(CNNMoney) – Si alguna vez quisiste comer una banana con todo y cáscara, Japón es el lugar perfecto para ti.
La gente de todo el país está visitando una tienda por departamentos que vende una inusual versión de esta fruta. Luce como cualquier otra banana, pero se supone que es más suave y dulce… y su piel es comestible.
En japonés, esta fruta es descrita como “mongee”, la ‘súper’ banana.
Aunque cada pieza cuesta 6 dólares, estas bananas especiales no han tenido ningún problema en atraer a los clientes a Tenmaya, el lugar en el país donde se venden, en la ciudad de Okayama. La compañía que las siembra le dijo a CNN que está duplicando la producción para satisfacer la creciente demanda.
Las bananas son una de las frutas más importantes en Japón. Desde hace mucho tiempo, el país ha dependido de importaciones desde lugares como Filipinas, donde el clima es mejor para el crecimiento de la fruta.
Pero D&T, la compañía tras las súperbananas, espera cambiar eso con un método de agricultura que llama “despertar congelado y descongelado”.
Las bananas usualmente crecen en lugares con temperaturas alrededor de los 30 grados centígrados. Pero la granja de D&T dice que ha encontrado una manera de cultivarlas a temperaturas mucho menores dentro de un invernadero, según su director ejecutivo, Tetsuya Tanaka.
El proceso, que involucra el congelamiento inicial de las células de las bananas, hace que la cáscara sea comestible e incluso nutritiva, según D&T. Sus investigadores dicen que este proceso también les permite cultivar otras frutas tropicales, como papayas y piñas.
¿A qué sabe una súperbanana?
Una publicación del sitio web japonés SoraNews24 dice que el sabor interior de la fruta es tropical, “casi como el sabor de una piña”. Pero la cáscara, aparentemente carece de sabor específico.
Tanaka dice que la idea de la fruta especial fue de un acaudalado tío suyo, quien amaba mucho las bananas y que quería encontrar la manera de sembrarlas localmente.
“Japón importa un millón de toneladas de bananas cada año, pero solo hace menos del 1% de su consumo”, dice Tanaka. “Si las bananas se produjeran localmente, potenciaría la agricultura de Japón”, agregó.
Encontrar una solución no fue nada fácil. Según Tanaka, su tío gastó 40 años y el equivalente a casi 4,6 millones de dólares en ahorros para el proyecto.
Tanaka dice que la fórmula de congelamiento de la compañía podría ayudar algún día a abordar la escasez de alimentos en el mundo. Esto, al permitir la agricultura en lugares conocidos por temperaturas frías e inhóspitas como Siberia.
Y comercialmente hablando, los esfuerzos de D&T podrían estar empezando a dar frutos.
El éxito entre los clientes ha llevado a que la granja aumente al menos diez veces sus metas de producción para el próximo año, con el objetivo de expandirse a ciudades más grandes como Tokio y Osaka, según Tanaka.
Su compañía actualmente suministra aproximadamente 14 kilos de bananas por semana a los grandes almacenes de la cercana Okayama.
Aún queda ver qué tanto será su éxito. Pero Japón es conocido por su amor por los alimentos peculiares y sus sabores inusuales.
Desde hace mucho tiempo, los consumidores han atesorado las frutas reinventadas que pueden obtener precios asombrosos, incluyendo sandías cuadradas y uvas gigantes.
– Yoko Wakatsuki contribuyó con este reporte.