(CNN) – Alrededor de 4.645 personas murieron durante el huracán María y sus consecuencias en Puerto Rico, según un informe académico publicado este martes en una prestigiosa revista médica. Esa cifra supera enormemente el número oficial de víctimas mortales de la isla que se ubicó en 64, algo que los autores del reporte llamaron una “subestimación sustancial” de los fallecidos que dejó el ciclón.
“Estas cifras… subrayan la falta de atención del gobierno de Estados Unidos ante la frágil estructura de Puerto Rico”, escribieron los autores de la Universidad de Harvard y otras institucionales en la revista New England Journal of Medicine.
El número oficial de muertos en Puerto Rico ha sido objeto de importantes controversias desde que el huracán María golpeó a la isla, un territorio estadounidense, el pasado 20 de septiembre. CNN y otros medios de comunicación han utilizado estadísticas gubernamentales, así como extensas entrevistas con familias de personas fallecidas y directores de funerarias para cuestionar el recuento oficial de víctimas mortales por parte del gobierno puertorriqueño.
Estimaciones previas apuntaron a que María contribuyó con alrededor de 1.000 muertes.
El equipo de Harvard llegó a una estimación mucho más alta al realizar una encuesta en 3.299 hogares de todo Puerto Rico, elegidos al azar, a principios de este año. Los autores compararon los resultados de ese sondeo –que les preguntó a los residentes de la isla por las personas muertas en sus hogares, entre otras cosas– con estadísticas oficiales de mortalidad en 2016. Eso permitió que los investigadores pudieran estimar las muertes que probablemente ocurrieron como resultado del huracán María entre la fecha del ciclón y el 31 de diciembre de 2017.
“La diferencia es que nosotros salimos, visitamos el terreno e hicimos las entrevistas”, explicó Domingo Marqués, profesor asociado de psicología clínica en la Universidad Carlos Albizu de Puerto Rico, quien también es uno de los autores del informe. “Estadísticamente, es como haber entrevistado a toda la isla”, apuntó.
Sin embargo, la cifra exacta de personas fallecidas sigue siendo un misterio. Los expertos le indicaron a CNN que es difícil señalar con certeza si un huracán “causó” ciertas muertes, especialmente aquellas que se produjeron debido a las condiciones caóticas e inseguras que Puerto Rico ha vivido durante meses. Marqués y sus colegas sostienen que las muertes ocurrida oscilan entre 793 y 8.498.
Héctor Pesquera, jefe del departamento de seguridad pública de Puerto Rico, señaló este martes durante una conferencia de prensa que el gobierno no tiene motivos para cuestionar las últimas estimaciones, que provienen de investigadores de la Universidad de Harvard, así como del Centro Médico Beth Israel Deaconess, la Universidad de Colorado y otras universidades en Puerto Rico.
Las autoridades de la isla también enfatizaron en que el gobierno puertorriqueño contrató a la Universidad George Washington para realizar una evaluación sobre el número de víctimas mortales que dejó María y que los resultados de esa revisión aún están por llegar. De hecho, los funcionarios esperaban que el informe de la universidad fuera publicado esta primavera, antes de la temporada de huracanes en el Atlántico, que comienza el 1 de junio.
“El gobierno de Puerto Rico recibe de buena manera la encuesta recién publicada de la Universidad de Harvard y esperamos analizarla”, señaló Carlos R. Mercader, director ejecutivo de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico en un comunicado de prensa. “Como todo el mundo sabe, la magnitud de este trágico desastre causado por el huracán María resultó en muchas muertes. Siempre hemos esperado que el número sea más alto de lo que se informó previamente”, continuó.
El estudio de Harvard señala que los gobiernos de Puerto Rico y de Estados Unidos no prestaron los servicios adecuados después del huracán, incluyendo la asistencia médica y la energía eléctrica. También destaca que las autoridades de la isla se han negado a hacer públicas las estadísticas básicas de mortalidad.
La Agencia Federal para Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA, por sus siglas en inglés), encargada de supervisar la recuperación de desastres, indicó que encontró desafíos logísticos únicos en la isla después de María, lo que lleva a que comparar la respuesta frente a este huracán con la de otros sea algo problemático.
CNN y el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) en Puerto Rico están demandando al registro demográfico de la isla para acceder a documentos de defunciones que han sido retenidos.
En noviembre pasado, CNN encuestó a 112 funerarias –aproximadamente la mitad del total– a lo largo de todo Puerto Rico, cuando muchos sistemas de comunicación todavía seguían sin funcionar. En ese momento, los directores de las funerarias identificaron 499 muertes que consideraron estaban relacionadas con el huracán.
Puerto Rico agregó al menos dos personas a su cifra oficial después de la investigación de CNN.
Uno de ellos fue Quintín Vidal Rolón, de 89 años, quien murió en un incendio provocado por una linterna y, según sus familiares, a raíz del huracán. Vidal estaba usando la linterna porque no tenía electricidad.
Otras muertes no contabilizadas ocurrieron en lugares donde las personas carecían de electricidad u otros servicios básicos, incluidas las comunicaciones. Muchos caminos estuvieron bloqueados después del huracán. Y las muertes relacionadas con María parecen haber continuado durante meses después de que el ciclón golpeara la isla en septiembre.
Natalio Rodríguez Lebron, de 77 años, por ejemplo, murió en Maunabo, Puerto Rico, en enero pasado. Su familia dice que falleció debido a que no podían permitirse el lujo de utilizar un respirador que lo ayudara a mantenerse con vida.
Aunque se ha restaurado la mayor parte del servicio de agua y energía, miles de personas en la isla permanecen sin electricidad, más de ocho meses después del huracán María.
La última estimación del número de personas que murieron podría considerarse una acusación contra la respuesta federal ante la tormenta, aseveró el doctor Gregory J. Davis, director del Servicio de Consulta de Patología Forense de la Universidad de Kentucky.
“Esto por sí solo debería hacer que tus lectores y los lectores de New England Journal realmente se pongan de pie y lo noten, y francamente le pregunten a nuestro gobierno ‘¿Por qué?’”, dijo Davis. “Nuestro gobierno no está haciendo allí lo que debería. Es exasperante, ese es el resultado final”, insistió.
Los investigadores del estudio también destacaron la gran importancia de tener una cifra exacta de personas muertas, en términos de proporcionar la asistencia adecuada para las familias de las víctimas y para prevenir decesos futuros.
“A medida que Estados Unidos se prepara para su próxima temporada de huracanes”, escribieron los autores, “será fundamental revisar cómo se contarán las muertes relacionadas con los desastres para movilizar una operación de respuesta adecuada y dar cuenta del destino de los afectados”, completaron.