Meghan, duquesa de Sussex, durante la conmemoración del  Remembrance Sunday en Londres, Inglaterra.

Londres (CNN) –PELEA REAL: Se reveló la verdadera razón detrás de la ruptura de Meghan Markle y Kate Middleton”.

“¿Está el público desenamorándose de Meghan por los rumores de sus rabietas?”

FISURA REAL: La guerra de Meghan Markle y Kate Middleton podría hacer que la monarquía se ponga de rodillas”.

Estos son algunos de los titulares más sensacionalistas que han aparecido en los medios británicos en las últimas semanas.

Apenas siete meses después de casarse con el príncipe Enrique —en una ceremonia alabada por los comentaristas como un reflejo festivo de la Gran Bretaña moderna y punto de inflexión para la monarquía — la gente está molesta. Y no está muy claro por qué.

Hasta el momento, la duquesa no ha dicho nada en público sobre el cubrimiento mediático. Eso no es algo inusual en sí mismo; solo cuando las relaciones con los medios se rompan realmente, como sucedió en la época de Diana de la década de 1990, los portavoces reales entablarían directamente batallas con los medios.

¿Pero cómo se está recibiendo la arremetida detrás de los muros del palacio real británico? ¿Hay una fisura entre Meghan Markle y Kate Middleton? ¿Están en desacuerdo las “duquesas en duelo” (otro titular reciente)? ¿Está la monarquía en peligro?

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En los días en que Markle era actriz, bien podría haber llamado a su publicista de celebridades para pedir un comentario sobre cómo se siente y cómo desea posicionarse.

Sin embargo, ahora, los reporteros deben contar con fuentes cercanas a la realeza que hablan bajo la condición de anonimato. De acuerdo con el protocolo, por lo general, no están autorizados para hablar sobre estos asuntos confidenciales.

Estas fuentes no confirmarán ni negarán ninguna desavenencia dentro de la familia. Una fuente cercana a los duques de Sussex, sin embargo, me dijo que la narrativa general de “esposas en guerra” era “triste y predecible” y se podía ver incluso antes de la boda taquillera de Meghan y Harry en el castillo de Windsor en mayo. Desde la perspectiva de esa fuente, toda la trama de la historia dice más sobre el encuadre de las mujeres en los medios de comunicación en general que sobre lo que realmente está pasando.

Hay algunas cosas que son indudablemente ciertas. Los Sussex se mudarán del Palacio de Kensington de Londres, que compartieron con los Duques de Cambridge, a Frogmore Cottage en Windsor, al oeste de Londres, decisión que parece haber alimentado parte del cubrimiento de los medios.

Pero una fuente real llamó mi atención sobre un artículo en particular, en el que se afirma que la historia simplemente “fue inventada”. La historia en cuestión era sobre el príncipe Enrique desdeñando la tradicional matanza de faisán de Navidad de la familia real para no molestar a su esposa.

La pieza sugirió que Markle era vegana, lo que, según me dijeron, era ridículo, cuando consideras que dijo en una entrevista que Enrique le había propuesto matrimonio mientras asaban un pollo. La fuente, sin embargo, no dijo si Enrique asistiría a la cacería.

En esa entrevista de compromiso, Markle ofreció las únicas pistas públicas hasta ahora sobre lo que piensa del aumento en el escrutinio mediático de su rol, discutiendo el impacto de formar parte de la cultura de los tabloides. “Tomé la decisión de no leer nada, positivo o negativo”, dijo.

Me han dicho que sigue siendo así, aunque sé que Enrique está al tanto de lo que se ha escrito sobre él. Por lo tanto, la duquesa estará al tanto del cubrimiento mediático, pero comprendo que después de la boda se centró en una gira por el Pacífico Sur y ahora selecciona las organizaciones benéficas que planea apoyar en su papel de duquesa. Además de renovar su nuevo hogar y prepararse para un nuevo bebé.

Hubo dos ocasiones en que personas cercanas a los Sussex sintieron que algunos de los medios de comunicación habían cruzado la línea y eran motivo de gran preocupación. Los primeros fueron los matices racistas detectados en algunos informes cuando la relación de la pareja se reveló por primera vez. Se temía por la seguridad física de Meghan y de su madre, Doria Ragland.

La segunda ocasión se refería a su padre, Thomas Markle, y la exposición que algunos medios de comunicación le habían dado antes de la boda. Ese “ataque” continúa y la “falta de moderación” es “impactante” y “desagradable”, según me ha dicho una fuente. Los que están cerca de la pareja sienten que es inapropiado seguir sometiéndolo a la misma línea de preguntas en una plataforma pública sin tener en cuenta la presión sobre él y su hija embarazada.

¿Cuál es la verdad sobre todo esto? Bueno, siempre hay diferencias entre las familias y conozco a algunos de los periodistas que han escrito sobre esto y confían en lo que dicen. Una fuente me dijo anteriormente que la duquesa de Sussex “sabe lo que piensa”. Interprétalo como quieras.

¿Algo de esto te importa? Podría ser, si tienes en cuenta que la monarquía trabajadora —los reciben sus suelos por los contribuyentes británicos y quienes adelantan deberes oficiales en nombre de la monarquía— se está reduciendo gradualmente a los duques de Cambridge y de Sussex.

A largo plazo, deben poder cooperar y me recuerda que lo hacen actualmente a través de The Royal Foundation, la institución creada en 2009 para promover los objetivos benéficos del príncipe Guillermo y Enrique. Las duquesas se han unido a los príncipes como patrocinadoras.

Los príncipes Guillermo y Enrique, estoy segura, siguen siendo especialmente unidos, y su relación fraternal anula cualquier diferencia profesional que puedan tener.

El sentimiento general que recibo desde el Palacio de Kensington es que la monarquía británica es una antigua institución que ha resistido más tormentas que esta y esto pasará.

En los círculos reales hay conciencia de que el público seguirá la telenovela de los medios de comunicación, pero también se opondrá a lo que ha sido un año trascendental y emocionante para los duques de Sussex.

Y sin duda, creen, el tema de conversación y el hashtag pronto cambiará a #RoyalBaby.