(CNN) – Donald Trump está luchando por encontrar una justificación convincente para su reelección antes del debate presidencial final. El presidente ha lanzando ataques salvajes y dispersos contra una lista en expansión de enemigos políticos percibidos.
En un día de fuertes críticas y acrobacias, la narrativa de ira y persecución personal del presidente se enfocó en el candidato presidencial demócrata Joe Biden, en Lesley Stahl, de “60 Minutes”, la Comisión de Debates Presidenciales, la Corte Suprema y el Dr. Anthony Fauci. En un mitin nocturno en Pensilvania, incluso atacó a Hillary Clinton, llamándola, de nuevo, “Corrupta Hillary”. También intensificó la presión sobre el secretario de Justicia, William Barr, para que inicie investigaciones criminales contra Biden.
Pero la búsqueda de distracciones de Trump simplemente subrayó cómo está ignorando al verdadero y más peligroso adversario que enfrenta Estados Unidos: la pandemia que ha arruinado su falsa narrativa de reelección de una nación en recuperación y que ha dejado a millones sin trabajo. Sus frenéticos esfuerzos por salvar su presidencia carecieron del enfoque de sus argumentos económicos nacionalistas y populistas en 2016, y de un oponente en Hillary Clinton, a quien pudo catalogar convenientemente como un villano por su mensaje externo.
El candidato demócrata de este año, cuyo liderazgo en las encuestas ha sobrevivido a todas las afirmaciones de Trump de que es corrupto y un caballo de Troya para los izquierdistas radicales, es un objetivo más esquivo. El ex vicepresidente pasó otro día resguardado en su casa de Delaware preparándose para el debate del jueves, el último evento programado de una campaña de 2020, que ha sido muy extraña.
Trump continúa sus ataques a sus contrincantes en campaña
Trump, en medio de una agotadora serie de mítines después de recuperarse del virus, viajó a Erie, donde necesita superar su fuerte actuación de 2016 para recortar la ventaja actual de Biden en Pensilvania, potencialmente el estado decisivo de 2020.
“Ustedes ni siquiera están abiertos todavía. ¿Qué diablos está pasando con su estado?”, dijo Trump en el mitin, acusando al gobernador demócrata de Pensilvania, Tom Wolf, de mantener cerrada el estado sin ningún motivo. Después de reducir el número de casos y muertes de su ataque inicial con el virus a principios de año, Pensilvania ahora está viendo que sus casos de covid-19 aumentan nuevamente en todo el estado.
La presencia inquietante de la pandemia en los últimos días de la campaña se puso de relieve cuando la primera dama Melania Trump se vio obligada a cancelar sus propios planes para asistir al mitin, debido a las secuelas de su infección por covid-19.
Y mientras Trump critica a su oponente por, según él, ser blando con China, el último informe de The New York Times sobre sus propios registros fiscales revela que el presidente tiene amplios intereses en el país e incluso mantiene una cuenta bancaria allí.
La cuenta de Trump en China, dijo The New York Times, está controlada por Trump International Hotels Management y pagó US$ 188.561 en impuestos en el país de 2013 a 2015. Revelaciones anteriores del diario han demostrado que el presidente casi no ha pagado impuestos federales sobre su fortuna en Estados Unidos durante años. Trump insiste en que ha pagado millones al Tesoro estadounidense.
Trump hace una escena durante una entrevista con “60 Minutes”
Trump había pasado el día haciendo payasadas que podrían atraer a sus votantes más leales y proporcionar forraje para los medios conservadores. Pero esa actitud amenaza aún más la alineación de los votantes más moderados que necesita atraer.
El presidente fue a una entrevista con el programa “60 Minutes”, de CBS, un elemento básico de las campañas. Pero fuentes dijeron que se retiró después de 45 minutos y se negó a completar un segmento con el vicepresidente Mike Pence. Trump salió de la entrevista porque estaba frustrado con la línea de preguntas de Lesley Stahl, dijo una fuente. Otra persona dijo que la mayor parte de la entrevista se centró en el coronavirus.
Poco después de su salida, Trump tuiteó una foto de la corresponsal Stahl sin máscara en la Casa Blanca.
Una persona familiarizada con la situación le dijo a CNN que la imagen del tuit muestra a Lesley Stahl con sus productores inmediatamente después de que Trump terminó la entrevista, antes de que ella regresara a buscar sus pertenencias personales para volver a ponerse la mascarilla. Llevaba puesta una desde que entró a la Casa Blanca y justo antes de que comenzara la entrevista.
Luego, en otro signo de frivolidad, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, envió una foto de ella entregándole a Stahl un libro grueso que, según dijo, enumeraba todos los logros del presidente en materia de atención médica. Más tarde, Trump, en una demostración de quejas presidenciales, tuiteó que podría publicar la entrevista antes de la fecha de emisión del domingo para demostrar qué se trata de una “entrevista FALSA y TENDENCIOSA”.
El espectáculo de una Casa Blanca tendiendo una emboscada a un reportero de televisión sería extraordinario en tiempos normales, pero muestra una profunda falta de seriedad en medio de una crisis doméstica que ha matado a más de 220.000 estadounidenses y como dicen los expertos, un aumento alarmante de contagios de covid puede estar a una semana de distancia.
Trump le exige a Barr que investigue a Biden
Anteriormente, en una llamada telefónica a Fox News, el presidente le pidió a su secretario de Justicia, William Barr, que abriera una investigación previa a las elecciones sobre sus falsas afirmaciones de que el ex vicepresidente es culpable de corrupción en Ucrania, el país que Trump intentó coaccionar para interferir en las elecciones para dañar a Biden en un abuso de poder que lo llevó a un juicio político.
“Tenemos que hacer que el secretario de Justicia actúe. Tiene que actuar. Y tiene que actuar rápido”, dijo Trump en la entrevista con Fox News. “Se trata de una gran corrupción y hay que saberlo antes de las elecciones”.
La demanda fue el último indicio de cómo Trump no tiene escrúpulos en usar los poderes de su oficina, destinados a estar reservados para el interés nacional estadounidense, para tratar de dañar a sus enemigos políticos a la vista del público.
En la misma entrevista, Trump volvió a atacar a Fauci, el principal especialista en enfermedades infecciosas del Gobierno, quien advierte que ya se está materializando un temido pico de otoño e invierno de covid-19. El lunes, un Trump desencadenado describió al respetado médico como un “idiota” y un “desastre”.
Continuó el martes empañando la reputación apolítica que Fauci ha construido en décadas de servicio a seis presidentes.
“Es un buen tipo. Lo único que digo es que es un poco, a veces no es un jugador de equipo. Pero es demócrata y creo que está bien”, dijo Trump.
Fauci no está registrado en ningún partido político.
El experto ve una escalada rápida en los casos de covid-19
Los ataques de Trump a Fauci subrayan su problema más intratable en su esfuerzo por finalmente resolver un ataque que defina negativamente a Biden y podría ampliar el atractivo del presidente más allá del ferviente apoyo de sus votantes más fieles. El hecho de que Trump no maneje adecuadamente la pandemia y su constante negación sobre su impacto en la vida estadounidense significa que está en desventaja en el tema que parece definir las elecciones. Los expertos ahora advierten sobre una situación que empeora rápidamente en casi toda la nación justo en el momento en que el presidente quiere declarar la victoria sobre la emergencia.
El Dr. Scott Gottlieb, excomisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), predice una rápida escalada de infecciones, que recientemente han regresado a un promedio de alrededor de 50.000 por día.
“Va a ser un otoño e invierno difíciles. Creo que estamos unas dos o tres semanas por detrás de Europa, por lo que estamos a una semana de empezar a entrar en un período en el que veremos una aceleración rápida en los casos”, le dijo Gottlieb a Shepard Smith, de CNBC, el lunes.
Después de varios días de criticar a Kristen Welker, de NBC, quien moderará el debate del jueves en Nashville, Trump ahora se queja de la decisión de la Comisión de Debates Presidenciales de silenciar los micrófonos durante una parte del encuentro después de sus groseras interrupciones en el primer debate.
“Estas no son buenas personas. Esta comisión - muchas cosas divertidas suceden con ellos”, dijo en Fox.
“Creo que todo es una locura”.
Una fuente cercana a Biden le dijo a CNN que el candidato demócrata se está preparando para que Trump “intimide y desvíe” en el escenario y se está preparando para que él también persiga a su familia.
A lo largo de este ciclo de campaña, Trump ha intentado y no ha logrado descalificar a Biden de la presidencia. El veterano demócrata ha demostrado ser notablemente resistente, y el martes fue otro caso de estudio del por qué, ya que mostró todas las formas en que el presidente está limitando su propio atractivo potencial.
Biden tiene un camino claro hacia los 270 votos electorales
Otro día desenfrenado en la Casa Blanca se desarrolló con Trump -quien está desesperado por no ser el primer presidente desde que George H.W. Bush fue derrotado después de un solo mandato- detrás de Biden en suficientes estados indecisos como para costarle las elecciones.
Los promedios de las encuestas de CNN en 10 estados clave en el campo de batalla sugieren que las carreras apretadas se dirigen hacia las últimas dos semanas de la campaña en siete estados y Biden por delante en los otros tres. De manera crucial, los promedios sugieren que Biden tiene una ventaja considerable en Pensilvania, Michigan y Wisconsin, lo que podría formar un camino para que él alcance el número mágico de 270 votos electorales.
En Pensilvania, Biden promedia 52% de apoyo contra el 43% de Trump en las encuestas realizadas entre el 20 de septiembre y el 5 de octubre. Tanto en Wisconsin como en Michigan, los promedios muestran a Biden con 51% y Trump con 43%.
Las esperanzas de Trump en Pensilvania sufrieron un nuevo golpe con la decisión de la Corte Suprema, el lunes por la noche, que significa que las boletas por correo, en su mayoría preferidas por los demócratas, se pueden contar en el estado hasta tres días después del día de las elecciones el 3 de noviembre. Trump dijo que la decisión es “ridícula” y “muy extraña”.
En varios estados, los votantes no esperan hasta el 3 de noviembre para tomar sus decisiones. Los récords de votación anticipada están cayendo en todas partes.
Se han enviado más de 675.000 boletas de voto ausente en Ohio, casi el doble de la cifra en el mismo punto hace cuatro años.
Más de 2 millones de votantes ya han emitido sus votos en Carolina del Norte, un estado donde Trump trató de generar dudas sobre la legitimidad de la votación anticipada.
Más del 27% de los votantes registrados ya han emitido sus votos en Texas, y Nueva Hampshire ha visto casi el doble del número de votos ausentes devueltos en todo 2016.
No es posible deducir exactamente qué candidato puede tener la ventaja en la votación anticipada. El entusiasmo de los votantes por tomar sus decisiones refleja un fuerte apoyo a la democracia incluso en las circunstancias más extremas. Y deja una cosa clara: las elecciones comienzan a decidirse ahora mismo, y la capacidad de cualquiera de los candidatos para cambiar su dinámica es cada vez más limitada.
Aún así, Trump está poniendo sus esperanzas en el tipo de aumento tardío que lo ayudó a vencer a Hillary Clinton en 2016. Y está programando una serie de mítines estatales para tratar de generar impulso, a pesar de que los eventos pondrán a sus partidarios —y a la gente con la que se reunirá más tarde— con un mayor riesgo de contraer covid-19.
– MJ Lee y Rick Davis, de CNN, contribuyeron a esta historia.