(Expansión) – La empresa argentina Patagonian Fruits dejó de exportar a México, hace unos años, por las dificultades para cumplir con el trámite sanitario y la imposibilidad de competir con las manzanas estadounidenses.
Pero las perspectivas cambiaron con la decisión del gobierno mexicano de imponer aranceles de 20% a importaciones de productos agropecuarios provenientes de Estados Unidos, en represalia por las cuotas que impuso a su acero y su aluminio.
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La nueva barrera arancelaria puede provocar un descenso en la entrada de productos desde el norte y la necesidad de encontrar mercados alternativos para suplir esa caída. Productores de carne de cerdo en Brasil, de papas en Perú y de manzanas en Argentina y Chile, se alistan para aprovechar la ventana de oportunidad que se abre en México.
Superar obstáculos
Brasil, el cuarto exportador mundial de carne de cerdo, quiere sumar a México como nuevo mercado. A mediados de junio pasado, la Confederação da Agricultura e Pecuária de Brasil (CNA) solicitó al gobierno que acelere las negociaciones tendientes a la firma de un protocolo sanitario entre ambos países.
“Ya el año pasado las negociaciones estuvieron bastante próximas a cerrarse y, ahora, con los aranceles impuestos a Estados Unidos, las discusiones deberían tomar nuevo impulso”, dice Lígia Dutra, superintendente de Relaciones Internacionales de la CNA.
En mayo, la Organización Mundial de Salud Animal certificó a Brasil como país libre de la fiebre aftosa con vacunación. El estado de Santa Catarina, el mayor productor de carne de cerdo del país, ya está libre, requisitio exigido por México.
Si se despeja la cuestión sanitaria, la producción brasileña podría competir, en igualdad de condiciones, con la estadounidense por el mercado mexicano. Actualmente, la carne de cerdo in natura que llega de Brasil tiene un arancel de 16 a 20% y las menudencias, de 4 a 15%.
Canalizar sobreoferta
La totalidad de las papas procesadas y semiprocesadas que utilizan autoservicios y cadenas de comida rápida proviene de Estados Unidos. Sin embargo, Perú, el principal productor de este tubérculo en América Latina, está en condiciones de suplir parte de los envíos estadounidenses que llegan a México. Perú produce unos 4,7 millones de toneladas anuales, casi tres veces más que México.
Como ese nivel de producción excede el consumo interno y Perú no ha desarrollado mercados de exportación, los precios pagados a los productores son muy bajos. En ese marco, el gobierno de ese país y las asociaciones de productores impulsan las exportaciones para darle una salida a la sobreoferta local. Y México es uno de los mercados en la mira.
“Importa 230.000 toneladas, y más de 50% corresponde a papas prefritas congeladas: deberíamos enfocarnos en satisfacer esa demanda y, a mediano plazo, podríamos proveer parte de sus necesidades de importación a precios competitivos”, dice Celfia Obregón, directora ejecutiva de CITEpapa, Centro de Innovación Tecnológica, en Lima.
Exportaciones competitivas
Luego de seis años de caída, las exportaciones argentinas de manzanas registran este año un cambio de tendencia: en el primer cuatrimestre, sumaron 34.000 toneladas, un 40% más que en el mismo periodo de 2017.
La devaluación de 50% del peso argentino acumulada este año impulsó la competitividad de los productores argentinos, que buscan nuevos mercados. Uno de éstos es el mexicano.
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Las manzanas provenientes de Estados Unidos tendrán que pagar un arancel de 20% para entrar a México, una situación que Patagonian Fruits pretende aprovechar. “Ahora vemos una oportunidad: le pedimos a la cancillería argentina que agilice la cuestión sanitaria y que negocie la reducción del arancel de 23% a las manzanas argentinas”, dice Hugo Sánchez, presidente de Patagonian Fruits.
Otro posible proveedor es Chile, cuyas manzanas no tienen aranceles porque el país es socio de México en la Alianza del Pacífico. Luego de un reducción de los envíos a México en 2015 por factores climáticos, las ventas han recobrado impulso en los últimos dos años.