(CNN) –– Algunos productos codiciados son evidentes: el oro, el aceite, el maíz y, más recientemente, el desinfectante de manos. Todos claramente tienen un valor importante.
Pero hay ciertos productos valiosos que resultan menos obvios… y mucho más desagradables.
Una nueva investigación reveló que los desechos de las aves marinas ––es correcto, las heces de gaviotas, pelicanos y pingüinos–– podrían valer casi 500 millones de dólares al año.
Eso se debe a que el excremento de las aves marinas, también conocido como guano, puede usarse como un fertilizante comercial y es vital para contribuir nutrientes a los ecosistemas marinos.
En un esfuerzo por crear conciencia sobre la importancia de las aves marinas y la conservación de sus hábitats, científicos se propusieron valorar los excrementos de estos animales para cuantificar sus contribuciones e ilustrar el costo real que tendría la disminución de sus poblaciones.
No es poco dinero: su valor se estimó en más de 473 millones de dólares por año, y posiblemente mucho más, según un artículo publicado este jueves en la revista Trends in Ecology & Evolution.
“La producción de guano es un servicio de ecosistema que realizan las aves marinas sin ningún costo para nosotros. Yo puedo ir a una isla, recoger el guano y venderlo al precio de mercado como fertilizante”, destacó el coautor del estudio Marcus V. Cianciaruso, profesor de ecología en la Universidad Federal de Goiás en Brasil, en un comunicado de prensa.
“Debido a esta importancia científica y biológica, es posible cuantificar los servicios de ecosistema de las aves marinas en un lenguaje que el público en general y los encargados de formular políticas puedan comenzar a comprender”, añadió.
No es solo un valor comercial
Aunque solo unas pocas especies de aves marinas producen el guano que se comercializa actualmente en Perú, Chile y otros países, los excrementos de otras aves aportan nutrientes vitales a los ecosistemas marinos y también son importantes para las economías costeras.
Las funciones corporales de las aves marinas son la manera en que la naturaleza inyecta nutrientes de un lado a otro “entre hábitats marinos y terrestres”, escribieron Cianciaruso y su coautor, Daniel Plazas-Jiménez, estudiante de doctorado en la Universidad Federal de Goiás.
“[Las aves marinas] liberan altas concentraciones de nitrógeno (N) y fósforo (P) a través de sus heces, lo que provoca importantes cambios ambientales en estos ecosistemas”, indicó el estudio.
En los ecosistemas de arrecifes de coral, los nutrientes depositados por el guano pueden aumentar la biomasa de peces de arrecife ––una medida para indicar la cantidad y el tamaño de los peces en un arrecife––, hasta en un 48%, según el estudio. Eso es muy importante para la pesca y el turismo en lugares como el Caribe, el sudeste asiático y la Gran Barrera de Coral en Australia.
Los investigadores estimaron el valor anual del nitrógeno y el fósforo que las heces de aves marinas depositan en estos ecosistemas al calcular el costo de reemplazarlos con nutrientes artificiales. Como resultado, no proteger a estos animales podría ser costoso.
“Hicimos una estimación muy conservadora de que el 10% de las poblaciones de peces de arrecife de coral depende de los nutrientes de las aves marinas”, explicó Plazas-Jiménez. “Según las Naciones Unidas y el gobierno de Australia, los rendimientos económicos anuales de la pesca comercial en los arrecifes de coral es de más de 6.000 millones de dólares. Por lo tanto, el 10% de es valor es de alrededor de 600 millones de dólares por año”, añadió.
Cuando sumas ese resultado con la cifra del guano comercializado, de casi 474 millones de dólares, el valor de los excrementos de aves marinas aumenta a un estimado de 1.000 millones de dólares.
Bajo estos términos, la conservación de las aves marinas no parece una inversión desagradable.
“Sin embargo, debido a que las especies de aves marinas están muy amenazadas, esta función [la deposición de nutrientes] también está en riesgo”, advirtió Plazas-Jiménez en un correo electrónico enviado a CNN. “Para enfrentar estas amenazas, es necesario que el público en general, los sectores económicos y los responsables de las políticas se involucren en la conservación de las aves marinas”, insistió.
La importancia de proteger las aves marinas
Las aves marinas también generan impactos que van mucho más allá de sus hábitats inmediatos. Algunas especies, como los pingüinos en la Antártida, tienen una influencia significativa en los niveles de nitrógeno y fósforo a escala local y global. Esa es otra razón para proteger los hábitats que pueden parecer retirados de la vida humana.
“El ejemplo de los arrecifes de coral es solo para un pequeño grupo de aves marinas”, aclaró Plazas-Jiménez.
“Una gran cantidad de deposición de nutrientes ocurre en los ecosistemas antárticos: los pingüinos aportan la mitad del nitrógeno y el fósforo depositados por las aves marinas cada año”, agregó Plazas-Jiménez. “Sin embargo, el 60% de este aporte es realizado por especies de pingüinos con poblaciones en declive, y estas contribuciones disminuirán en el futuro si no se toma ninguna acción de conservación”, completó.
Las aves marinas enfrentan amenazas del cambio climático, el exceso de pesca, las especies invasoras y la “captura incidental”, lo que significa que a menudo se las mata accidentalmente como un subproducto de la pesca comercial.
“Descubrimos que las principales amenazas para las aves marinas ––el cambio climático, la captura incidental y la sobrepesca–– tienen un mayor efecto en la deposición de nutrientes que en el número de especies afectadas. El cambio climático amenaza el 80% de la cantidad de nitrógeno y fósforo depositado por las aves marinas, pero solo pone en riesgo al 44% de las especies de aves marinas”, destacó Plazas-Jiménez a CNN. “Potencialmente, el efecto de estas amenazas sobre las contribuciones que la deposición de nutrientes de las aves marinas hace a nuestro bienestar es mayor de lo que se pensaba”, insistió.
La población de casi la mitad de las especies de aves marinas está disminuyendo, y un tercio de las especies enfrentan el peligro de extinción, según BirdLife International, una asociación global de organizaciones de conservación dedicadas a proteger las aves y la biodiversidad global.
“La disminución de los peces a causa de la sobrepesca y el cambio climático ha provocado un rápido descenso en las aves marinas generalizadas y muy queridas, como el frailecillo atlántico (Fratercula arctica) y la gaviota patas negras (Rissa tridactyla). Ambas especies ahora se consideran vulnerables a la extinción”, dijo BirdLife International en un informe de 2018. .
“Las aves marinas son uno de los grupos de vertebrados más amenazados del mundo”, según BirdLife.
Los investigadores de la Universidad Federal de Goiás también notaron que las aves marinas ofrecen mucho más que funciones corporales.
El turismo y la observación de pájaros son industrias cada vez más importantes en muchas partes del mundo, y el valor de las contribuciones de las aves marinas a los ecosistemas aumentaría aún más si se cuantificaran todas sus otras funciones en nuestros ecosistemas.
“En algunas áreas, los pescadores siguen a las aves marinas para encontrar lugares para pescar”, dijo Plazas-Jiménez. “Para ese pescador, las aves marinas lo son todo”.