(CNN) – Un joven guatemalteco de 16 años murió este lunes por la mañana bajo la custodia del Gobierno, dijo el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
El adolescente, identificado por un funcionario de CBP como Carlos Gregorio Hernández Vásquez, fue detenido y procesado cerca de Hidalgo, Texas, el 13 de mayo, antes de ser trasladado a la Estación de Patrulla Fronteriza de Weslaco este domingo, informó la agencia en un comunicado. Fue encontrado este lunes por la mañana sin responder. La causa de la muerte es desconocida, dijo la agencia.
“Los hombres y mujeres del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos están tristes por la trágica pérdida de este joven y nuestras condolencias están con su familia”, dijo el comisionado interino John Sanders en una declaración. “CBP está comprometido con la salud, la seguridad y el trato humano de quienes están bajo nuestra custodia”.
Este es el quinto niño que se sabe que murió después de viajar a Estados Unidos en los últimos meses desde Guatemala y fue detenido por las autoridades.
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Vásquez cruzó a EE.UU. con un grupo de aproximadamente 70 personas y fue trasladado al Centro de Procesamiento Central en McAllen, Texas, para esperar la transferencia a la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos, como es habitual para los menores no acompañados.
Seis días después de ser detenido, le indicó al personal del Centro de Procesamiento Central que “no se sentía bien”, y en ese momento fue visto por una enfermera contratada.
“Fue evaluado y se determinó que tenía influenza A”, dijo el funcionario. El tratamiento prescrito fue Tamiflu, que los agentes de la Patrulla Fronteriza recogieron en una farmacia local, según el funcionario.
El último chequeo de asistencia social en la estación de Weslaco, a donde se trasladó a Vásquez, se notó una hora antes de que se lo encontrara sin respuesta. Estuvo en Weslaco durante cerca de 17 a 18 horas.
“Con respecto a otros individuos dentro de la celda con él, eso es algo que los investigadores analizarán y asegurarán que no haya un crimen asociado con esto”, dijo el funcionario de CBP.
CBP dijo que el Departamento de Policía de Weslaco, la Oficina de Responsabilidad Profesional de CBP, el inspector general del Departamento de Seguridad Nacional y el FBI están investigando la muerte.
La semana pasada, un niño de 2 años de Guatemala murió en un hospital en El Paso, Texas. El niño, que no estaba identificado y que no estaba bajo la custodia de Estados Unidos en el momento de su muerte, había sufrido complicaciones de neumonía, dijo a CNN Tekandi Paniagua, cónsul general de Guatemala en Del Rio, Texas.
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La muerte de dos jóvenes guatemaltecos en diciembre provocó audiencias en el Congreso y nuevos procedimientos del DHS y el CBP. Jakelin Caal Maquin, de 7 años, murió de sepsis, una infección bacteriana, en un hospital de El Paso en diciembre, dos días después de que ella y su padre fueron detenidos. Semanas más tarde, Felipe Gómez Alonzo, de 8 años, murió de gripe complicada por sepsis mientras estaba bajo la custodia del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos
A fines del mes pasado, Juan de León Gutiérrez, de 16 años, murió en un hospital de niños de Texas días después de llegar a un refugio de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados. La causa de su muerte no ha sido reportada, aunque una fuente cercana a la situación dijo en ese momento que mostró signos de angustia el día después de llegar a Casa Padre, un lugar que antes era un establecimiento de Walmart en Brownsville, Texas.
Desde entonces, las autoridades de inmigración han ordenado un aumento de los controles médicos para los niños bajo su custodia, con un enfoque en los niños menores de 10 años, en medio de un aumento de migrantes que cruzan la frontera de Estados Unidos y México.
En marzo, el entonces comisionado del CBP, Kevin McAleenan, advirtió sobre una inminente crisis humanitaria debido a un “cambio radical y creciente a poblaciones más vulnerables”, combinado con una capacidad inadecuada para que el gobierno de EE. UU. tenga en cuenta el aumento de familias y niños que cruzan la frontera.
“El peligro del asalto violento en ese viaje, el potencial de un trágico incidente en el cruce o en las instalaciones de la CBP abrumadas, o en las redes de transporte, es claro y está presente”, dijo en ese momento.
Añadió que el peligro aumentará a medida que el clima se vuelva más caluroso en los meses de verano.
Sólo en abril, la Patrulla Fronteriza arrestó a 98.977 migrantes por ingreso ilegal, muchos de los cuales eran familias, un aumento con respecto al mes anterior. El funcionario de CBP dijo que desde el 22 de diciembre, la agencia ha estado transportando a cerca de 69 personas por día a centros de atención de nivel superior, incluida la atención de urgencia y los hospitales.
David Shortell y Ed Lavandera, de CNN, contribuyeron a este informe.