Washington (CNN) – Con la esperanza de abrir un debate sobre el cambio climático, un grupo de republicanos de alto perfil, que incluye a tres exsecretarios de gabinete, se ha unido para pedir un nuevo impuesto al carbono, y con el dinero recaudado compensar los altos precios que han puesto en aprietos a la clase media de Estados Unidos.
El plan, que será lanzado en Washington, incluye un desafío directo a los políticos republicanos que han negado o minimizado la idea de que el comportamiento humano juega un papel determinante en el cambio climático.
El presidente Donald Trump, por supuesto, está en esa lista.
La gran mayoría de la comunidad científica está de acuerdo en que los humanos están calentando el planeta, principalmente con la quema de combustibles fósiles.
Un borrador de la declaración de principios del nuevo grupo, obtenido por CNN, dice: “Ahora que el Partido Republicano controla la Casa Blanca, ambas cámaras del Congreso y la mayoría de las legislaturas estatales, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de promover un plan climático que muestre todo el poder de las perdurables convicciones conservadoras”.
El grupo se reunió este miércoles en la Casa Blanca con Gary Cohn, el exejecutivo de Wall Street que hoy es el principal consejero económico de Trump. Entre los otros altos asesores citados a la reunión también estaban Ivanka Trump; su esposo, el empresario Jared Kushner, y el jefe de gabinete, Reince Priebus.
También ese día, se llevaron a cabo otras reuniones sobre el tema entre miembros del gabinete de Trump y algunos congresistas. Y se espera que haya un encuentro con el vicepresidente Mike Pence.
El grupo, que lanzará su plan bajo los auspicios del Climate Leadership Council (Consejo de Liderazgo Climático), incluye a James Baker, la única persona que ha trabajado en la Casa Blanca como jefe de gabinete, secretario del Tesoro y secretario de Estado.
“Ahora tenemos un gobierno republicano, un gobierno republicano que puede mostrar liderazgo en este tema y ayudar a la clase obrera que fue tan importante en la victoria de Trump (…) Podemos mostrarles que ahora hay algunos círculos que apoyan este tema, aunque normalmente no lo harían”, le dijo Baker a CNN.
Baker cree que la idea de devolver el dinero recaudado, con el impuesto al carbono, resulta atractiva para la base obrera de Trump.
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La lógica detrás del impuesto al carbono es que contaminar la atmósfera -tanto como quemar carbón, petróleo o gas natural- sale más caro. Y crea un incentivo para las compañías y las personas que se muevan hacia las fuentes de energía limpia y renovable.
A primera vista, la idea de tener un mayor impuesto al carbono -el grupo sugiere una tasa inicial del 40% por cada tonelada, que aumente de manera escalonada- es un fracaso, pues Washington ahora está liderada por un presidente republicano que se ha mostrado escéptico de que el cambio climático sea real y por un Congreso, también republicano, que busca recortar impuestos.
Pero Baker y otros miembros del grupo creen que pueden al menos cambiar la conversación al agregar nuevas ideas y presionar a algunos republicanos para que usen su poder para actuar al respecto.
Otros miembros del grupo son:
1. George Shultz, quien lideró los departamentos del Trabajo, Tesoro y Estado y también fue director de la Oficina de Administración y Presupuesto.
2. Hank Paulson, quien fue secretario del Tesoro durante la administración de George W. Bush.
3. Martin Feldstein, un economista conservador que lideró el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca durante la presidencia de Ronald Reagan.
4. Greg Mankiw, jefe del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca durante el gobierno de George W. Bush.
5. Rob Walton, expresidente del Consejo de Administración de Walmart.
6. Thomas Stephenson, inversor de capital de riesgo de California.
7. Ted Halstead, fundador de la New America Foundation.
Para la mayoría del grupo, incluyendo Baker y Schultz, se trata de una primera incursión en el debate climático, pero hay republicanos optimistas con el tema que se unirán al esfuerzo y están en conversaciones con otros líderes del partido para presionar directamente o darles su apoyo.
Los republicanos han apoyado propuestas de impuestos al carbono en el pasado, pero no en años recientes.
“Este plan puede fortalecer nuestra economía, beneficiar a la clase obrera de Estados Unidos, reducir las regulaciones, proteger nuestro patrimonio natural y consolidar una nueva era de liderazgo republicano”, argumenta el grupo en la declaración de principios de su misión. “Esos beneficios son acumulables, independientemente de la postura que se tenga sobre la ciencia climática”.
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En algunas ocasiones, Trump ha rechazado la gravedad del asunto e incluso ha dicho que el cambio climático es un “engaño” generado por China. Pero en otras oportunidades, incluyendo una entrevista con The New York Times, poco después de ganar las elecciones, ha dicho que tiene una mente abierta al respecto y ha reconocido “alguna conexión” entre las temperaturas más altas del planeta y el comportamiento humano.
“Hay algo, hay algo”, le dijo a ese diario. “Depende de cuánto. También depende de cuánto le vaya a costar a nuestras compañías. Tienen que entender que nuestras empresas no son competitivas ahora mismo”.