(Expansión) – De cara a las renegociaciones que México sostendrá con Estados Unidos en materias como comercio, seguridad, inmigración y otros aspectos de la relación bilateral, el país necesita trabajar en proyectar una imagen que genere respeto, indica un análisis del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi).
El think tank considera que esta estrategia de comunicación permitiría elevar el riesgo de atacar al país, como frecuentemente lo hace el presidente estadounidense, Donald Trump, a través de temas como su proyecto de construir un muro fronterizo o modificar el comercio internacional.
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“En Estados Unidos, la imagen de México sufre la dicotomía de ser un país atractivo para la población, más no uno que sea respetado (…) el costo político o mediático de golpear públicamente a México y los mexicanos es muy bajo”, señala el documento México-Estados Unidos: Redefiniendo la relación para la prosperidad de Norteamérica, presentado en junio.
La propuesta de este centro de estudio —integrado por diplomáticos y expertos en relaciones internacionales de México— detalla que el país debe enfocarse en incidir en ciertos grupos, como la población general entre las costas, el segmento Middle-America (estados del centro, tradicionalmente republicanos), la Casa Blanca, los miembros del gabinete, el Congreso, los medios de comunicación, intelectuales, académicos y otros opinion makers, así como el sector privado.
1. Los aspectos positivos
El Comexi plantea enfatizar los aspectos positivos y las aportaciones de México, como los beneficios del comercio para los agricultores del Middle-America, bajo la premisa de que ningún otro país es más importante en la vida de los estadounidenses, a la vez que recomienda alejarse de los clichés negativos con los que típicamente se relaciona a los mexicanos.
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“La estrategia deberá buscar posicionar estereotipos positivos que sustituyan y contrarresten a los negativos. Estos deberán ser regenerados y actualizados a través de ejemplos, modelos, valores e ideas reproducidos con frecuencia, cimentándose en las áreas en las que México es mejor percibido entre la sociedad estadounidense y desplegándolas hacia las percibidas negativamente para producir una narrativa nueva y positiva alrededor de ellas”, abunda.
El informe acota que el plan debe ser coordinado por el gobierno, pero los actores visibles tienen que ser ajenos a él, dado que “la sociedad estadounidense tiene una mala percepción del gobierno mexicano” y, de otra forma, únicamente se tendría a un gobierno hablando bien de sí mismo.
El planteamiento indica que el mensaje debe ir más allá de la información dura y considerar el lado de las emociones, que analistas han mencionado como uno de los elementos que facilitaron el triunfo electoral de Trump.
“Una estrategia de comunicación basada principal o exclusivamente en datos es inadecuada e insuficiente para la sociedad estadounidense de la postverdad. Hay que entender las emociones —principalmente las de aquellos sectores desfavorables a México— y confeccionar un mensaje atractivo y eficaz, capaz de apelar a ellas”, agrega.
2. Un mensaje unificado
Otra recomendación es unificar el “guión” con el que los comentaristas designados desplieguen esta nueva narrativa, cuidando no propiciar odio ni enemistad con los estadounidenses.
El expresidente fundador de Comexi, Andrés Rozental, comentó que se debe realizar un mapeo sobre los actores relevantes en temas clave para ambos países, como inmigración, economía, comercio e inversión, como medios de comunicación, legisladores, iglesias, líderes de comunidades mexicanas y empresas que tienen relación con México, y mantener contacto con ellos.
El embajador eminente añadió que el objetivo es concentrar información y contactos para emplearlos cuando se requiera, y que esto puede impulsarse aprovechando las conexiones de la embajada en Washington y la red de 50 consulados con los que México cuenta en EE.UU..
“La idea es que los consulados sean como miniembajadas que se dediquen a recabar, cada uno en su circunscripción, inteligencia sobre quiénes son los actores que más tienen relación con México, ya sea en el tema de medios, de empresas, de instituciones académicas, think tanks, etcétera, y que esa base de datos que cada consulado debe tener se utilice cuando se necesite para contrarrestar los mensajes o las imágenes negativas que se hacen con distintos temas relacionados con inmigrantes, o con el país”, dijo a Expansión.
Rozental reconoció que, en el contexto del ambiente hostil hacia los migrantes mexicanos, los consulados han estado “abrumados” en los temas de protección, por lo que es necesario reforzarlos con recursos financieros y humanos.