(CNN) – ISIS podría haber llevado a cabo una serie de ataques terroristas por toda Europa en los meses recientes, pero en su territorio en Iraq y Siria, este ha sufrido un revés tras otro.
El lunes, las fuerzas sirias leales al presidente Bachar al- Asad recuperaron la antigua ciudad siria de Palmira. La semana pasada, Estados Unidos eliminó al número 2 de la organización, Abd al-Rahman Mustafa al-Qaduli, a quien el Pentágono apodaba como el “ministro de economía” de ISIS y es justo el último objetivo para desestabilizar la red financiera del grupo.
Además, en los últimos meses, la coalición contra ISIS liderada por Estados Unidos ha acabado con más de 10.000 combatientes y 20 líderes, entre ellos al-Qaduli, según las estimaciones del Pentágono.
En total, Estados Unidos calcula que ISIS ha perdido el 40% de los 88.060 kilómetros cuadrados del territorio que controlaba en Siria e Iraq antes de que Estados Unidos y una hueste de otras naciones aumentaran la participación militar en la región en 2014. Quizá lo más significativo sea que las fuerzas iraquíes reconquistaron la ciudad de Ramadi en diciembre.
El Pentágono ha tratado de atraer más atención hacia las pérdidas del grupo, las que los oficiales creen que son considerables.
“Estamos eliminando sistemáticamente al gabinete de ISIL”, dijo el secretario de Defensa, Ash Carter, la semana pasada, utilizando un nombre diferente para ISIS. Él señaló que al-Qaduli era: “el segundo líder de alto rango de ISIL al que hemos apuntado con éxito este mes”.
Cuando se le preguntó si Estados Unidos estaba cambiando su postura en la lucha contra ISIS, Carter respondió: “Sin duda estamos ganando fuerza y estamos viendo que esa fuerza está teniendo efecto”.
¿Acaso ISIS está aumentando los ataques contra los occidentales?
¿Pero acaso ese impulso anti-ISIS sobre el terreno en Oriente Medio podría estar alentando al grupo a organizar más ataques terroristas en Europa, como el del martes que cobró al menos 35 vidas en Bruselas? ¿Acaso el grupo está intentando distraer la atención de sus pérdidas de territorio y liderazgo y demostrar que todavía tiene la capacidad de infligir tanto dolor –y es tan peligroso para Occidente– como siempre?
“ISIS definitivamente ha enfrentado pérdidas y ha incrementado el uso de tácticas no convencionales, como atentados terroristas con el fin de alejarse del frente”, dijo Harleen Gambhir, una analista en contraterrorismo del Instituto para el estudio de la guerra.
“Pero vincular los recientes atentados terroristas en Bruselas a las pérdidas de ISIS en el campo de batalla no nos deja entender”, añadió, al hacer la observación de que ISIS ha “estado intentado ejecutar una campaña a nivel mundial durante años” y que “los ataques externos son una pieza clave de su ideología”.
Según Gambhir, un poco de la tierra que ISIS ha entregado también ha sido por cuestiones tácticas, ya que el grupo ha elegido perder territorio frente a las fuertes bajas potenciales de combatientes de ISIS.
Aun así, el hecho de que dos atentados masivos como los de París y Bruselas han ocurrido luego de que iniciaron los esfuerzos de la coalición por recuperar zonas que una vez fueron consideradas parte del “califato” de ISIS, es revelador, según Nick Heras, un experto en Oriente Medio del Centro para una Nueva Seguridad Americana.
“ISIS se imagina a sí mismo como un estado con el poder de disuadir a sus enemigos estratégicos y coaccionar su comportamiento, y los ataques externos en Europa se dirigen a esa meta”, dijo Heras, mientras señala que el grupo también entiende que provocar esos ataques en Occidente potencialmente conduciría a provocar esfuerzos más agresivos de parte de la coalición liderada por Estados Unidos.
Heras continuó y dijo: “Occidente debe esperar que ISIS haya desarrollado una estrategia de emergencia para autorizar más atentados dentro de Europa, incluso en el caso de que su posible califato colapse en Iraq y Siria, e incluso que aún en sus últimos días, el proto-estado de ISIS intente castigar a los países occidentales que hayan acelerado su fin”.
La coalición dirigida por Estados Unidos se ha enfocado durante largo tiempo en ataques aéreos, pero recientemente ha expandido sus esfuerzos para enfrentarse a ISIS más agresivamente.
El mes pasado, las fuerzas élite de Operaciones Especiales del ejército de Estados Unidos empezaron con misiones sobre el terreno para dirigirse, capturar o matar a los altos mandos de ISIS en Iraq.
Tras los ataques de Bruselas la semana pasada, Carter, el secretario de Defensa, juró “apresurar” más los esfuerzos para destruir al grupo extremista y su califato al llevar a cabo “redadas de varios tipos, confiscar lugares y personas, liberar rehenes y prisioneros de ISIL, y hacerlo de tal forma que ISIL tenga que temer que pueda ser atacado en cualquier parte y a cualquier hora”.
Críticas por la estrategia de ataques aéreos
La campaña aérea ha enfrentado críticas que dicen que no estaba haciendo lo suficiente para modificar la trayectoria de los esfuerzos en contra de ISIS.
Chris Harmer, un analista militar superior del Instituto para el estudio de la guerra, se refirió a la campaña aérea como “tácticamente espectacular pero estratégicamente irrelevante”, y añadió que tales ataques podrían tener un impacto decisivo si ISIS tuviese una estructura estrictamente jerárquica, pero que los soldados en tierra enemiga son la clave.
Sin embargo, el hecho de dirigirse específicamente a los líderes de ISIS no tiene la intención de conducir al “colapso inmediato o directo de ISIS como organización”, dijo Heras.
Mientras el liderazgo local en lugares como Iraq y Siria puede autoregenerarse y continuar operando sobre el terreno, Heras argumentó que su capacidad para provocar ataques terroristas masivos en el extranjero está limitada por la eliminación de líderes, ya que los ataques en Occidente precisan de una red y una coordinación más grande y más sofisticada.
Esto beneficia significativamente a Estados Unidos, ya que dificulta los ataques contra civiles occidentales y porque deprime la narrativa de ISIS de que ha sido capaz de disuadir a la comunidad internacional al lanzar y coordinar ataques en Occidente.
“Cuanto menos capaz parezca ISIS de actuar como un estado y de provocar atentados en el corazón de Occidente, más débil será su narrativa para los yihadistas potenciales respecto a que este es el califato histórico y que, por lo tanto, es digno de su lealtad”, dijo Heras.