel más bajo desde 2003, cuando estuvo alrededor de 28 dólares el barril.

El levantamiento de las sanciones contra Irán también ha desencadenado temores entre los inversionistas de que la República Islámica podría inundar el mercado con petróleo en los próximos meses… a pesar de la caída de la demanda en medio de la desaceleración económica. Ahora bien, existen temores de quiebras en el sector petrolero.

¿Cómo les va a otras economías emergentes?

Rusia está sintiendo el calor. El colapso del precio del petróleo desde más de 100 dólares por barril hace apenas 18 meses, ha sido desastroso para Rusia. Para equilibrar su presupuesto, el país tiene que ser capaz de vender petróleo a 82 dólares. Esto ha afectado el valor de la moneda de Rusia, el rublo, y ha acumulado presión para su economía: las estadísticas oficiales muestran que más de 20 millones de rusos, el 14% de la población, viven ahora en la pobreza.

Brasil también está en una profunda recesión y el Fondo Monetario Internacional cree que su economía se contraerá en un 3,5% este año, tras una caída del 3,8% el año pasado. De nuevo, esto es causado por la caída de los precios del petróleo y las materias primas.

¿Cómo están reaccionando los gobiernos occidentales?

Estamos muy lejos de la situación en la que los gobiernos sienten la necesidad de inyectarle dinero a las economías, como muchos lo hicieron tras el colapso de 2008, ya sea por la nacionalización de los bancos o la impresión de dinero. De hecho, los gobiernos continúan con sus políticas de austeridad, las que algunos economistas creen que en realidad están exacerbando las bajas tasas de crecimiento económico.

Es cierto que en los mercados emergentes las dificultades son muy reales, pero en occidente es el miedo el que está acechando a los mercados, y esto puede provocar su propio cumplimiento. El editor de Mercados Emergentes de CNN, John Defterios, cree que la penumbra es exagerada. “Así que gran parte de ella viene del exterior. El petróleo ha hecho bajar los valores de renta variable, pero existe demasiado pesimismo frente a la realidad”, dijo.

¿Habrá una recuperación o un colapso?

Las opiniones están divididas. El inversionista multimillonario George Soros cree que está llegando una nueva crisis financiera debido a la caída de la demanda en China por el petróleo y sus intentos de devaluar su moneda.

Sin embargo, otros creen que los problemas que provocaron la agitación de 2008 –ante todo, la debilidad de los bancos y un mercado hipotecario estadounidense sobrecalentado– se han corregido.

Aunado a esto, está el hecho de que los niveles de inflación y desempleo en muchas economías occidentales son generalmente bajos, aliviando las presiones económicas y políticas. Y aunque las tasas de interés bajas, los precios del petróleo y las materias primas pueden golpear duro a los productores como Rusia, China y Arabia Saudita, para los consumidores esta es una noticia grandiosa, es decir, los precios bajos de la gasolina y de los alimentos. ¡Disfrútenlo mientras dura!

Sin embargo, los niveles de deuda siguen siendo altos en muchos países occidentales, lo que coloca a muchos países y consumidores en riesgo de tasas de interés más altas, en caso de que estos aumenten de manera significativa en el largo plazo.

CNNMoney contribuyó con este reporte.