(CNN) – Donald Trump, presidente de Estados Unidos, cruzó el bordillo de piedra que separa Corea del Norte y Corea del Sur a las 3:45 p.m. hora local, abriéndose paso junto a un sonriente Kim Jong Un. Así, Trump ingresó a un país que durante mucho tiempo ha sido un paria mundial por sus ambiciones nucleares y su triste historial en materia de derechos humanos.
En total, Trump dio 20 pasos hacia Corea del Norte, haciendo historia como el primer líder estadounidense en servicio que pisó este país
El evento, aparentemente espontáneo y transmitido en vivo, llevó a un nuevo nivel los instintos de showman de Trump y la visión de la diplomacia como una prueba de habilidades interpersonales.
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Más tarde, Trump dijo que estaba “orgulloso de haber sobrepasado la línea” y agradeció a Kim por la reunión. Lo invitó a la Casa Blanca, aunque más tarde reconoció que tal visita no ocurriría pronto.
Un día “histórico y legendario” para Trump
Donald Trump, dijo que estuvo de acuerdo con el líder norcoreano Kim Jong Un en reiniciar las conversaciones luego de que las negociaciones nucleares se estancaran a principios de este año.
“Acabamos de tener una muy buena reunión con el presidente Kim”, dijo Trump a los reporteros después de haberse despedido de Kim en la frontera con Corea.
“Hemos acordado que cada uno designará un equipo. Los equipos tratarán de resolver algunos detalles “, dijo.
“La velocidad no es el objetivo, queremos ver si podemos hacer un trato realmente completo”, dijo Trump. “Este fue un gran día. Este fue un día histórico muy legendario”.
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“Ya han surgido muchas cosas”, dijo Trump sobre la relación entre Estados Unidos y Corea del Norte. “Cuando llegué a la oficina era un desastre ardiente, estaban pasando cosas malas”.
Añadió que “durante dos años y medio hemos tenido paz, sin nada firmado, solo basado en las relaciones”.
Las negociaciones se reanudarán con Corea del Norte dirigida por el representante especial Steve Biegun, dijo Trump.
Trump dijo que los equipos comenzarán a trabajar y reunirse en las próximas dos o tres semanas, pero insistió en que no estaba tratando de apresurarse a llegar a un acuerdo.