(CNN Español) – Un escándalo que involucra al personal encargado de seguridad de la Casa Blanca estalló esta semana, rememorando el famoso episodio ocurrido entre agentes del Servicio Secreto y prostitutas en Cartagena, Colombia, durante la Cumbre de las Américas de 2012.
La Casa Blanca y Pentágono confirmaron que un grupo de militares que hacían parte del equipo de seguridad del vicepresidente Mike Pence en su gira por América Latina, están bajo investigación por violar las reglas del servicio mientras estaban en Panamá.
“Cuatro miembros del ejército en servicio activo asignados a la Agencia de Comunicaciones de la Casa Blanca, del Departamento de Defensa, están bajo investigación por violaciones confirmadas de los requisitos de toque de queda mientras se estaban en Panamá, antes de la visita del vicepresidente Mike Pence el 17 de agosto de 2017”, escribió Karen Brazell, jefa de personal de la Oficina Militar de la Casa Blanca, en un comunicado este lunes.
La cadena NBCNews fue la primera en reportar esta noticia diciendo que los hombres del Servicio Secreto fueron captados en un video “llevando mujeres de regreso a su hotel”.
Brazell agregó en su comunicado que hasta el momento “no hay evidencia de que las mujeres que fueron llevadas al hotel fueran prostitutas”.
Un funcionario de la Casa Blanca consultado por CNN confirmó que en efecto los hechos ocurrieron “incluso antes de que el vicepresidente dejara Estados Unidos para ir a América Latina y no tuvo impacto en el viaje”.
Una respuesta similar hubo por parte del Pentágono, que en un comunicado le dijo a CNN que el caso está bajo investigación.
“Estamos al tanto del incidente y está bajo investigación”, dijo el portavoz del Pentágono Mark Wright a CNN. “Podemos confirmar que los individuos en cuestión han sido reasignados”.
En abril de 2012, agentes del Servicio Secreto que preparaban la llegada del presidente Barack Obama para asistir a la Cumbre de las Américas y fueron denunciados por prostitutas a las que no quisieron pagarles después de recibir sus servicios.
El incidente fue escandaloso. El propio presidente Obama dijo estar “enfadado” por el improperio. Equipos de noticias localizaron a las prostitutas en cuestión y al final, ocho agentes perdieron sus trabajos.