(CNN) – Tienen fama de ser el lugar perfecto para tomar el sol, disfrutar de fiestas que duran toda la noche y encarnar el hedonismo completo, pero las Islas Baleares de España quieren cambiar su imagen.
El gobierno regional ha introducido una serie de leyes nuevas que intentan frenar el exceso de alcohol en los centros turísticos de Magaluf y Playa de Palma, en la isla de Mallorca, y San Antonio, en Ibiza.
Las fiestas en los botes ya no promoverán las borracheras marítimas, se prohibirán las denominadas “horas felices” (“happy hours”, en inglés) y luego de las 9:30 p.m. las tiendas dejarán de vender bebidas alcohólicas hasta las 8 a.m. del día siguiente.
Los recorridos por distintos de bares para “irse de copas” también estarán por fuera de la ley. Además, la peligrosa moda conocida como “balconing” –en la que las personas saltan desde los balcones de los hoteles a las piscinas– queda estrictamente prohibida.
“Las Islas Baleares se convertirán en un destino líder de la lucha contra el exceso de turismo”, se lee en el comunicado de prensa que emitió el gobierno para anunciar estos cambios.
Aquellos que hagan alarde de incumplir las nuevas reglas enfrentarán multas. De hecho, en los casos más serios, como la venta de alcohol fuera de las horas permitidas, las empresas podrían pagar 60.000 euros (más de 66.000 dólares).
La nueva estrategia se implementará por al menos cinco años.
Un nuevo camino
Si sales a las calles de Magaluf durante una noche de verano, te encontrarás con hordas de jóvenes turistas europeos, atraídos por los vuelos baratos y la promesa de una semana de libertinaje en busca de placer, clubes y bares.
El gobierno de las Islas Baleares dice que está combinando las leyes con publicidad nueva y un cambio hacia el “turismo sostenible y respetuoso”, bajo el objetivo de lograr un “una transformación real en el modelo turístico de estos destinos”.
Con su clima templado, playas arenosas y tesoros escondidos de la naturaleza, las Islas Baleares ofrecen mucho más que lugares populares para fiestas descontroladas.
Justin Francis, presidente ejecutivo de la compañía de viajes Responsible Travel, le explicó a CNN Travel que la clave para cambiar la fama de Mallorca e Ibiza es apoyar nuevas oportunidades de turismo en las islas.
“Las autoridades en las Baleares ahora deben trabajar para incentivar el turismo local, basado en lo cultural y centrado en la naturaleza, con el fin de atraer al tipo de viajeros que mejor respetarán el destino. Deben buscar hacer esto fuera de las tradicionales zonas famosas”, indicó.
Francis señaló que otros destinos europeos, incluida la ciudad española de Barcelona, han tomado medidas para transformar su fortuna en los últimos años.
Perspectiva turística
Pero, ¿qué piensan los jóvenes turistas que visitan estos lugares de fiesta sobre los cambios propuestos?
Kate Chan, de Londres, no está impresionada. La joven de 19 años, que anteriormente trabajó para una compañía de viajes que organiza vacaciones en Ibiza, le dijo a CNN Travel que la cultura de la “hora feliz” es crucial para la economía de la isla.
“Incluso vendimos paquetes de bebidas ilimitadas antes que los de los clubes famosos. Es una forma de que la economía de Ibiza sobreviva, porque los lugares más famosos como Amnesia cobran alrededor de 30 euros (33 dólares) por un trago doble y un mezclador”, señaló Chan.
“No es para nada atractivo si no hay acuerdos previos para antes de la fiesta”, agregó. “¿Quién va a Ibiza a pasar un rato civilizado en todo caso?”, añadió.
Chan está de acuerdo en que normas más estrictas sobre el consumo de alcohol podrían reducir algunos de los problemas en Ibiza, como el denominado “balconing” o las peleas de borrachos, pero no cree que la isla pueda cambiar de imagen de la noche a la mañana.
Jack Painter, un británico de 24 años, es fanático de la música house y ha visitado Ibiza en varias ocasiones. Él le dijo a CNN Travel que está a favor de las nuevas regulaciones.
“Ibiza es el hogar de algunos de los más grandes y prestigiosos lugares de música dance del mundo, y aloja residencias importantes de los artistas más influyentes en la música electrónica”, destacó Painter. “Esto atrae a verdaderos fanáticos de la música que buscan una experiencia y la oportunidad de disfrutar de los sets de sus productores favoritos”, añadió.
En términos generales, estos turistas respetan la isla, dice Painter. No solo están allí para emborracharse.
“Lo que nos decepciona a nosotros y a la isla son los establecimientos sórdidos y baratos de bebidas alcohólicas en el extremo oeste de San Antonio. Estos lugares están destinados a nada más que emborrachar a los turistas lo más posible con una bebida ridículamente barata”, completó.
“Y atraen el tipo de comportamiento grosero y antisocial por el que los turistas británicos son conocidos y que, comprensiblemente, crea una gran fricción con la población local”, añadió.
Perspectivas de fiesta
Mientras tanto, su compañero británico James Sawyer, de 23 años, sostuvo que podía entender ambos lados de la discusión.
“He estado en Mallorca en vacaciones familiares y en el Strip para salir de fiesta. Tuve experiencias completamente diferentes y las dos fueron geniales por diferentes razones”, relató.
“El Strip transporta una noche en Leeds (una ciudad universitaria en el norte de Inglaterra) a un clima más agradable, prácticamente todos son ingleses y es esencialmente el país del nunca jamás. Fue divertido cuando tenía entre 16 y 18 años, pero nunca regresaría para irme de fiesta”, explicó.
Dicho esto, Sawyer comentó que consideraría ir a Ibiza de fiesta, pero estas nuevas reglas lo hacen dudar: “Es menos probable que vaya con estas restricciones”.
Aún así, él es pragmático sobre sus perspectivas de fiesta. “Habrá otro lugar que aparezca para el mismo propósito”, dijo Sawyer.
“Es triste que las restricciones puedan evitar que alguien más tenga esa experiencia siendo adolescente, pero entiendo que las islas son mucho más que experiencias de borrachos antes de ser adultos”, concluyó.