(CNN) – Los niños y adolescentes de grupos minoritarios se ven afectados de manera desproporcionada por el coronavirus, al igual que los adultos mayores. Esto según hallazgos de un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Los niños de minorías étnicas y raciales, los que tienen problemas de salud subyacentes y los jóvenes de entre 18 y 20 años, tienen más probabilidades de morir.
Así lo estableció un equipo de investigación dirigido por los CDC. El estudio fue publicado este martes en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de la agencia.
El informe también mostró cuán inusual es que los niños y adultos jóvenes mueran a causa del coronavirus. Entre las 190.000 muertes registradas en el país, solo el 0,08%, o 121, se reportaron en menores de 21 años.
El reporte más actualizado de los CDC muestra que 377 niños, adolescentes y adultos jóvenes de hasta 24 años han muerto por coronavirus.
Coronavirus y niños: la investigación
Los investigadores pidieron a 50 estados, la ciudad de Nueva York, el Distrito de Columbia, Puerto Rico, Guam y las Islas Vírgenes de Estados Unidos que presentaran información sobre las muertes por coronavirus en menores de 21 años. Cuarenta y siete jurisdicciones reportaron información de entre el 12 de febrero y el 31 de julio.
Entre los aproximadamente 6,5 millones de casos de covid-19 en el país, los investigadores encontraron un total de 391.814 casos de covid-19 y MIS-C en menores de 21 años. Mientras que las personas menores de 21 constituyen el 26% de la población de Estados Unidos, sólo el 8% de todos los casos notificados.
El riesgo del coronavirus en niños de minorías
Los hispanos, los negros y los indígenas estadounidenses / nativos de Alaska se vieron afectados de manera desproporcionada. Un total del 44% de los 121 que murieron eran niños hispanos, el 29% eran niños negros, el 4% eran indios americanos / nativos de Alaska y el 4% eran asiáticos o isleños del Pacífico.
Si bien estos grupos representan el 41% de la población estadounidense menor de 21 años, representaron aproximadamente el 75% de las muertes en ese rango de edad. El catorce por ciento de las muertes fueron de niños blancos.
“Los bebés, los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes, en particular los que pertenecen a grupos minoritarios raciales y étnicos en mayor riesgo, los que tienen afecciones médicas subyacentes y sus cuidadores, necesitan mensajes de prevención contra el covid-19 claros, coherentes y apropiados para el desarrollo, la lengua y la cultura”, escribieron los investigadores.
Muertes en niños por coronavirus
Si bien el 25% de las muertes ocurrieron en niños previamente sanos, el 75% tenía al menos una condición de salud subyacente y el 45% tenía dos o más. Las afecciones médicas notificadas con más frecuencia fueron la enfermedad pulmonar crónica, incluido el asma; obesidad; condiciones neurológicas y del desarrollo y condiciones cardiovasculares.
El desglose entre los diferentes grupos de edad varió sustancialmente, y los de los grupos de edad más jóvenes obtuvieron mejores resultados que los adolescentes y los adultos jóvenes. Aproximadamente el 10% de las muertes ocurrieron en bebés menores de 1 año, un 9% adicional fue en niños de entre 1 y 4 años, con otro 11% en el rango de 5-9 y el 10% en el rango de 10-13. Pero casi el 20% de las muertes se observaron en adolescentes de entre 14 y 17 años y más del 40% en jóvenes de 18 a 20 años.
Las posiblidades de afectación de los niños
Esto coincide un poco con las estadísticas anteriores de los CDC que encontraron que los niños de 0 a 4 años tienen cuatro veces menos probabilidades de ser hospitalizados. Esta misma población tiene nueve veces menos probabilidades de morir que los de 18 a 29 años. Y los de 5 a 17 años tienen nueve veces menos probabilidades de ser hospitalizados y 16 veces menos probabilidades de morir que las personas de 18 a 29 años.
A los niños les fue peor que a las niñas: los hombres representaron el 63% de las muertes en comparación con el 37% de las mujeres.
Aunque es tranquilizador que los niños tengan menos probabilidades de enfermarse gravemente y morir, aún pueden infectarse y transmitir el SARS-CoV-2 a otras personas, según numerosos estudios.
En un estudio publicado la semana pasada en el MMWR, los investigadores analizaron datos de rastreo de contactos de 184 personas con vínculos a tres centros de cuidado infantil en el condado de Salt Lake de abril a julio.
Los niños siguen siendo transmisores de covid-19
Al menos dos niños que no tenían síntomas no solo contrajeron el virus, sino que lo transmitieron a otras personas, entre ellas una madre que fue hospitalizada. Ese estudio reportó que un bebé de ocho meses infectó a ambos padres.
“Los niños infectados expuestos en estas tres instalaciones tenían síntomas leves o nulos. Es probable que dos de cada tres niños asintomáticos transmitieran el SARS-CoV-2 a sus padres y posiblemente a sus maestros”, escribieron los investigadores del Departamento de Salud del Condado de Salt Lake en su informe.
Otro estudio realizado en Corea del Sur analizó datos de 91 niños asintomáticos, presintomáticos y sintomáticos diagnosticados con covid-19 entre el 18 de febrero y el 31 de marzo en 22 centros de ese país. Encontró que el 22% de los niños estaban asintomáticos. El estudio fue publicado a finales de agosto en JAMA Pediatrics.
“Esto destaca el concepto de que es más probable que los niños infectados pasen desapercibidos con o sin síntomas y continúen con sus actividades habituales. Esto puede contribuir a la circulación viral dentro de su comunidad”, escribieron dos médicos del Children’s National Hospital en Washington, en un editorial acompañante.
Los investigadores de los CDC del estudio actual dijeron que es importante vigilar de cerca a los niños infectados con covid-19.
“Aunque los bebés, los niños y los adolescentes tienen más probabilidades de tener una enfermedad covid-19 más leve que los adultos, en estas poblaciones se producen complicaciones, como MIS-C e insuficiencia respiratoria. Las personas infectadas o expuestas al SARS-CoV-2 deben ser seguidos de cerca para que el deterioro clínico se pueda detectar temprano”, escribieron.
– Jacqueline Howard, Sandee Lamotte y Lauren Mascarenhas contribuyeron a este informe.