(CNN Español) –París podría entrar en confinamiento por el pronunciado aumento de casos. Madrid estableció nuevas medidas para contener el virus después de que emergieran nuevos focos de casos. Las nuevas infecciones de coronavirus en Nueva York están repuntando. ¿Qué le espera a América Latina? ¿Es inevitable una segunda ola?
El virus comenzó a avanzar desde Asia, luego a Europa, a América del Norte y finalmente a América Latina. Se podría decir que la situación en las otras regiones ha servido de alerta de lo que podría venir. Algunos países han tomado nota, otros no.
Hablamos con varios expertos sobre por qué ocurren las segundas olas de las enfermedades, qué antecedentes hay de brotes y rebrotes en otras pandemias o epidemias y si podrían ser más grave o no. Esto fue lo que nos dijeron.
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La temida segunda ola de coronavirus: ¿es el turno de América Latina?
Desde que comenzó el coronavirus se hablaba de una segunda ola. Todo era cuestión de cuándo ocurriría y cuán grave sería.
“Este comportamiento viral de hacer brote y después rebrote es un comportamiento que lo han tenido otras infecciones anteriormente”, le explica a CNN en Español la viróloga Maria Fernanda Gutiérrez, de la Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia.
Gutiérrez pone el ejemplo de la pandemia de influenza de 1918, que se usa como punto de comparación y lecciones para la pandemia actual. ” …hizo un episodio muy agresivo a principio de siglo y luego hemos vuelto a ver pequeños picos o pequeños brotes de ese virus de la influenza”.
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“Esa alarma ya se tenía por los historiadores. Decían, un momento, esto no pasa para siempre, puede resultar en una segunda ola. Fue lo que pasó con la influenza, que tiene una relación clara con el ambiente: las olas estuvieron separadas por un año y relacionadas con el invierno”, dice Diego Rosselli, profesor de Epidemoiología de la Universidad Javeriana.
Lo sorprendente de la segunda ola de coronavirus en Europa, es que comenzó en el verano del hemisferio norte, explica Rosselli, algo que no se esperaban los historiadores.
¿Por qué se produce una segunda ola?
Aunque hemos convivido la mayor parte de este año con el covid-19, lo cierto es que hay mucho que se desconoce todavía sobre su comportamiento. Para Rosselli, hay varias hipótesis de por qué se disparan los casos después del brote principal, entre ellas, porque se amplían las capacidades de hacer pruebas y rastreos, y se detectan y registran más infecciones.
Los segundos brotes coinciden con las reaperturas de los países después de medidas de confinamiento para contener la enfermedad.
“Las segundas olas se deben a que el virus cuando llega a una población no alcanza a infectar al 100%(…). Deja a un porcentaje susceptible. Entonces esa población, cuando el virus vuelve, pues es sensible a ser infectada”, afirma la Dra. Gutiérrez.
Sin una vacuna todavía disponible, y mientras los estudios de inmunidad dan poca esperanza sobre la protección que puedan tener los que ya se han infectado, seguimos siendo susceptibles a contagiarnos.
Lecciones de historia: así se han comportado otras enfermedades
Se puede aprender mirando hacia atrás para evaluar el comportamiento de otras enfermedades: pueden hacer rebrotes, volverse endémicas, o controlarse.
“La peste bubónica, que fue clásica, hizo tres momentos o episodios muy agresivos en siglos distintos… y mató mucha gente. Entonces es normal lo de la segunda ola”, explica la Dra. Gutiérrez. Las pandemias por la peste ocurrieron en el siglo VI, XIV y XIX.
Añade el ejemplo del sarampión, que tuvo varios máximos hasta que en la década de los 70 pudo empezar a controlarse con la vacuna, aunque hubo brotes posteriormente.
Otro caso es el del VIH/sida.
“Tenemos casos de virus que llega y se quedan, como el VIH/sida, que hizo un pico pandémico y luego se quedó endémico. Es decir que no se fue y volvió. Se quedó”, añade Gutiérrez.
Según un informe del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota (CIDRAP), al mundo le esperan de otros 18 meses a dos años de pandemia.
«Esto no se detendrá hasta que infecte del 60 al 70% de la gente», dijo a CNN Mike Osterholm, director del CIDRAP.
Incluso si llega la vacuna, que podría estar lista para distribuirse en el primer semestre de 2021, el Dr. Anthony Fauci ha alertado que podría no lograrse la inmunidad en EE.UU. si muchos se niegan a recibirla.
“La mejor que hemos hecho es la del sarampión, que tiene una efectividad del 97 al 98%”, dijo Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. “Sería maravilloso si llegamos allí. No creo que lo hagamos. Me conformaría con una vacuna efectiva a un 70, 75%”.
¿Qué comportamiento tendrá esta segunda ola de coronavirus en América Latina? ¿Se puede evitar?
En Europa, la segunda ola ha sido más benévola, explica el Dr. Rosselli.
“Puede que haya mutado, pero hay admitir que hay otros cambios. Está infectando gente más joven, pues en la primera ola se murieron muchos de los más vulnerables. Arrasó en los ancianatos”.
La Dra. Azaret, psicóloga y presentadora de CNN habló con el Dr. Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Comunicables de la Organización Panamericana de la Salud, sobre la situación de la región y el experto destaca que en Latinoamérica hay tendencia a la baja.
“En muchos de nuestros países se está observando una tendencia a la baja, al aplanamiento de las curvas. (….) Eso depende también de las pruebas que realicemos, del número de camas que estén ocupadas y de la implementación de las medidas. (…) No hay necesidad en países que están disminuyendo la curva de tener cuarentenas totales ya (…) si podemos concentrarnos en comunidades donde hay brotes”, dice el Dr. Espinal.
Agrega que se puede enfrentar la segunda ola con pruebas PCR masivas, con un sistema de detección y rastreo de contactos, y con cordones sanitarios. “No hay necesidad de cerrar un país porque reconocemos que las economías también tienen que abrirse (…) y más en nuestra Latinoamérica, donde la economía informal es muy alta”, explica.
Para Gutiérrez, la segunda ola en América Latina puede ser parecida a la que ya se ha vivido, pero añade que “ya tenemos disciplina social, ya sabemos la manera de enfrentar la situación. Puede que no tengamos un pico elevado sino una meseta. Sin embargo la posibilidad de que vuelva es muy clara”.
Rosselli coincide: “No sabemos tan claro qué es lo que la produce. Lo que se va a poder es manejarla mejor, cómo reducir contagios, hacer cuarentenas, sabemos lo que funciona, tenemos suficientes herramientas para mitigar la segunda ola”.