(CNN) – Por primera vez, los astrónomos han descubierto lo que podría ser una exoluna, una luna fuera de nuestro sistema solar. La llamada exoluna, que se estima que tiene el tamaño de Neptuno, se encontró en órbita alrededor de un planeta gaseoso gigantesco a 8.000 años luz de la Tierra.
Aunque las lunas son comunes en nuestro sistema solar, que tiene casi 200 satélites naturales, la larga búsqueda de lunas interestelares había sido inútil. Los astrónomos han tenido éxito al ubicar exoplanetas alrededor de estrellas fuera de nuestro sistema solar, pero es más difícil localizar exolunas debido a su tamaño más pequeño.
“Este sería el primer caso de detección de una luna fuera de nuestro sistema solar”, dijo David Kipping, profesor asistente de Astronomía en la Universidad de Columbia y uno de los descubridores de la potencial exoluna. “Si se confirma por las observaciones de seguimiento del Hubble, el hallazgo podría proporcionar pistas vitales sobre el desarrollo de los sistemas planetarios y podría hacer que los expertos revisen las teorías de cómo se forman las lunas alrededor de los planetas”.
Kipping ha pasado una década trabajando en la “búsqueda de la exoluna”.
LEE: La búsqueda del Planeta X muestra un nuevo objeto del sistema solar
Pero los científicos tras este descubrimiento dudan en confirmar que el nuevo hallazgo sea un exoluna, debido a algunas de sus peculiaridades y al hecho de que se necesita investigar más. Sus resultados fueron publicados este miércoles en la revista Science Advances.
“Esto no es en sí mismo una prueba de una exoluna”, dijo Kipping. “Es lo desconocido de las incógnitas que en última instancia, no se pueden caracterizar”, indicó.
Sin embargo, el hallazgo es a la vez prometedor e intrigante. La luna, que orbita un exoplaneta gigante llamado Kepler-1625b, es increíblemente grande, comparable al tamaño del gigante gaseoso Neptuno en nuestro sistema solar. No hay algo similar a una luna tan grande en nuestro propio sistema. En nuestro cielo aparecería dos veces más grande que la luna de la Tierra, dijeron los investigadores.
El planeta que orbita la potencial exoluna, Kepler-1625b, es varias veces la masa de Júpiter, lo que significa que su relación de masa es similar a la de la Tierra y su luna.
Fue descubierto cuando los astrónomos de Columbia Kipping y Alex Teachey usaron el Telescopio Espacial Hubble de la NASA para hacer un seguimiento de un hallazgo intrigante a partir de los datos del catálogo de exoplanetas del Telescopio Espacial Kepler. Este catálogo incluía 284 planetas encontrados por Kepler con amplias órbitas alrededor de sus estrellas anfitrionas. Kepler-1625b se destacó.
“Vimos pequeñas desviaciones y oscilaciones en la curva de luz que nos llamó la atención”, dijo Kipping. Los investigadores obtuvieron 40 horas de tiempo de observación utilizando el Hubble, y los datos que recolectaron fueron cuatro veces más precisos que los que Kepler había capturado.
El Hubble también pudo medir que el planeta comenzó su tránsito antes de lo esperado, en concordancia con el “bamboleo” que ocurre cuando un planeta y la luna orbitan el mismo centro de gravedad. Esto también sucede con la Tierra, la luna y el sol.
Tal vez ese bamboleo podría deberse a la presencia de un segundo planeta, pensaron los investigadores. Pero Kepler no encontró ningún otro planeta alrededor de esta estrella.
“Una luna compañera es la explicación más simple y natural para el segundo descenso en la curva de luz y la desviación de la órbita”, dijo Teachey. “Fue un momento impactante ver esa curva de luz. Mi corazón comenzó a latir un poco más rápido, y solo seguí mirando esa marca. Pero sabíamos que nuestro trabajo era mantener la calma, probando todas las formas posibles en que los datos podían engañarnos hasta que nos quedemos sin otra explicación”.
Aunque el planeta y su posible luna están dentro de la zona habitable de su estrella, ambos son considerados gigantes gaseosos y “no son adecuados para la vida tal como la conocemos”, dijo Kipping.
No es como la exoluna en “Avatar” o Endor de “Star Wars”, dijo Teachey. “Pero creo que estamos abriendo las puertas para encontrar mundos así”, agregó.
Si Teachey y Kipping son capaces de observar un tránsito completo, representativo de un “evento limpio similar a la luna, entonces creo que hemos terminado”, dijo Kipping. Eso confirmaría que el hallazgo es una exoluna. Pero, por ahora, los investigadores agradecen el comentario y la crítica de sus hipótesis por parte de otros astrónomos como parte del proceso científico.