Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Camilo. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.
(CNN) – A Daniel Defoe se le conoce como el autor de “Robinson Crusoe”.
Pero hace 298 años publicó otro libro que esta pesadilla del coronavirus ha puesto de actualidad, “Diario del año de la peste”.
Es una novela pero, al mismo tiempo, es lo más parecido a un reportaje.
Cuenta cómo Londres sufrió el azote de la peste bubónica.
Por cierto, Londres era una ciudad brutalmente dividida por motivos políticos. ¿Les resulta familiar eso o no?
Defoe lo describe todo con una minuciosidad hiperrealista que aterra.
Hay un pasaje especialmente inquietante, cuando la gente desesperada, echa a un lado sus diferencias de clase y credo y se reúne en las iglesias donde, dice Defoe, “ya no se preguntaban por quiénes se sentaban cerca o lejos de ellos, qué olores repugnantes encontraban o cuál era su estado de salud”.
Por supuesto, que cuando la peste desapareció, cada quien volvió a ser lo que siempre fue.
La peste del siglo XVII no consiguió que los seres humanos resultaran mejores. Y la historia lo demuestra.
Supongo que en unos años, cuando alguien cuente lo que ahora vivimos, se detendrá en lo que producían en ciertos ciudadanos los políticos patológicamente deshonestos e incompententes. En el miedo que añadían a nuestras vidas con su palabrería chirriante y superflua. Que quien lo cuente, que lo haga con la minuciosidad de Daniel Defoe, a ver si para la próxima pandemia llevamos aprendida la lección.