(CNN) – En Estados Unidos, los votantes de diferentes tendencias partidarias no están de acuerdo en muchas cosas hoy en día, pero pueden coincidir en esto: la mayoría de ellos aprueba a Nikki Haley, la embajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas.
Un amplio 63% de los votantes estadounidenses aprueba su desempeño laboral frente a solo el 17% que dice que lo desaprueba, de acuerdo a una nueva encuesta de la Universidad de Quinnipiac. El 20% no tenía opinión. Su aprobación se extiende a las líneas del partido: el 75% de los republicanos, el 63% de los independientes e incluso el 55% de los demócratas dicen que aprueban su trabajo.
En la misma encuesta, el respaldo a Nikki Haley entre los demócratas es prácticamente el mismo que el porcentaje de demócratas que aprueban a Chuck Schumer, líder de la minoría del Senado (56%), y a Nancy Pelosi, líder de la oposición demócrata en la Cámara de Representantes (55%).
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La fuerte aprobación de Haley se compara con la del presidente Donald Trump, que es del 39%.
El ascenso de Haley es mayor que el de prácticamente todos los políticos activos en el escenario mundial de hoy. Sin embargo, debemos señalar que las aprobaciones que miden el desempeño laboral son diferentes a las clasificaciones de favorabilidad, que suelen depender más de la simpatía general.
Varios políticos activos, como el exvicepresidente Joe Biden (58%), el senador independiente Bernie Sanders (57%) y el senador republicano John McCain (54%) tienen números favorables superiores al 50% en los sondeos de CNN de diciembre de 2017 y enero de 2018. El expresidente Barack Obama alcanzó una calificación de favorabilidad de 66% y el expresidente George W. Bush llegó al 61% en una encuesta de CNN en enero. El secretario de Defensa James Mattis logró un 59% de aprobación en el mismo estudio.
Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, se ha convertido en una integrante pública del equipo de política exterior del gobierno de Donald Trump, emitiendo duras y constantes advertencias a Corea del Norte y Siria durante sus 16 meses en su actual cargo. Asimismo, discrepó con el presidente en algunos temas controvertidos, como cuando se opuso a su propuesta de “prohibición musulmana” y cuando trazó una línea más dura sobre las relaciones de Estados Unidos con Rusia.
El domingo pasado, Haley anunció que Estados Unidos tenía previsto imponer sanciones adicionales a Rusia en respuesta al ataque con armas químicas en Siria. Cuando la Casa Blanca sugirió luego que había algo de “confusión momentánea al respecto”, Haley respondió con esta escueta declaración: “Con el debido respeto, no me confundo”.
Es preciso señalar que los cargos relacionados a seguridad nacional y política exterior tienden a ser más bipartidistas que otros. Haley fue confirmada abrumadoramente por un margen de 96-4 en el Senado en enero de 2017.
Algunos funcionarios de asuntos exteriores de Estados Unidos son muy populares: como secretaria de Estado, la calificación de aprobación de Hillary Clinton llegó al 77% en una encuesta de CBS News, en enero de 2010. Por otro lado, la secretaria de Estado Madeleine Albright obtuvo una calificación favorable de 62% en una encuesta Gallup/CNN/USA Today, en febrero de 1998.
Pero otros sufrieron: el exsecretario de Estado Rex Tillerson solo logró una calificación favorable del 31% en una encuesta de octubre de la Universidad de Quinnipiac. Susan Rice, exembajadora de la ONU, obtuvo solo una calificación favorable del 35% en una encuesta de CNN de 2012.
Esta encuesta de la Universidad de Quinnipiac se realizó entre el 20 y el 24 de abril de 2018 entre 1.193 votantes registrados. El margen de error de muestreo es de ± 3.4% para la muestra completa; es más grande para subgrupos.