(CNNMoney) – Si el presidente Donald Trump acaba con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, NAFTA por sus siglas en inglés), los estadounidenses notarán su impacto.
MIRA: ¿Hace Canadá sonar la alarma al decir que EE.UU. podría salirse del TLCAN?
El cese le costaría a Estados Unidos 300.000 empleos, recortaría el crecimiento económico, perjudicaría a las acciones y haría subir los precios de los bienes de consumo, según un análisis.
Oxford Economics, una consultora global asociada con esa universidad inglesa, publicó el informe una semana antes de la sexta ronda de conversaciones sobre el TLCAN, el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá.
Los 300.000 empleos representarían un revés de aproximadamente dos meses de crecimiento laboral al ritmo actual de la economía. Alrededor de 14 millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio con México y Canadá, según la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
MIRA: Automotrices estadounidenses confían en el TLCAN
Si Trump decide retirarse, tiene que avisar con seis meses de anticipación. Oxford asume que las pérdidas de empleos no llegarán hasta 2019.
Los negociadores de las tres naciones se reunirán la próxima semana en Canadá para reanudar las conversaciones del TLCAN. Las primeras cinco rondas no han producido ningún progreso importante en temas tan controversiales como la manufactura de automóviles.
Los líderes de Canadá y México dicen que algunas propuestas del gobierno de Trump son “motivos de ruptura”, mientras que el equipo comercial de Trump argumenta que Canadá y México no están dispuestos a comprometerse.
Trump ha dejado en claro que si Estados Unidos no puede obtener el trato que quiere, se retirará del acuerdo, el cual ha estado vigente desde 1994.
En tal escenario, el crecimiento económico de Estados Unidos sería más lento en 2019: 1,5%, en comparación con el 2% si el TLCAN se queda en su lugar, según Oxford. La Reserva Federal estima que el crecimiento este año será del 2,5%.
MIRA: Hoteles, autos y el TLCAN son los temas del primer Mercado México de 2018
El crecimiento de la inversión empresarial también se desaceleraría debido a las preocupaciones sobre medidas comerciales proteccionistas de la Casa Blanca, según el análisis.
Oren Klachkin, economista de Oxford, pronostica que los inversores pondrían su dinero en activos menos riesgosos, lo que haría que el S&P 500 sea un 5% más bajo de lo que se espera.
México y Canadá
Desde luego, Canadá y México sentirían también las repercusiones.
Oxford estima que el peso mexicano caerá un 8%, lo que lo colocaría en un mínimo histórico, y el dólar canadiense disminuiría un 2,5%.
Las economías de México y Canadá dependen mucho más del tratado y podrían perder una mayor proporción de empleos e inversiones en comparación con los Estados Unidos.
Sin un tratado de libre comercio, Canadá y México aumentarían sus aranceles sobre los productos estadounidenses, más de lo que Estados Unidos cobraría por los productos mexicanos o canadienses que ingresen al país.
Cada país tiene algo llamado aranceles de ‘nación más favorecida’, establecidos por la Organización Mundial del Comercio. Los países en desarrollo como México pueden tener aranceles más altos que los países desarrollados como Estados Unidos para seguir siendo competitivos.
El escenario de Oxford no asume que Trump abofetee con un arancel del 35% a las exportaciones mexicanas, como lo amenazó durante su campaña.
Los aranceles más altos en toda la región reducirían las importaciones, exportaciones y aumentarían los precios para los consumidores.
Oxford estima que la economía de EU se recuperaría del impacto relacionado con el TLCAN en 2020 a medida que las empresas se ajusten a la nueva realidad.
Pero los líderes mexicanos advierten que habría consecuencias de gran alcance en la inmigración. Creen que poner fin al TLCAN empujaría a más mexicanos a buscar trabajo ilegalmente en Estados Unidos.
También sería una gran ruptura en las relaciones diplomáticas de Estados Unidos y México. Fueron los líderes estadounidenses quienes presionaron a sus contrapartes mexicanas en la década de 1990 para que firmaran el acuerdo en primer lugar y redujeran sus barreras comerciales.