Nota del editor: Sylvia Garcia es legisladora demócrata que representa al distrito 29 de Texas en la Cámara de Representantes desde 2019 y una de las dos primeras latinas en ser elegida al Congreso por Texas. También fue una de los fiscales en el juicio político contra el presidente de EE.UU., Donald Trump. Veronica Escobar es la legisladora demócrata que representa al distrito 16 de El Paso, Texas, en la Cámara de Representantes de EE.UU. desde 2019. Fue la primera mujer elegida por ese distrito en la historia y una de las dos primeras latinas en llegar al Congreso por Texas. Debbie Mucarsel-Powell es la legisladora demócrata que representa al distrito 26 de Florida, es la primera congresista ecuatoriana -estadounidense y la primera inmigrante sudamericana en servir en el Congreso. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas de los autores.
(CNN) – Nuestra nación no se ha enfrentado a una crisis de salud pública y económica con la magnitud de la pandemia de coronavirus (covid-19) en más de un siglo.
Los números son devastadores, con más de 1.370.000 casos y más de 82.300 muertes en Estados Unidos, y millones de casos más en todo el mundo.
Más allá de estos números, nuestras comunidades - desde El Paso a Houston y a Miami - han tenido que adaptarse a esta nueva normalidad: distanciamiento social, órdenes para permanecer en casa, una creciente tasa de desempleo, pequeños negocios que están cerrando y una economía que está colapsando. Nosotras tenemos familiares, amigos y constituyentes que han sido afectados por esta crisis. A este virus no le importa la edad, la raza, el estatus inmigratorio o cuánto dinero gana una persona.
Esta pandemia ha expuesto las inequidades de vida y muerte que enfrentan los latinos y que han empeorado el impacto de este virus en nuestra gente. Entre muchas otras, estas desigualdades incluyen disparidades en los ingresos, un sistema de inmigración defectuoso y la falta de acceso a atención médica. Esto es aún peor entre las latinas que solo ganan 54 centavos por cada dólar que gana un hombre blanco no hispano y que es probable que trabajen en la creciente economía de bajos ingresos de EE.UU.
De acuerdo con un reporte de Mijente y el Consejo laboral para el avance latinoamericano en 2014, “de los más de 26 millones de trabajadores latinos en la fuerza laboral de EE.UU., más de 24% trabaja en empleos de bajos salarios”. Pero ya este 24% equivalía a una porción crítica de nuestra fuerza laboral colectiva.
Estos latinos son trabajadores agrícolas, empleados de supermercados, camioneros, trabajadores postales, estibadores, trabajadores del aseo y proveedores de cuidado infantil. Son trabajadores esenciales que arriesgan su vida en la primera línea de esta pandemia para mantener a nuestro país funcionando. Están alimentando a EE.UU., limpiando nuestros hospitales, manteniendo abiertos nuestros puertos y moviendo nuestra economía, y muchos más nos mantienen seguros mientras salvan vidas como trabajadores de primeros auxilios al igual que profesionales médicos.
Mientras dependemos de ellos para mantener la nación funcionando durante esta pandemia, los latinos están sufriendo. Un alarmante 49% de los latinos dice que alguien en su hogar ha sufrido una reducción salarial, ha perdido un trabajo – o ambas cosas – debido al coronavirus, comparado con el 33% de todos los adultos estadounidenses. Y muchos los latinos temen no poder poner comida en la mesa o mantener un techo sobre sus cabezas. Estas son las historias de muchos de nuestros electores en Texas y en el sur de la Florida.
Sin embargo, la administración de Trump y la gran mayoría de los republicanos del Congreso les han dado la espalda a muchos latinos necesitados en todo EE.UU. Se niegan a brindarles ayuda a muchos de ellos para complacer la agenda antilatina y antiinmigrante del presidente Trump.
Agradecen la mano de obra barata y las contribuciones económicas de nuestra comunidad, pero les niegan ayuda financiera a las familias hispanas quienes en general contribuyen fuertemente en nuestra economía, en el 2015 su poder adquisitivo fue de US$ 1.000 millones y contribuyeron en impuestos US$ 215.000 millones en total. Continúan atacando el futuro de los “dreamers” (soñadores), incluso cuando miles de ellos están en la primera línea salvando vidas como profesionales de la salud. Según un estudio de Stanford Business, se hicieron de la vista gorda cuando los pequeños negocios de latinos tuvieron dificultades para acceder a los fondos de ayuda de la SBA (Agencia Federal de Pequeños Negocios de EE.UU.) a pesar de que, según ese mismo estudio, abrimos más pequeñas empresas que cualquier otro grupo étnico en todo EE.UU.
Hay una razón por la cual muchos en nuestras comunidades se sienten invisibles y olvidados. A pesar de nuestros esfuerzos y de la defensa de tantos funcionarios electos y organizaciones comunitarias, los republicanos se negaron a darles a muchos latinos el alivio económico que necesitan desesperadamente bajo la Ley CARES o el Programa de Protección de Cheques de Pago y la Ley de Mejora de la Atención Médica, recientemente aprobada.
Ante esta obstrucción, no hemos dejado de luchar para garantizar que todas las personas obtengan el alivio económico que necesitan durante estos tiempos difíciles. A medida que nos preparamos para votar para la Ley Héroes esta semana, le pedimos a los republicanos del Senado y la Cámara de Representantes que recuerden las palabras del presidente Abraham Lincoln y que sean inspirados por “los mejores ángeles de nuestra naturaleza” en:
1. Acelerar la distribución nacional de pruebas rápidas, respiradores artificiales y equipos de protección para comunidades afectadas en muchos barrios de población latina y afroamericana.
2. Brindar equipo de protección y atención médica rápida para madres y niños inmigrantes detenidos, así como al personal de ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas) y CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza).
3. Ampliar el acceso a la atención médica en lugar de tratar de desmantelarla en las cortes.
4. Extender el alivio económico a los individuos con números de identificación individual de contribuyente (ITIN).
5. Asegurar que los pequeños negocios de latinos tengan acceso a los fondos de ayuda necesarios para salvarlos y mantener a los trabajadores en nómina.
6. Agilizar los procesos para solicitar el beneficio por desempleo que ayudará rápidamente a los latinos que han perdido de manera desproporcionada sus empleos.
7. Proporcionar a las clínicas, hospitales y sistemas de atención médica el equipo necesario para tratar a pacientes y brindar atención de salud mental a pacientes y trabajadores de salud que han sufrido traumas durante esta crisis.
8. Asignar fondos para ayudar a los sistemas escolares desatendidos y con fondos insuficiente, y así cerrar la brecha digital a medida que los estudiantes aprenden desde sus hogares.
9. Financiar esfuerzos educativos multilingües y culturalmente inclusivos en la televisión y la radio públicas para garantizar que los latinos puedan tener acceso a la información que necesitan para comprender la pandemia y las medidas que deben tomar para protegerse a sí mismos y a sus familias.
10. Ofrecer pago por riesgos laborales a profesionales de salud y trabajadores esenciales en la primera línea de esta crisis.
Como congresistas, tenemos la responsabilidad de trabajar para el pueblo y aprobar legislación que mejore las vidas de las familias trabajadoras. Estamos pasando por un momento sin precedentes en nuestra historia, que va a definir el futuro de nuestra nación. ¿Seremos un gobierno con solidaridad para toda nuestra gente? ¿U obligaremos a los latinos y a otras minorías a vivir en la oscuridad de esta pandemia a medida que nuestros barrios son devastados, la gente pierde sus trabajos y muchos otros mueren?
Estamos luchando para asegurarnos de que los latinos y los más vulnerables entre nosotros no sean olvidados. Nuestra gente merece algo mejor y haremos todo lo posible para que así sea.