CNNE 396510 - 396509
El equipo femenino de fútbol de EE.UU. ahora tiene salario equitativo
00:56 - Fuente: CNN

(CNN) – Vinieron, vieron, conquistaron, y rompieron un récord mundial.

Después de haber escalado la montaña más alta de África, llevar porterías y redes en un remolque, un grupo de valientes mujeres ha logrado lo que muchos pensaban imposible y jugó un partido de fútbol de 90 minutos en el monte Kilimanjaro.

La plantilla de 30 futbolistas de 20 nacionalidades, entre ellas la exinternacional estadounidense Lori Lindsey y la exmediocampista inglesa Rachel Unitt, jugó un partido completo a 5.791 metros, una altitud nunca antes intentada.

Usando harina para señalizar el campo y postes de senderismo como banderas de tiro de esquina, las mujeres, de entre 18 y 66 años, jugaron en difíciles condiciones en un terreno de ceniza volcánica.

LEE: El panorama del fútbol femenino en América

El partido, entre el Volcano FC y el Glacier FC, terminó sin goles, pero el resultado fue intrascendente ya que el único objetivo del desafío era destacar la desigualdad que enfrentan las mujeres en el deporte.

La defensa estadounidense Erin Blankenship, cofundadora de los organizadores de eventos Equal Playing Fields, aseguró: “No puedes desafiar el hecho de que tienes un grupo de atletas que juega a casi 5.791 metros, sin importar su género”.

Las suplentes apoyan desde el banquillo durante el partido.
Las mujeres suben el monte Kilimanjaro para jugar su partido de fútbol.
El grupo duerme sobre las nubes en el monte Kilimanjaro.

“Necesitando oxígeno”

La campeona olímpica Lindsey, que jugó para Estados Unidos en el Mundial del 2011 y los Juegos Olímpicos de Londres 2012, fue una de los jugadoras estrella en este partido. Fue determinante en aumentar la conciencia de los problemas que las mujeres y las muchachas enfrentan en el mundo deportivo. “Tengo la suerte de haber tenido pioneras antes de mí, pero es nuestra responsabilidad seguir avanzando por las generaciones venideras”, le aseguró a CNN Sport antes de embarcarse en el viaje.

Jugar con un aire escaso, con la consiguiente merma en el rendimiento físico, no es fácil. En mayo del 2007, la FIFA, organismo rector del fútbol mundial, introdujo una prohibición temporal, revocada un año más tarde, para partidos internacionales a más de 2.499 metros sobre el nivel del mar, citando preocupaciones sobre la salud de los jugadores y la ventaja “injusta” para los equipos locales.

A principios del 2007, el club brasileño Flamengo dijo que boicotearía partidos en ciudades de gran altitud después de que en un encuentro a 3.799 metros contra el Real Potosí de Bolivia algunos miembros del equipo se quejaron de falta de oxígeno.

LEE: México crea su propia liga profesional femenina para 2017

“Hicimos un pacto antes del partido según el cual lo importante era terminarlo”, dijo la entrenadora del Glacier FC, Dawn Scott.

“Tuvimos iguales oportunidades y espaciamos las entradas de los reemplazos para marcar el récord pues ellas eran las que nos empujaban a seguir porque podías ver a otras jugadoras cayendo porque necesitaban oxígeno hacia el final”.

Las jugadoras celebran en el monte Kilimanjaro tras romper el récord mundial para el partido jugado a mayor altitud.

La lucha por la igualdad en el deporte femenino

A lo largo de la historia, las deportistas han tenido que escalar montañas metafóricas y en Equal Playing Field aseguran que la pelea aún está dándose, por lo que soñaron con esta misión récord.

El debate sobre la igualdad en el deporte ha provocado titulares este año. A principios de este mes, se reveló que Serena Williams, la jugadora de tenis más exitosa, era la única mujer en la lista más reciente de Forbes de los cien mejores atletas mejor pagados del mundo.

MIRA: Game. Set. Match? Así le respondió Serena Williams a John McEnroe

La estadounidense de 35 años está en el puesto 51, con unas ganancias totales de 27 millones de dólares el año pasado (37 millones menos que Roger Federer, el tenista más exitoso de la historia, que ocupa el cuarto lugar en la lista).

CNNE 301854 - serena white

En abril, la selección femenina de fútbol de Estados Unidos terminó una larga disputa por salarios y condiciones al acordar un nuevo acuerdo con US Soccer, el órgano rector del fútbol en el país.

Ese no fue el único caso este año en el que deportistas internacionales tomaron una posición. También en abril, la selección femenina de fútbol de la República de Irlanda amenazó con irse a huelga. El representante de las jugadoras, Stuart Gilhooly, dijo que estaban siendo tratadas como “ciudadanas de quinta clase” por la Asociación de Fútbol de Irlanda (FAI, por sus siglas en inglés).

De forma paralela, el hockey femenino estadounidense amenazó con boicotear los campeonatos mundiales antes de llegar a un acuerdo de pago tres días antes del inicio del torneo.

Equal Playing Field había dicho que quería “desafiar las normas sociales para las niñas y las mujeres en el deporte” y reconocer “la desigualdad sistemática y estructurada que las niñas y las mujeres enfrentan en la mayoría de los aspectos de sus vidas”.

¿Cuál será su próximo desafío? Se dice que podrían intentar jugar un partido de fútbol en la altitud más baja jamás registrada, cerca del mar Muerto en Jordania.