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(CNN) – Amina Ali Nkeki, una de las chicas nigerianas secuestradas en Chibok, dice que extraña a su marido, militante de Boko Haram, y que sigue pensando en él tres meses después de escapar del campamento de los militantes.

Amina Ali estuvo secuestrada por el grupo terrorista durante más de dos años, dijo que se casó durante su terrible experiencia y más tarde tuvo una niña, Safiya.

La pareja y su hija fueron encontrados en las afueras del Bosque Sambisa de Nigeria en mayo. Ella dice que huyeron del campo por sí mismos y que no fueron rescatados por los militares nigerianos, contrariamente a los informes.

Su marido, identificado como Mohammed Hayatu en el momento de su fuga, dijo a un testigo que él también había sido secuestrado por Boko Haram.

Fue puesto bajo custodia militar para ser interrogado por el centro de inteligencia conjunta de Nigeria.

Amina Ali dice que no tiene idea de dónde está ahora y que está dispuesta a reunirse con él.

“No me siento bien con la forma en que fui separada de él”, dijo la chica de 21 años a CNN, en sus primeras declaraciones a un medio de comunicación desde un lugar desconocido en Abuja.

Dirigiéndose directamente al padre de su hija, dijo: “Quiero que sepas que todavía estoy pensando en ti, y el hecho de que estamos separados no significa que me he olvidado de ti”.

Coraje para huir

Sus declaraciones se producen dos días después de que el grupo terrorista lanzó un espantoso video que muestra  cadáveres de mujeres jóvenes,  que según Boko Haram murieron durante un ataque aéreo de Nigeria.

Amina Ali dice que una docena de cautivas murieron en un bombardeo hace más de un año, lo que sugiere que el material no es nuevo, según un portavoz de Consejero de Seguridad Nacional de Nigeria.

El video también muestra a una niña de Chibok como portavoz, pidiendo la liberación de los combatientes de Boko Haram encarcelados a cambio de las chicas secuestradas.

Amina Ali era una de las 276 colegialas secuestradas a punta de pistola de su internado en Chibok en abril de 2014, por los combatientes de Boko Haram. Cincuenta y siete niñas fueron capaces de escapar casi de inmediato, pero más de 200 siguen desaparecidas.

Amina Ali se niega a hablar sobre el ataque, se limitó a decir que no puede recordar lo que ocurrió aquel fatídico día.

Durante el primer año del secuestro, las niñas se mantuvieron juntas, dice. Después, algunas de las adolescentes - incluida ella- fueron “dadas” a los terroristas como esposas.

Contó que estaba desesperada por ver a su madre de nuevo y que ese pensamiento le dio el valor y la fuerza para huir del campamento.

Cuando se le preguntó cómo se sentía acerca de convertirse en madre mientras estaba en cautiverio, su expresión se nubla y, a través de un intérprete, insiste: “No quiero responder”.

Reunión familiar

Su madre ha pasado los últimos dos meses en su casa en la capital. Amina Ali aún no ha vuelto a Chibok pero dice que quiere volver a casa y a la escuela.

“No tengo miedo de Boko Haram”, dijo.

El paradero del resto de las chicas sigue siendo un misterio, aunque se cree que están en algún lugar en el bosque Sambisa, un bastión de Boko Haram en el noreste del país.

Durante los últimos dos años, los sucesivos gobiernos nigerianos han sido criticados por no haber recuperado a las jóvenes rehenes.

Amina Ali es la única desde hace mucho tiempo que se ha escapado.

Pero ella tiene un mensaje desafiante a sus “hermanas” que aún permanecen cautivas: no perder la esperanza. Ella logró escapar, dice, y un día serán capaces de volver con sus familias también.

“Sean pacientes y oren”, dijo. “De la manera en que Dios me rescató de Sambisa Bosque, las rescatará a ustedes también”.