(CNN) – Los saudíes trabajan en un informe que reconocerá que la muerte del periodista Jamal Khashoggi fue el resultado de un interrogatorio que salió mal, cuando pretendían secuestrarlo y sacarlo de Turquía, indicaron dos fuentes.
Una fuente dice que el informe probablemente concluirá que la operación se llevó a cabo sin autorización y sin transparencia necesaria y que los involucrados serán hallados responsables.
Una de las fuentes también reconoció que el reporte aún se está preparando y advirtió que las cosas podrían cambiar.
La familia de Khashoggi emitió un comunicado en la noche de este lunes pidiendo que se establezca una “comisión internacional, independiente e imparcial que investigue las circunstancias de su muerte”.
El pronunciamiento también señala que los familiares del periodista siguen “con tristeza y ansiedad las noticias contradictorias sobre el destino de nuestro padre, después de perder contacto con él hace dos semanas, cuando desapareció tras ingresar al consulado saudí en Estambul. Nuestra familia está traumatizada y anhela estar unida durante este momento doloroso.
Ante la noticia sobre dicho informe, el presidente de Estados Unidos Donald Trump señaló que aún no sabe si el reporte es oficial o solo “un rumor”.
“Simplemente no lo sé. Voy a tener que ver lo que dicen”, le dijo Trump a los medios después de una sesión informativa sobre el huracán Michael en Warner Robins, Georgia. “Nadie sabe si es un informe oficial. Hasta el momento es solo el rumor de un reporte que saldrá”, añadió.
El presidente dijo que continúa ansioso por llegar al fondo de lo que le sucedió a Khashoggi y señaló que Turquía y Arabia Saudita están “trabajando juntos” para determinar qué ocurrió.
Este domingo, el rey Salman de Arabia Saudita habló con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sobre la desaparición de Khashoggi en Estambul, según reportaron medios de ambos países.
La Agencia de Prensa Saudí y la agencia de noticias estatal turca Anadolu reportaron que los países están considerando establecer un “grupo de trabajo” para discutir el caso Khashoggi.
Khashoggi, columnista del diario The Washington Post y conocedor de la realeza de Arabia Saudita venido a crítico, desapareció después de entrar al consulado saudí en Estambul el 2 de octubre para obtener documentos que le permitieran casarse con su prometida turca.
Anteriormente, las autoridades saudíes habían sostenido que Khashoggi abandonó el consulado la misma tarde de su visita, pero no entregaron pruebas para respaldar esta afirmación. La prometida de Khashoggi, Hatice Cengiz, quien lo estaba esperando fuera del consulado, dice que no lo vio salir de allí.
Su desaparición ha generado la condena internacional y provocado advertencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien el sábado dijo que habría un “severo castigo” si se descubre que Arabia Saudita está detrás de la presunta muerte del periodista. Gran Bretaña, Francia y Alemania también dijeron el domingo que exigían una “investigación creíble”.
Sin embargo, en lo que pareció ser una respuesta coordinada, varios países árabes le dieron su apoyo a Arabia Saudita. Omán, Bahréin, Jordania, Palestina, Líbano, Emiratos Árabes Unidos y Egipto emitieron el domingo comunicados oficiales en los que expresan su solidaridad con Arabia Saudita.
La mañana del domingo, Arabia Saudita amenazó con tomar represalias y explicó las formas en que Riad podría castigar a Estados Unidos si este le impone sanciones.
En un comunicado de la Agencia de Prensa Saudí, atribuido a “un funcionario”, el reino rechazó las amenazas de sanciones económicas o presión política y dijo que “responderá con una acción mayor”.