(CNN Español) – Tras la muerte del joven Dilan Cruz el 25 de noviembre a causa de un disparo por un integrante del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía, durante las manifestaciones contra el Gobierno de Iván Duque, el cuerpo está en el centro de la polémica con muchos pidiendo que sea disuelto o, al menos, que se modifique su forma de actuar.
Creado en 1999 bajo el gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002) y más adelante formalizado en el gobierno del presidente Álvaro Uribe (2002-2010), el objetivo del ESMAD es controlar los disturbios, las multitudes, los bloqueos y hacer acompañamientos a desalojos de espacios públicos o privados, en lugares donde haya una “eventual materialización de hechos terroristas y delincuenciales” y restablecer el orden.
Actualmente el Escuadrón Antidisturbios está regido por una normativa internacional y recogida en la Resolución 02903, en la que está el reglamento para “el uso de la fuerza y el empleo de armas”, según dijo el ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo este jueves en Bogotá.
Veinte años después, esta dependencia de la Policía Nacional, que está adscrita al Ministerio de Defensa, está integrada por unos 3.500 policías distribuidos en 23 escuadrones especializados en antidisturbios, en 17 de los 32 departamento de Colombia, y en Bogotá, Medellín y su área metropolitana, y Cúcuta.
El presupuesto anual de la Policía Antidisturbios es de 490.000 millones de pesos, casi 1,4 millones de dólares, según cita la prensa local.
“Uso excesivo de la fuerza”
Si bien el ministro de Defensa aseguró que el ESMAD actúa “cuando se presentan disturbios” y pueden hacer uso de ciertas armas “menos letales”, cuyo utilización genera riesgo, durante las manifestaciones antigubernamentales de noviembre de este año se presentaron múltiples denuncias de uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía.
La Defensoría del Pueblo expresó su preocupación “por el uso desmedido de la fuerza por parte del ESMAD” en las manifestaciones en Bogotá, a propósito del disparo que recibió Dilan Cruz en una protesta en el centro de la ciudad.
Cruz fue un joven de 18 años que recibió un disparo en la cabeza por parte de un integrante del ESMAD durante una manifestación en el centro de Bogotá el 23 de noviembre. Según el dictamen de Medicina Legal, la muerte de Cruz fue “violenta” y producto de un “homicidio”: el joven sufrió un “trauma craneo-encefálico penetrante ocasionado por munición de impacto, disparado por un arma de fuego”.
El joven se graduaría del colegio el día que falleció.
Human Rights Watch hizo un llamado al gobierno colombiano para que se pronuncie en contra del “uso excesivo de la fuerza por parte de la fuerza pública”.
El policía responsable del disparo fue separado del cargo el domingo, se iniciaron las investigaciones del caso y se solicitó el acompañamiento de la Fiscalía en las indagaciones. El ministro de Defensa dijo que la muerte de Cruz es “muy dolorosa” y que siguen las investigaciones sobre este caso.
El Ministerio de Defensa y la Policía han defendido la actuación del escuadrón antidisturbios como forma de mantener el orden en medio de protestas que han registrado algunos hechos vandálicos.
En una carta del Comité del Paro Nacional a Duque, los voceros le pidieron al presidente que “cese toda acción violenta contra las manifestaciones pacíficas por parte de la Fuerza Pública y, en especial” del ESMAD”.
El presidente Iván Duque dijo esta semana que no desmontará esta fuerza.
“El ESMAD hace parte de la fuerza pública al servicio de los colombianos, no se puede desarticular”, dijo Duque en W Radio.
Las armas que usa el ESMAD
Medicina Legal dijo esta semana que Cruz que recibió un impacto de una munición tipo “bean bag”, —una bolsa de tela que contiene múltiples perdigones de plomo— disparada con una escopeta calibre 12.
Además de las bolsas de perdigones, el ESMAD también usa cartuchos de gas de 37 y 40 milímetros granadas fumígenas, todas estas conocidas como armas “menos letales”, según la Policía.
El senador Jorge Enrique Robledo, un prominente líder de izquierda, hizo un llamado al Gobierno para que prohíban “de manera inmediata” el uso de este tipo de armamento que fue disparado contra Dilan Cruz, pues dice, su fuerza es “bastante más alta que la del perdigón” y puede “hacer destrozos inmensos”, como ocurrió con Cruz.
“Hay que recordar que el ESMAD es una fuerza para control de protestas civiles”, dijo Robledo. “Dilan no estaba armado de ninguna manera. El ESMAD se supone que no es un instrumento del Estado para la guerra. Entonces no corresponde que el ESMAD utilice balas que son balas más de guerra, que de otro uso”.
Trujillo, el ministro de Defensa, desmintió las aseveraciones que han circulado durante esta semana sobre que el ESMAD hace uso de armas “no convencionales” y dijo que todo el armamento que usa la fuerza pública durante las protestas, están avaladas por la ONU y por la Resolución de la Policía Nacional que reglamenta esta fuerza.
Las lesiones que pueden ocasionar las armas
El ministro de Defensa dijo este jueves a periodistas en Bogotá que las armas pueden ocasionar lesiones como penetración o laceración de la piel, pueden requerir extracción, pueden lacerar los ojos, generar fracturas, conmociones cerebrales, lesiones en órganos internos, hemorragias y si el disparo es a corta distancia y sobre el pecho, abdomen o cabeza, “estas lesiones pueden ser fatales”.
“Como se trata de armas menos letales, subsiste un riesgo y el reconocimiento de unas lesiones asociadas”, agregó. “Esas lesiones… pueden llegar a ser fatales”.
En la ola de protestas que ha sacudido América Latina en los últimos meses, en Chile también se han registrado cientos de casos de traumas oculares a causa de los impactos de perdigones y bombas lacrimógenas en medio de los disturbios. El cuerpo de Carabineros de Chile aseguró que la policía no tiene como objetivo producir ningún daño a los civiles, pero no descartan que existan personas afectadas por la acción de los perdigones.
Respecto a dejar de usar estas armas, el director de la Policía Nacional de Colombia, el general Óscar Atheortúa, dijo que sería necesario solicitar a las autoridades internacionales que modifiquen sus protocolos para el uso de las armas del ESMAD y sus protocolos.
“Serían ellos los llamados a que nos digan si hay alguna modificación o análisis diferente porque se hicieron con base en estudios fehacientes que ustedes los pueden encontrar en las redes”, puntualizó Atehortúa.
Sobre la muerte de Dilan, las autoridades han dicho que esperan las investigaciones sobre las denuncias contra el ESMAD y puntualmente sobre la muerte del joven de 18 años que se volvió la cara de las manifestaciones en Colombia que ya llevan más de una semana.