(CNN Español) – De manera casi ininterrumpida desde finales de diciembre de 2019 hasta su desaparición el 13 de enero, Homero Gómez González publicaba en su cuenta de Twitter una invitación en video para que la gente visitara el Santuario de la Mariposa Monarca ‘El Rosario’, ubicado en Ocampo, Michoacán, México.
Gómez, conocido activista, y quien se desempeñaba como administrador del santuario, aparecía en varios de esos videos con los brazos abiertos en medio de miles de mariposas que revoloteaban a su alrededor, y las llamaba con la confianza que da una relación de años: ‘la viajera’, ‘la cosechadora’, ‘las novias del sol’, ‘el alma de los muertos’.
El activista ambiental, de 50 años, luchó por el hábitat de la mariposa monarca cuando ejerció como presidente del comisariado ejidal de ‘El Rosario’ y como exsíndico, cargos que todavía figuran en su perfil de Twitter. Gómez también centró sus esfuerzos en la reforestación, y la importancia de “nuevos bosques” para combatir el cambio climático, una de las mayores amenazas para la monarca según le contó el activista a La voz de Michoacán en una entrevista a finales de 2016.
Para Gómez el santuario El Rosario era “el más grande del mundo” y no se cansaba de repetirlo; dato difícil de comprobar debido a que la mariposa monarca viaja por todo un continente, desde Canadá y Estados Unidos y 4.200 kilómetros después, según indica WWF, llega a México a pasar el invierno. Pero el santuario “más grande del mundo”, el santuario donde Gómez era guardián, “tiene el 44 % de toda la mariposa que llega a México”, describe en su página de Facebook.
De acuerdo con WWF, las viajeras hibernan en los límites de Michoacán y el estado de México, en montañas cubiertas por bosques de oyamel, pino, encino y cedro. Y es la pérdida de estos bosques, señala WWF, otro de los riesgos para las mariposas debido a la presión ejercida por los asentamientos humanos y las actividades agrícolas y turísticas. Vale la pena recalcar entonces que la lucha de Gómez no era solo por un insecto de medio gramo de peso que atraviesa un continente para sobrevivir, sino por el agua y las especies de flora que allí se da.
El poeta y también activista ambiental Homero Aridjis (quien conocía a Gómez hace años), le dijo a la Radio Pública de EE.UU. (NPR, por sus siglas en inglés) que una nueva amenaza se ciñe sobre la reserva donde llegan las mariposas: la tala ilegal hecha por los carteles para cultivar aguacate.
Aunque hasta el momento la muerte de Homero Gómez González es materia de investigación, según la Fiscalía, el asesinato de activistas ambientales es un hecho que es real. Hasta octubre de 2019 Amnistía Internacional registró el asesinato de 12 personas que “defendían la tierra el territorio y el medio ambiente” en México.
Tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Gómez, la directora para las Américas de Amnistía Internacional expresó en su cuenta de Twitter un mensaje de condolencia y llamó a Gómez “defensor de los bosques y protector de las mariposas monarcas”, y agregó que “la fiscalía debe investigar este atroz asesinato y poner su labor de defensa como línea principal de investigación”.
Numerosas reacciones al fallecimiento del mexicano se pueden apreciar en la página de Facebook de la organización sin fines de lucro Monarch Watch, dedicada a la educación y conservación de la mariposa monarca, su hábitat y migración. “¡Esto es devastador! El futuro de las monarcas claramente está en peligro en esa región”, dijo un usuario. “Él fue un campeón de la conservación de la mariposa monarca; una gran pérdida para todos”, agregó otra persona en la misma red.