(CNN Business) – Una recesión prolongada es la mayor preocupación para los ejecutivos de las compañías, a medida que continúan expandiéndose las consecuencias de la pandemia de coronavirus. Pero hay muchas más cosas que los mantienen despiertos por la noche.
Los ejecutivos, cuyo trabajo es identificar riesgos, también están preocupados por un aumento relacionado de bancarrotas, altos niveles de desempleo juvenil y el aumento de los ataques cibernéticos derivados de un cambio al trabajo remoto, según un informe del Foro Económico Mundial (FEM), Marsh & McLennan y Zurich Insurance Group.
Los autores encuestaron a cerca de 350 profesionales que evalúan riesgos altos de grandes empresas en todo el mundo. Según el informe publicado este martes, dos tercios de los encuestados mencionaron una recesión global prolongada como el riesgo “más preocupante” que enfrentan sus empresas. Los autores del informe también señalaron una mayor desigualdad, un debilitamiento de los compromisos relacionados con el cambio climático y el mal uso de la tecnología como riesgos derivados de la pandemia de covid-19.
La encuesta se realizó en las dos primeras semanas de abril.
Los encargados de formular políticas en todo el mundo ahora buscan sacar a sus economías de las crisis inducidas por el coronavirus, reabrir negocios, escuelas y transporte, al tiempo que limitan el riesgo de una segunda ola de infecciones que podrían forzar nuevos cierres.
El Fondo Monetario Internacional dijo el mes pasado que espera que el PIB mundial se contraiga un 3% en 2020, la caída más profunda de la economía desde la Gran Depresión de la década de 1930.
“El covid-19 disminuyó la actividad económica, requirió billones de dólares en paquetes de ayuda económica y es probable que provoque cambios estructurales en la economía mundial en el futuro, a medida que los países planean la recuperación y la reactivación”, dijeron los autores del informe del FEM.
“Es probable que una acumulación de deuda cargue los presupuestos gubernamentales y los saldos corporativos durante muchos años … las economías emergentes corren el riesgo de sumergirse en una crisis más profunda, mientras que las empresas podrían enfrentar patrones de consumo, producción y competencia cada vez más adversos”, agregaron, señalando las preocupaciones de los ejecutivos de quiebras generalizadas y consolidación de la industria.
El FMI espera que la deuda del gobierno en las economías desarrolladas aumente al 122% del PIB este año del 105% en 2019. Un debilitamiento de las posiciones fiscales en las principales economías fue una preocupación para el 40% de los ejecutivos encuestados, y los autores del informe sugieren que hoy el gasto podría conducir a una nueva era de austeridad o aumentos de impuestos.
Cuando se les preguntó acerca de sus principales preocupaciones para el mundo, los encuestados mencionaron altos niveles de desempleo estructural, especialmente entre los jóvenes, y otro brote global de covid-19 o una enfermedad infecciosa diferente.
“La pandemia tendrá efectos duraderos, ya que el alto desempleo afecta la confianza del consumidor, la desigualdad y el bienestar, y desafía la eficacia de los sistemas de protección social”, dijo Peter Giger, director de riesgos de Zurich en un comunicado.
“Con presiones significativas sobre el empleo y la educación (más de 1.600 millones de estudiantes han dejado las escuelas durante la pandemia), enfrentamos el riesgo de otra generación perdida. Las decisiones que se tomen ahora determinarán cómo se desarrollan estos riesgos u oportunidades”, agregó.
Si bien la solidaridad creada por la pandemia de coronavirus ofrece la posibilidad de “construir sociedades más cohesivas, inclusivas e igualitarias”, según los autores del informe, la inestabilidad social derivada del aumento de la desigualdad y el desempleo es un riesgo emergente que enfrentan las economías globales.
“Es probable que el aumento del trabajo remoto para los trabajadores altamente calificados genere aún más desequilibrios en el mercado laboral y una prima cada vez mayor para aquellos con más habilidades móviles”, dijeron.
Ya hay evidencia que muestra que los trabajadores migrantes y de bajos ingresos están siendo los más afectados por las consecuencias económicas de las medidas de cierre.
El informe también encuentra que el progreso en los compromisos ambientales podría detenerse. Si bien las nuevas prácticas de trabajo y las actitudes hacia los viajes pueden hacer que sea más fácil garantizar una menor recuperación de carbono, “omitir los criterios de sostenibilidad en los esfuerzos de recuperación o regresar a una economía global intensiva en emisiones” puede obstaculizar la transición hacia una energía más limpia, dijeron los autores.
Advierten que una mayor dependencia de la tecnología y el rápido despliegue de nuevas soluciones, como el rastreo de contactos, podría “desafiar la relación entre tecnología y gobernanza”, con efectos duraderos en la sociedad por la desconfianza o el mal uso.