São Paulo, Brasil (CNN) – Adenilson Costa ha trabajado en el cementerio de Vila Formosa durante un cuarto de siglo y dice que nunca ha visto las tumbas frescas llenarse tan rápido.
Es el cementerio más grande de América Latina, pero desde que el coronavirus llegó a Brasil, no es lo suficientemente grande.
Las familias son apuradas en los funerales, dijo Costa, cada uno de los cuales no tiene más de 10 o 15 minutos para despedirse para que el cementerio pueda administrar hasta 80 entierros por día en este sitio en las afueras de São Paulo.
MIRA: Las 5 cosas que debes saber este 8 de julio: ¿Qué implica que Bolsonaro tenga covid-19?
“Eso nos pone muy conmocionados, muy tristes, porque es el último adiós que le darán al ser querido que perdieron y no tienen tiempo”, dijo Costa.
Él habló en un día trascendental para Brasil, un día en que el Ministerio de Salud anunció más de 45.000 nuevos casos de covid-19 en el país, uno de ellos el presidente, Jair Bolsonaro.
Bolsonaro ha pasado meses minimizando la propagación del virus letal, incluso cuando Brasil se convirtió en el país con el segundo mayor número de casos, y muertes, solo detrás de Estados Unidos.
Y mientras el sepulturero Costa está conmocionado por la tasa de mortalidad, Bolsonaro dijo a muchos de sus ciudadanos que no tenían nada de qué preocuparse: “Gente más joven: tengan cuidado, pero si el virus los afecta, tengan la seguridad de que, para ustedes, la posibilidad de algo más serio es cercano a cero”, dijo el presidente. Cuando anunció que él mismo tenía el virus.
Bolsonaro reconoció que el riesgo era mayor para aquellos, como él, mayores de 65 años. Pero dijo a los periodistas que se sentía bien y le dio gran parte del crédito a la hidroxicloroquina, el fármaco contra la malaria que el presidente de Estados Unidos Donald Trump promovió polémicamente, a lo que luego se sumó Bolsonaro, pero que no ha sido probado como tratamiento para el covid-19.
MIRA: Bolsonaro publica video en Facebook tomando hidroxicloroquina
Bolsonaro le dijo a CNN Brasil que tomó hidroxicloroquina y azitromicina mientras esperaba el resultado de su cuarta prueba de covid-19 en cuatro meses.
“Me siento muy bien. Creo que la forma en que administraron la hidroxicloroquina, el efecto fue inmediato”, dijo.
La promoción de Bolsonaro de la hidroxicloroquina preocupa al Dr. Luiz Henrique Mandetta, exministro de salud de Brasil.
“Así que él finge que este medicamento salvaría el 90% de la vida de las personas. No es el medicamento. Es la forma en que se desarrolla la enfermedad”, dijo Mandetta.
“El problema es que la gente va a creer eso”, agregó. “Su mensaje podría ser un desastre en un país que tiene tantas personas que en realidad prestan más atención a los mensajes que escuchan que a lo que leen sobre las cosas”.
Mandetta dijo que él y otros ministros trataron de advertir a Bolsonaro que tomara la pandemia en serio y elaborara un plan nacional para abordarla. Pero no fueron atendidos.
“Él [Bolsonaro] siempre dijo que lo haría, estaba más preocupado por el daño en la economía que el daño a la vida de las personas”, dijo Mandetta.
Bolsonaro despidió a Mandetta por tratar de hacer que la nación use máscaras y se quede en casa.
Mandetta dice que espera que el presidente se recupere, pero también espera que piense en todos los otros brasileños que obtuvieron un resultado positivo en la prueba de covid el mismo día que Bolsonaro.
“Solo espero que pueda pensar en las otras personas que tienen un diagnóstico el mismo día que él”, dijo. “Las personas que recibieron la prueba hoy se van a casa, no al lugar donde él vive con un médico personal las 24 horas del día, … mucha gente … y todo el equipo”.