(CNN) – Cuando los policías creen que un sospechoso podría hacerles daño o matarlos, por lo general están entrenados para disparar tantos tiros como sea necesario para derribar al sospechoso.
El tiroteo en sí casi siempre dura solo unos segundos. Pero las preguntas sobre si la cantidad de disparos que hicieron los policías estaba justificada, o si ese sospechoso representaba una amenaza mortal para un agente en primer lugar, pueden persistir mucho después de que el sospechoso resulte herido o muerto.
Desde el asesinato de George Floyd en mayo, la policía ha tenido que responder al público mientras continúan las protestas por la brutalidad policial y el racismo sistémico en todo el país.
Esta semana, la atención está puesta en la policía de Kenosha, Wisconsin, por el tiroteo a Jacob Blake, un hombre negro de 29 años y padre de tres hijos, que recibió siete disparos mientras sus hijos miraban desde su auto. Blake se encuentra en estado grave en un hospital local, le dijo su familia a CNN.
Durante mucho tiempo, los departamentos de policía han sido cuestionados sobre por qué los agentes dispararon tantos tiros contra un sospechoso. Los tiroteos policiales no son una ciencia, generalmente son situaciones de alto estrés en las que la adrenalina se apodera de la respuesta de un agente, pero algunos factores explican por qué los policías disparan tantas veces.
La policía dispara hasta que “acaba con una amenaza”
La “respuesta clásica” es que los agentes disparan hasta que acaban con una amenaza, según Seth Stoughton, profesor asociado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carolina del Sur que estudia el orden público.
Los policías usan fuerza letal sobre un sospechoso que perciben como una amenaza inminente de muerte o daño corporal para los agentes u otras personas. Durante el entrenamiento, se le dice a los policías que usen la fuerza hasta que esa persona ya no represente una amenaza, dijo Stoughton.
El número de disparos necesarios para “acabar con una amenaza” depende de las circunstancias.
“A veces, disparar varios tiros tiene mucho sentido”, dijo Stoughton, un expolicía. “A veces, disparar múltiples tiros o el volumen o los tiros que disparan los agentes no tiene sentido”.
Si los agentes están usando fuerza letal, por lo general están entrenados para no detener el fuego y disparar en rápida sucesión; tomarse un descanso para evaluar al sospechoso al que le están disparando podría darle tiempo a este para hacerles daño a ellos o a otros, dijo.
Y legalmente, la cantidad de disparos que disparan los policías a menudo no importa, dijo: según la Cuarta Enmienda, los agentes deben haber tenido motivos para creer que el sospechoso al que dispararon era una amenaza que podría matarlos o causarles un gran daño corporal. El tribunal determina si el policía fue razonable al hacer esa evaluación, no si el número de disparos fue razonable.
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Varios policías a menudo disparan a la vez
Los conteos altos de disparos pueden atribuirse a un fenómeno llamado “fuego de reacción” o “fuego reflejo”, que ocurre cuando un agente dispara a un sospechoso, por lo que uno o más agentes comienzan a disparar también, incluso si no han percibido inmediatamente al sospechoso como una amenaza, dijo Stoughton.
Sin embargo, esto puede crear confusión entre los policías, dijo: pueden confundir los disparos de otro agente con los disparos del sospechoso, lo que podría hacer que continúen disparando innecesariamente.
Fallan la mayoría de los tiros
La precisión de los tiros varía según lo cerca que esté un agente de un sospechoso, pero los datos muestran que a menudo no son tiros precisos.
Un estudio de 2019 del Departamento de Policía de Dallas encontró que en más de 130 tiroteos, los agentes dieron en sus objetivos el 35% del tiempo. La mayoría de sus tiros fallaron. Y un análisis de 2006, que examinó una serie de tiroteos importantes en el departamento de policía metropolitana a finales de los 80 y principios de los 90, encontró que las tasas de acierto rara vez superaban el 50%. Algunos departamentos, incluido el Departamento de Policía de Nueva York en 1990, alcanzaron solo alrededor del 23% de los objetivos.
A menudo están estresados y no cuentan sus tiros
La ansiedad y la adrenalina de un incidente de fuerza letal de alto estrés pueden nublar el juicio de los policías, dijo Cedric Alexander, un consultor de capacitación policial y un veterano en orden público desde hace 39 años.
Esto puede llevar a que algunos policías disparen una cantidad injustificada de tiros. Muchos agentes no recuerdan cuántos disparos hicieron cuando fueron entrevistados inmediatamente después de un tiroteo, dijo.
“Algunos policías testificarán o darán una declaración inmediatamente después de que dispararon de tres a cuatro tiros cuando en realidad hicieron de 10 a 11 tiros”, dijo Stoughton. “En momentos de mucho estrés, adrenalina y palpitaciones, un agente no está contando sus disparos”.
El objetivo de la capacitación es preparar a los agentes para esos incidentes de alto estrés en los que se les puede exigir que utilicen fuerza letal. Pero un policía que percibe que está en peligro inmediato “puede seguir apretando el gatillo hasta que su cerebro lo alcance”, dijo Stoughton.
Están usando un arma de disparo rápido
El tipo de arma de fuego que usa un policía puede afectar la cantidad de tiros que disparan. Si están usando el arma semiautomática típica, dijo Alexander, pueden tener hasta 15 tiros y disparar en rápida sucesión.
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En muchos casos, su entrenamiento es deficiente
Muchos agentes recurren al uso de armas de fuego si no se sienten cómodos deteniendo primero a un sospechoso con fuerza física, dijo Stoughton. En circunstancias en las que los policías no saben si un sospechoso está armado, la falta de confianza de un agente podría hacer que dispare fatalmente a una persona desarmada.
“No debemos pasar por alto el papel del miedo en la toma de decisiones del uso de la fuerza por parte de los agentes”, dijo Stoughton.
Los policías están entrenados en el uso de la fuerza más que casi cualquier otra habilidad, dijo Stoughton. Pero a menudo no reciben tanto entrenamiento en aprehensión física o “técnicas de manos vacías” que podrían prevenir la pérdida de vidas.
“(Esa falta de entrenamiento) puede llevarlos a escalar a opciones de mayor fuerza, en lugar de depender de esas habilidades físicas si tenían más confianza en ellas”, dijo. “Cuanto más cómodo se siente un agente con las habilidades de aprehensión física, menos necesita escalar a armas intermedias o un arma de fuego”.